viernes, 15 de diciembre de 2017

Es tiempo de Diego Milito.


Cuando un club, aspira a crecer futbolísticamente, debe profesionalizar el área, es decir contar con un manager o secretario técnico, alguien idóneo para el puesto que oriente a los dirigentes en ese área, y por suerte, en las pasadas elecciones, todos los candidatos habían coincidido en esa necesidad.

Y como nunca antes, al presidente Blanco se le está dando una oportunidad única, porque tiene en el club a Diego Milito, ídolo indiscutido de Racing, quien reúne todas las condiciones para ocupar ese puesto, trayectoria, capacidad, transparencia, personalidad y como valor agregado, el apoyo incondicional de la totalidad de los hinchas, por lo tanto está en sus manos lograr que las conversaciones tengan un buen final y que esta contratación se convierta en la más importante de los últimos tiempos.

Como hincha solo espero que, por lo menos en esta oportunidad, estén abiertos a las propuestas de Milito, dejando de lado los naturales temores a pasar a un segundo plano, por la fuerte presencia del ídolo, quien, hasta sin proponérselo, puede llegar a trascender más allá de los límites propios que encierran sus obligaciones.

Es tiempo de Diego Milito, porque aun sabiendo que su amor por el club no lo hace infalible y puede equivocarse, jamás le haría daño y porque cuenta con los atributos esenciales para aportarle al fútbol, jerarquía,  profesionalidad y mentalidad ganadora buscando llevar a Racing, al nivel de excelencia que exhiben los clubes que quieren ser grandes de verdad.

Hasta pronto.


lunes, 11 de diciembre de 2017

Triunfos que obligan a una gran tarea.


Un domingo especial para los racinguistas, porque había dos contiendas, una política, que decidía la continuidad o no de la gestión de la actual CD, con Victor Blanco a la cabeza  y otra deportiva, que si bien no era tan importante como la del 2014 ( en la que Racing se consagraría campeón) nos permitiría ver, de la mano de Fleita, si las mejoras del equipo que asomaron frente a Newell’s en Rosario, se iban a ratificar o todo había sido una casualidad.

Y a la hora del partido, mientras nos aprestábamos a ver si los jugadores seguían la sugerencia del “Lagarto” Fleita cuando les dijo “ suéltense, liberénse”, ya se había consumado una de las dos,  cuando los socios a través de sus votos, decidieron que Blanco continuara siendo presidente de Racing hasta el 2020

A su vez, el partido no comenzó de la mejor forma, ya que Aleman, a los 2 minutos, ejecuta en forma excelente un tiro libre que deja a Musso sin reacción alguna, decretando el primer gol para el Lobo y obligando a Racing a superar ese momento negativo.

Sin jugar bien, lo intentó por los costados a través de Zaracho e Ibargüen, pero no le era fácil, porque había poca participación de Martinez y Lisandro, asi y todo tuvo algunas jugadas en las que pudo haber logrado el empate, aunque Gimnasia también lograba generar algún peligro, sobre todo de la mano de Aleman, un jugador para tener en cuenta y que está en la edad justa ( 27 años ).

Es evidente que el equipo muestra otra imagen, que difiere con la que últimamente veníamos viendo y es buscar un protagonismo permanente, pero más atacando que defendiendo y esa predisposición tuvo su premio, cuando Lautaro, venido a posición de volante sobre la izquierda, le pone una pelota cruzada a Zaracho sobre la derecha, quien en el ángulo del área grande y girando, puede ponerla en diagonal hacia el centro del área, que supera a defensores y arquero, pero aprovecha Lisandro López para empujarla al gol y marcar el empate que traía el alivio lógico de irse al descanso, sabiendo que tenían un tiempo más para darlo vuelta.

Y en la segunda etapa Racing buscó jugar más ambicioso y se convirtió en dominador casi absoluto del encuentro, aunque seguía dando algunas ventajas atrás, pero insistía en atacar a partir del buen trabajo del chico Gutierrez y el Pulpo “Gonzalez”, ahora mejor acompañados por Zaracho y por Ibargüen que le permitieron a la dupla Licha-Lautaro mostrar todo su potencial.

Probó Ibargüen desde afuera y casi gol, después Lautaro en dos oportunidades, una que recibe con su marca, gira y su tiro esa desviado por Arias, y la segunda cuando desde izquierda hacia la derecha se va haciendo un lugar y su derechazo pega en el palo – ese mismo palo que le negó el empate frente al rojo y frente a Libertad-, pero era evidente que salvo una jugada donde aparece Aleman sorprendiendo a la defensa, que Musso pudo controlar yendo al suelo rápidamente, creo, Gimnasia no tuvo ninguna otra que complicara al arquero académico.

Racing era mucho más que su rival y sobre los 25 minutos, el “Pulpo” que gana una pelota sobre la derecha, la pone larga para Lautaro, que la recibe y espera a que Lisandro busque su lugar en el área, sobre el segundo palo, para ponerle un centro perfecto a la cabeza y pueda convertir su segundo gol, el del triunfo hasta ese momento.

Gran retorno de Licha y gran partido de Lautaro Martínez, que buscaba por todos los medios su gol, pero Arias se lo seguía impidiendo, aunque en el final y a través de un penal que le cometen a él, se pudo sacar las ganas, reconociendo que el arquero se lo ataja en primera instancia, pero en el rebote logra su merecido tanto, el tercero para un equipo que cambió su imagen, gracias a la tarea del “Lagaro” Fleita y su cuerpo técnico, que supieron llegar con su mensaje a un grupo de jugadores volviendo a recuperarlos tanto en la faz anímica como futbolística.

Fue un domingo con resultados que alientan, el de Blanco, por los votos de los socios que le dan la posibilidad de mejorar fundamentalmente el aspecto deportivo y el de Racing por un buen trabajo que mostró el equipo que pudo lograr algunos puntos que nos ubicaron un poco más arriba en la tabla.

Pero son triunfos que obligan a una gran tarea, porque hay mucho por hacer y no queda mucho tiempo, ya que los primeros días de enero vuelve el plantel, a fin de ese mes comienza al torneo y hay una Copa Libertadores que jugar, algo no tan sencillo.

Pero para que todo fluya normalmente, debe haber, según lo expresado por Victor Blanco, una cabeza en la secretaría técnica (o la figura de un manager), y sería el primer paso a dar, algo que espero cumpla para comenzar a poner las cosas en su lugar, caso contrario volveríamos a caer en los mismos problemas de años anteriores donde se eligieron técnicos por descarte e incorporaron jugadores no deseados por alguna de las partes.

Por lo tanto, aunque lo desmientan, tengo la impresión que debe de haber tenido conversaciones con quien es “su candidato” para ocupar la secretaría prometida, dado que llama mucho la atención, la manera en que se fueron esfumando,  la mayoría de los candidatos para el puesto de director técnico,  alguien que debe elegir o sugerir el futuro responsable de la secretaría técnica.

Hasta pronto



domingo, 3 de diciembre de 2017

Dos cabezazos para mejorar la cabeza.


Días negativos, casi tormentosos, los de la última semana para Racing, dado que practicamente, todas las noticias se referían a conflictos internos, ya sea por los problemas que todos conocemos y que finalizaron con la renuncia de Diego Cocca, (sorpresivamente técnico del Tijuana de México ¿casualidad?) y porque siempre se agrega alguno más, como el de Arévalo Ríos, cuando se entera que Fleita no lo consideraba como titular.

Además la cercanía de las elecciones, que como siempre tiene disparadores en el afán de lograr más adeptos a una lista, como el que Diego Milito va con uno o con otro, que Lautaro se va o no se va, es decir noticias que transitan entre lo falso y lo verdadero, cuando hoy Racing necesitaría unión verdadera y transparencia en los discursos.

Y en el mientras tanto, un equipo casi a la deriva, lleno de profesionales que no saben si se van o se quedan, en manos del “Lagarto” Fleita, con la tarea, nada fácil, de cosechar puntos para no seguir bajando en los puestos de la tabla, a lo que parece no se le presta demasiada atención, pero por las dudas no hay que perder de vista.

Sabemos bien que las derrotas en el clásico dejan heridas que cuestan bastante cerrar, con secuelas que normalmente se observan en los partidos subsiguientes y el de Newell’s no era justamente el ideal para dar vuelta la página, porque en esa cancha lamentablemente no se gana casi nunca.

Y allá fue este Racing con Fleita, que apuesta fuerte ubicando en primera a los chicos de las inferiores, Rodrigo Schlegel y a Kevin  Gutierrez, en dos de los puestos donde más flaquea el equipo, con los riesgos que esto podía generar frente a un rival que venía en alza.

La cosa no comenzó nada bien, porque la defensa se presentaba muy frágil, con un Barbieri desconocido y descontrolado, con un Schlegel desorientado y un Soto que sigue acumulando flojos partidos; solo se destacaba Saravia, quien sí, ya dejó bien claro que se ganó el puesto sin discusión.

El “Pulpo” González y el debutante “Facha” Gutierrez, tampoco podían contener los embates rivales, dado que  Ibargüen y Ojeda, que no sienten el ida y vuelta como lo hacía Acuña, no lograban darle mucha ayuda, mientras Lisandro López buscaba su lugar en la cancha, Lautaro Martínez, esperaba su oportunidad en soledad.

Newell’s se aprovechó todo esto y rápidamente se puso en ventaja con un gol de Leal, que cabeceó solo en el área chica ante la mirada de los defensores y la quietud de Musso, todo de la lepra, pero a los veinte en una aislada pero buena jugada que intervienen, López, Gutierrez, Ojeda e Ibargüen y finaliza con un toque de primera del colombiano, Lautaro Martinez, de cabeza convierte el empate.

Daba la sensación de que salíamos del ahogo, pero duró pocos minutos, porque los rosarinos volvieron a apoderarse del partido y a los 30 minutos, penal cometido por Barbieri a Figueroa, que concreta Sarmiento y otra vez a remarla, pero deshilachado y todo Racing intentaba y lo tuvo “Licha”, después de un gran remate de Saravia que rechaza el arquero, pero su remate fue increíble…de malo.

Y el local tuvo nuevas oportunidades pero Musso estuvo acertado y comenzó a responder en buena forma, hasta que finalizó un primer tiempo que podría haber sido más negativo.

A pocos minutos de comenzado la segunda parte hay un cambio que extrañó, porque Ibargüen sale del equipo para darle lugar a Cuadra, cuando podría haber salido Ojeda y pasar al colombiano a la izquierda, pero al equipo le costaba levantar cabeza porque la defensa seguía sin dar garantías y había bastante descontrol, sobre todo entre Barbieri y Leal, que estuvieron al borde de la expulsión.

Así y todo se veía otra ambición por parte de la Academia, la que sumada a  la lesión de Sarmiento, llevó a  Newell’s a bajar su nivel de presión, dándole a Racing la posibilidad de ganar terreno y entonces con Mansilla, que había reemplazado a Ojeda y con Cuadra, buscando por los costados,  el gran mejoramiento del chico “Facha” Gutierrez  y un “Pulpo” González, dedicándose más a jugar que a pelear, logró acercarse más al arquero Pocrnjic.

Y de una infracción a Cuadra sobre la derecha, el tiro libre ejecutado por Saravia lo conecta Lisandro López de cabeza estableciendo el empate y rompiendo además con su larga racha negativa, un gol que puede  ayudarlo a recobrar de a poco la confianza perdida.


La lepra, en su cancha y con su gente, reaccionó y además mandó a la cancha a más hombres de ataque, lo que volvió a meter a Racing cerca de un Musso, que respondió en muy buena forma, es más, diría que si bien fue responsable del en el primer gol, lo fue también al sostener el empate logrado.

Cerca del final por foul a Mansilla y por doble amarilla, es expulsado Nahuel Paz, por lo que minutos después Fleita realiza un cambio que muestra ambición, Triverio por Soto y al minuto del mismo, Lautaro habilita a “Licha” sobre la izquierda, quien la domina y después de dos enganches busca pincharla sobre el arquero rival, pero la pelota es rechazada sobre la línea, perdiéndose Racing la posibilidad del triunfo.

Fueron dos cabezazos para mejorar la cabeza, porque más que el punto logrado, hay una importancia anímica en este resultado, porque que actúa en forma gratificante y se valora como un triunfo, al dar vuelta el resultado en dos oportunidades.

Por último el tema técnico, que parece ser  indescifrable para los dirigentes y por ende para nosotros los hinchas, porque no se sabe bien si se busca experiencia para jugar la Libertadores o una línea de juego que satisfaga a los jugadores.

Hasta pronto



martes, 28 de noviembre de 2017

La historia vuelve a repetirse


Solo era cuestión de tiempo y si no hubiera sido ayer, seguramente habría pasado después de los dos partidos restantes del año, porque eran tantas las cosas que leía en las redes sociales y que escuchaba en la radio y en la tele, que me llevó a pensar que todo no podía ser mentira.

A medida que pasaban los días, esas opiniones iban tomando color por las propias declaraciones de los jugadores y del técnico a quienes se los veía muy sueltos de cuerpo, expresarse abiertamente, sin darse cuenta, que las palabras nunca son interpretadas de una misma manera y corren el riesgo de herir susceptibilidades.

Algo que por cierto sucedió, de un lado y del otro, sin reparar que el fútbol encierra un código dentro de las obligaciones profesionales para exponer los problemas y eso es hacerlo dentro en un ámbito íntimo, cerrado, por el ejemplo el vestuario.

Pero parece que esas diferencias y las pérdidas de algunos objetivos, hizo que todo se desborde y si bien no vale la pena discernir sobre quien comenzó primero, era casi un hecho que  los malos resultados obtenidos, colaboraban para que todo llegara a un punto de donde no había retorno, sabiendo que uno de los lados, el más frágil, sería el que finalmente se iba a terminar quebrando primero.

Amén de los errores cometidos por Diego Cocca, cuando casi asegura que en el clásico Licha López podía quedar afuera del equipo titular -que como responsable técnico tiene todo su derecho- algunos compañeros del plantel, equivocadamente también, salieron a opinar distinto al técnico, algo que un profesional no debe hacer y que no dejaba de ser, nos guste o no, un desafío directo al conductor del grupo, al que indirectamente le restaba autoridad, lo que lo colocaba entre la espada y la pared y como responsable del plantel, podía haber aplicado otras sanciones, las cuales como se ha visto, no se concretaron. 

Entonces no era muy difícil pensar que el supuesto paraíso en realidad era un tenebroso infierno, donde los hinchas, observamos que justo Vittor, uno de los que salió en los medios a respaldar a su capitán, comete un error que lo señala como el culpable del gol del vecino y después el mismo “Licha” López desperdicia oportunidades.

Todo en un ambiente nervioso, lleno de dudas y tristeza, donde todo se mezcla y entonces presos de sensaciones y una pasión que nos confunde, nos lleva a pensar lo peor, a imaginamos escenarios que quizás no son reales.

Y finalmente Cocca termina renunciando, pero con un sorpresivo y raro “detalle” en su conferencia de despedida, al expresar "Lisandro López vino a mi casa a charlar conmigo para ver cómo estaba y qué necesitaba", lo que seguramente dejó perplejo a más de uno, porque amén de que sea cierto, se me ocurre pensar que fue, como queriendo decirle a los racinguistas "quédense tranquilos que todo está bien", cuando hubiera sido mejor que el mismo “Licha” como capitán, hubiera salido a apoyarlo públicamente antes del partido del sábado, lo que hubiera sido un buen mensaje para sus compañeros y para los hinchas.

Pero creo que las diferencias existieron, que no son producto de un combo loco, donde todos los periodistas se unen para llevar adelante una campaña de agotamiento y desprestigio, porque no es común que todos se pongan de acuerdo y coincidan de que había problemas con el técnico, el preparador físico y el plantel.

Desde la llegada de Cocca y hasta fines del 2015, se había logrado algo que debería ser normal y es que un técnico culminara su contrato, pero a partir de allí daría la sensación que hay un retroceso, porque en los últimos dos años volvimos a tener técnicos que por una u otra razón, nunca jamás aclaradas, no llegaron a cumplir su ciclo en forma completa.

Y la historia vuelve a repetirse, pero quizás este desenlace cause algún efecto en el lado que hasta ahora quedó en pie, porque el horizonte no se ve tan claro como debiera ser, en este Racing  ordenado económicamente, pero con turbulencias en lo deportivo.

Por último una idea que puede ser una utopía.

Dado que el presidente Blanco prometió que si gana habrá manager, sería bueno que los candidatos ya tengan elegido cada uno el suyo, para que estos le sugieran que técnico debería venir y si por esas casualidades, hubiera coincidencia sobre el mismo nombre, no estaría mal que los tres se pusieran de acuerdo para ir gestionando su llegada con tiempo, algo por supuesto concretaría el que resultare ganador.

Hasta pronto




domingo, 26 de noviembre de 2017

Racing espasmódico.


Racing, hoy por hoy es grande por su hinchada, porque fiel a su pasión por esta camiseta, sigue acompañando fielmente al equipo, a pesar de ver que todos sus dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, parecen conformarse con objetivos de instituciones menores.

Para ser grande hay que pensar en grande.

Y no hablemos de posibilidades económicas porque hubo grandes inversiones, hablemos de que el mensaje desde la CD hacia abajo debe ser de aspirar a lo más grande y no solo a clasificar o a conformarse con llegar entre los primeros.

La decisión pasa por saber invertir y en lugar de traer un listado de jugadores a suerte y verdad, tratar  de asesorarse de mejor manera, para que en vez de una docena de jugadores lleguen cuatro pero que hagan la diferencia.

Desde hace un par de años a esta parte, un combo de situaciones lo convirtió en un Racing espasmódico,  que vive sufriendo crispaciones, a causa de una muy mala gestión de la Comisión Directiva en lo que a fútbol  profesional se refiere, donde salieron a la luz más enfrentamientos entre planteles y cuerpo técnico que objetivos obtenidos, por lo que transita siempre alterado, nunca en paz consigo mismo, y como consecuencia de ello, encaminado a un deterioro futbolístico, que como daño colateral, repercute fuertemente en nosotros, los hinchas, que somos lo que finalizamos absorbiendo todo ese malestar y ese sufrimiento.

Y así como en el partido anterior elogiamos con la “Cocca…rda” al técnico, esta vez debemos decir que el equipo volvió a no responderle, no sabemos si por los inconvenientes que han surgido internamente o por propia incapacidad, pero quedo claro que sufrió un retroceso en el partido de ayer, porque se pudieron observar aspectos totalmente disimiles a lo que pudimos elogiar después del triunfo frente a Boca el domingo anterior, dado que a pesar de tener un dominio casi total del partido y contar con un jugador más durante casi una hora, Racing no supo avasallar y hacerle sentir a la débil formación de su rival esa presión en el campo de juego que supo realizar en la Bombonera.

Salvo la jugada del gol “mal” anulado al “Pulpo” González por posición adelantada, todo lo demás entra dentro de un encuentro donde,  la falta de ideas del equipo  se constituyó en el elemento central, mientras su rival, que solo jugó a la defensiva y a mi criterio, le entregó la pelota a Racing, estimando que al no darle espacios, este equipo de Cocca era incapaz de generar algunas jugadas claras de peligro, (Ej: nos pasó hace poco en la Sudamericana,) tuvo un primer tiempo tranquilo donde su arquero diría, no tocó la pelota, e incluso jugó los últimos 10 minutos con un hombre menos por la expulsión de Moreira.

La segunda parte, con Lisandro López en cancha por Arévalo Ríos (amonestado), buscó darle otra impronta al ataque frente al rojo que ya se defendía solamente, apelando además a hacer tiempo de todas las formas posibles, pero en el ambiente se sentía otra cosa, porque “Licha” no funcionaba bien, era como que entró por obligación y llamativamente desperdició un par de oportunidades, Triverio, de mal partido, quizás sufría la presión de haber ocupado el lugar de su “capitán”, sabiendo que no contaba con el apoyo de sus compañeros ni de la hinchada, e Ibargüen intentaba pero sin efectividad, por lo que Racing preso de su propia impotencia quedaba solo esperanzado en que Lautaro Martinez, se auto gestione alguna posibilidad, como la que pegó nuevamente en el palo y fue nuevamente afuera.

El derrumbe se veía venir y se sentía lo ofensivo de la derrota, al no poder ganarle a un equipo conformado por jugadores, donde la mayoría no tiene ritmo de competencia y que desde los 35 del  primer tiempo se quedó con un hombre menos, peor vergüenza imposible.

Pero nada puede salir bien dentro de un contexto donde todo está en tela de juicio, y donde el grupo parece estar más afectado por la disputa interna que por no poder encontrarle la vuelta al juego, por lo tanto y por mucho que se niegue hay una alta posibilidad de que cada vez la distancia entre plantel, con Lisandro López al frente y el cuerpo técnico, con Cocca a la cabeza, sea mayor, lo que casi seguro derivará en un final conocido, algo que quizás podría haberse evitado si ambos hubieran sido precavidos en sus declaraciones, especialmente el técnico que sabe que su legado, además de convencer al grupo con su idea de juego, es bregar por un clima de respeto y unión interna del mismo, buscando persuadirlos con sus convicciones, en lugar de sacar a relucir el ego y la soberbia en sus lesivas exteriorizaciones.

Hasta pronto

lunes, 20 de noviembre de 2017

¡COCCA…RDA para el técnico!


En mi último comentario decía que podía darse un hecho milagroso que nos permitiera volver a sonreír y a pesar de que en la semana hubo declaraciones que no preveían que sucediera, se logró y de buena forma, un triunfo de visitante que puede ser clave para una definitiva recuperación.

La primera sorpresa era que Lisandro López no estaba ni siquiera en el banco, algo que llamó mucho la atención y daba lugar a suspicacias, pensando más en alguna disputa personal con el técnico, que en el estado febril que le impidió estar, por lo tanto, a priori, no era bueno el panorama.

Sin embargo, pudimos ver en cancha, a un equipo que si bien no desplegó un juego vistoso, tuvo actitud, orden, solidaridad e inteligencia para enfrentar al mejor equipo del torneo, donde coincidieron el sistema aplicado y la predisposición de un plantel dispuesto a cumplirlo a rajatabla.

Y a medida que avanzaba el encuentro se comenzó a notar que Racing le peleaba el partido a Boca, en todos los sectores de la cancha, especialmente donde el local genera su juego, viéndose al “Pulpo” González, capitán por ausencia de “Licha”, llevar la bandera que indicaba que había un equipo que iba a presentar batalla.

Y la lucha justamente estaba “picante” en el medio campo, donde se hicieron fuerte el uruguayo Arévalo Ríos, muy recuperado y el“Pulpo” González, que con su juego y su presencia se va convirtiendo en un nuevo líder dentro del campo, ambos acompañados por un esforzado y voluntarioso Solari, quien realizó un gran movimiento y una excelente definición en su gol y por el colombiano Ibargüen, que no estuvo tan fino con sus gambetas, pero que siempre buscó hacerlas igual, además de esmerarse, aunque no lo siente, para ayudar en el aspecto defensivo.

Así fue como esa pelea futbolística que iba in crescendo, fue mostrando a un grupo de jugadores comprometidos con la causa, que involucran entrega, orden táctico y el lógico deseo de buscar el triunfo, que si bien no lo hacía a través de un juego atractivo, si lo buscaba con la agresividad necesaria, desde  la seguridad de Musso hasta la gran categoría de Lautaro Martinez, sin dudas el mejor de todos y factor determinante para sentenciar a Boca, convirtiendo un gran gol después de combinar con Triverio, también de buen partido y finalmente asistiendo en excelente forma a Solari para el segundo.

La línea de fondo supo respaldar a los volantes para que no les ganen sus espaldas, buscando anticiparse siempre, para no dejar recibir libres a los delanteros boquenses y estuvo concentrada y a tono con la vibra durante todo el partido, donde Saravia volvió a sobresalir por su buen trabajo.
Los cambios acertados de Mansilla, Zaracho y Meli ayudaron a oxigenar la zona media, porque Boca nervioso y sacado, por perder nuevamente con Racing de local y por lo que se presumía sobre la lesión de Benedetto se había volcado enteramente a campo académico.

Finalmente el triunfo anhelado y esta vez  ¡COCCA...RDA para el técnico!, porque acertó  con el sistema que fue muy bien interpretado por el equipo durante todo el encuentro,  para ganarle otra vez en su cancha al presunto campeón, equipo que debió haber tenido varios expulsados a no ser por el árbitro Herrera, que parecía un adversario más, ya que buscó sacar el partido sin perjudicar a Boca, en lugar de tomar determinaciones, que podían haberle dado a Racing la posibilidad de ganar por una diferencia mayor.

Ahora, una reflexión final.

Fue una pena, que después de este gran triunfo, de esta inmensa alegría, Cocca en sus declaraciones adelante, que como le gusto el equipo, no sabe si “Licha” va a ser titular en el clásico ante el vecino, cuando hace unos días decía que siempre lo pone.

No hacía falta, pero tengo la sensación que sigue habiendo algunas diferencias entre Lisandro López y el técnico, que espero puedan superarlas por el bien de Racing.

Hasta pronto.





domingo, 5 de noviembre de 2017

Del infierno al cielo en 15 días,


Leyendo una frase de Albert Einstein, que expresa,“Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”, se me ocurrió pensar parafraseando con la misma, que este Racing, perturbado y sin claridad,  juega en un estado de “locura futbolística”, porque que jugando mal una y otra vez, espera obtener resultados positivos.

Esto es algo casi utópico, ya que sin mejoras reales es prácticamente imposible lograr cambiar este presente, sobre todo en un contexto donde los jugadores niegan públicamente que haya disputas internas (que periodistas partidarios reconocidos afirman que si las hay) y el técnico afirma que no hay “crisis” y que lo que viene son “desafíos”.

Me pregunto cuál será el punto de quiebre para que algunas de las partes entienda que así no se puede continuar, porque la infalibilidad quedó demostrada que no existe y la recuperación no llega, sin embargo nadie se hace cargo de los problemas, en un ambiente cargado de energía negativa.

Del partido con Talleres, digamos que se siguió viendo que Racing tiene problemas cuando tiene la posesión de la pelota o cuando la misma está en poder de su rival, como pasó anoche, porque en cualquiera de los dos casos, no sabe qué hacer en la cancha.

No marca y por ende no recupera, no genera nada de juego y por lógica ataca mal, lo que desvirtúa la idea de equipo y de  juego asociado, llevando a los jugadores a lograrlo a través de intentos individuales.

En ese individualismo sobresalieron de la muy mediocre actuación del equipo, Ibargüen, Musso y Saravia, porque sus esfuerzos, permitieron que Racing lograra un empate, que se festejó casi con la misma angustia que lo hacíamos en la época de la promoción, algo que me preocupa, porque quiere decir que volvemos a vivir sensaciones que parecían haber quedado atrás.

Por último y dentro del desconcierto general es bueno destacar que,  aquel jugador colombiano que sufría el clima frío, que no se adaptaba al fútbol argentino y que aparecía como “apichonado”, pasó a ser el nuevo abanderado del equipo, el que se lo pone al hombro y lo lleva al frente, mientras Licha y el resto de sus compañeros, ya sea por responsabilidad propia o porque no coinciden con el técnico, siguen confundidos y enojados y en el partido de ayer, fueron más nada que poco.

Sabemos que si no fuera porque el equipo cordobés, que por momentos paseó a Racing,  concluyó mal sus ataques, podía habernos hecho vivir otra noche trágica, por lo que me parece que Boca e Independiente son como dos fechas de vencimientos, que le permitirán a quien corresponda tomar decisiones para el futuro.

Solo un milagro le permitiría a Cocca pasar del infierno al cielo en 15 días, el tiempo que tiene para encontrar el sistema y el convencimiento, que les posibilite a estos jugadores salir triunfantes frente a esos dos equipos, obviamente algo que será difícil, ya que si no lo logró desde que comenzó el segundo semestre, no lo debería conseguir en dos semanas, pero como todo hecho milagroso podría darse y convertirse en algo maravilloso, casi sobrenatural, en algo que nos posibilitaría volver a sonreír.

Hasta pronto.

jueves, 2 de noviembre de 2017

“Ni el tiro del final te va a salir…"


Atado por sus nervios Racing nunca pudo liberarse de esas ataduras, para soltarse y así encontrar su libertad mental, pero no pudo ser, siguió lleno de imprecisiones, similares a las que ya venía mostrando, señal inequívoca de que a pesar de las ganas, continúa como aturdido, confundido y con un bajo nivel de autoestima, lo que me lleva a pensar que para este equipo será una gran odisea llegar al triunfo.

Racing ejerció un dominio casi sin esfuerzo, porque Libertad nunca quiso la pelota, quizás especulando con que la Academia, no cuenta con jugadores que puedan ubicar pases entre líneas o generar juego asociado, por lo que se preocupó más por custodiar a los dos únicos que podían cambiar la ecuación que eran “Licha” y Lautaro.

Y así fue que vimos pasar la pelota, la mayoría del partido, por todos los hombres de la defensa académica y su volante central, para después intentar algún desborde por los costados, ya que por el medio era imposible, pero todo era muy lento, sin sorpresas y  se vislumbraba que al equipo rival, no se le iba a generar alguna situación de gol clara.

En algunos momentos daba la sensación de cierta reacción, pero nunca pudo sostenerla con asiduidad, solo eran mini frecuencias esporádicas y entonces con el correr de los minutos ese juego intrascendente se iba convirtiendo en algo tedioso, donde sobresalía la torpeza, que llevó al equipo a tirar centros imprecisos en lugar de jugar por abajo, facilitando el trabajo de los expertos defensores paragüayos, campeones mundiales del cabezazo y prácticamente inexpugnables de alto durante todo el partido.

Hubo algunas que pudieron ser, pero siempre aparecía un defensor rival para tapar el disparo o el arquero que respondió bien, así y todo Lautaro estuvo presente en todas las situaciones que podían por lo menos llevar a Racing al empate, un tiro en el travesaño, el penal no cobrado y la más clara e increíble para un delantero casi infalible, que fue cuando Lisandro López, en su intervención más importante, con un toque brillante lo deja solo frente al arquero, pero su disparo pega en el palo y se pierde afuera.

A Racing, no le salió "ni el tiro del final…” así que nada cambió, todo sigue pero peor, porque ahora hay que remontar esta desilusión que genera el quedarnos fuera de una Sudamericana, con un plantel que fue perdiendo relevancia partido a partido, sin nunca dar muestra de que en algún momento va a jugar más o menos bien.

Pienso que Musso y Barbieri estuvieron correctos y Arévalo levantó su nivel, aunque no puede ser él el que más tenga la pelota, pero Lautaro e Ibargüen fueron los mejores, dos jugadores que en este presente, no pueden salir del equipo, el resto por decir algo, apenas discreto.

Finalmente no fue ni el punto de partida para una nueva etapa, ni el punto final para Diego Cocca, quien esgrimió más de una vez como defensa, la cantidad de veces que Racing participó en copas internacionales en los últimos años, lo que tiene cierto mérito, pero Racing es un grande y para un grande, una cosa es participar y otra cosa es poder jugar una final en alguno de ellos, algo que por ahora es materia pendiente.


Hasta pronto.

lunes, 30 de octubre de 2017

¿Un punto de partida o un punto final?


Estoy seguro de que, la mayoría de los hinchas de Racing entre los que me incluyo, deseamos hoy más que nunca, que el miércoles pueda dar vuelta el resultado ante Libertad de Paragüay, de forma tal que pueda pasar a semifinales, porque después frente a nuestro vecino, el casi seguro rival, comienza otra historia.

Pero no podemos olvidar fácilmente todo lo que viene sucediendo con el equipo, donde se repiten situaciones de juego que realmente preocupan, sumado a la muy malas actuaciones de la mayoría, lo que refleja que el estado anímico este plantel está casi en terapia intensiva, además no es la primera vez que le convierten tres goles en veinte minutos o menos, ya que con Olimpo fueron en quince, es como que le agarran “ataques de pánico” que lo paralizan y le quitan reacción, invitación para que los rivales tengan más que facilitadas sus llegadas al gol.

Los primeros veinte minutos fueron un repertorio completo de todo lo que un equipo no debe hacer, con desaciertos que ya se venían viendo pero que parecen ir en aumento, ya sea por los nervios o desconcentración, lo que está indicando que hay algo que no funciona, que una de las dos partes está fallando y entonces nos lleva a pensar si no hay cortocircuitos en la relación entre cuerpo técnico y jugadores.

Es cierto que Racing venía cansado,  porque jugó en Paraguay el martes pasado y esto acompañado por el caluroso clima de Tucumán pudo haber influido en el aspecto físico del plantel, pero lo peor no pasó al final, cuando se siente el esfuerzo, pasó al principio y sin embargo se vio a muchos con lentitud para reaccionar y resolver.

Así y todo Racing tuvo posibilidades de descontar a través de Cuadra (dos veces) y del mismo Lautaro Martinez, lo mejor del equipo y dueño absoluto de la titularidad,  quien alcanza a concretarlo en tiempo adicionado,  llevando esperanza para los cuarenta y cinco restantes.

Por lesión de Orban, ya había entrado Patiño a mediados del primer tiempo y todos pensábamos para el segundo, en Zaracho por Meli, que sigue desperdiciando oportunidades y en “Licha” por Cuadra o Solari, para darle más intensidad a la ofensiva, pero Cocca, salvo por lesión, sigue con su idea de no hacer cambios cuando comienza la segunda etapa.

Y de entrada el equipo tuvo su oportunidad en una jugada que podría haber cambiado el trámite, cuando un centro de Ibargüen, es cortado con el brazo abierto por el defensor Román cometiendo claro penal,  pero que Etchenique de muy mal arbitraje en general, no cobra.

Racing insistió un poco más pero era intermitente y los cambios no llegaban, a pesar de que Meli y Solari cada vez jugaban peor y no ayudaban a un Arévalo Ríos que si bien había levantado su nivel, no aportaba nada en ataque, porque sus pases son cortos y casi siempre lateralizados.

El medio campo de Racing, sin el “Pulpo” González es todo un tema, incluso de difícil solución jugando él, porque nos fuimos de un extremo al otro cuano se pasó de una súper población de volantes a tener solamente a “Cacha” como una única pieza sin repuesto y además sin convencer del todo, agregándole a este mal manejo en las incorporaciones, que Racing se da el lujo de tener de vacaciones “all inclusive” a Vizmara (pero no es su culpa).

Los intentos ofensivos se intentaban buscando desbordar por los costados, sobre todo por la izquierda con Ibargüen y Soto y para tratar de aportarle frescura y juego, cerca de los veinte minutos, llega, aunque tarde, el cambio de Zaracho por Solari que viene declinando su rendimiento.

Restaba un cambio y Lautaro parecía estar extenuado,  por lo que a los 25 minutos, se produce el mismo pero en lugar de entrar Lisandro López, lo hace Triverio, señal inequívoca de que a “Licha” lo cuida para la Sudamericana.

Y a los 30 minutos, llega una nueva jugada polémica, cuando Soto desborda y su centro atrás lo recibe Pillud, pero su disparo es rechazado sobre la línea, rebote que concreta Zaracho,  ante un jugador de Atlético busca cubrir su tiro con las manos, nuevo penal que el árbitro vuelve a dejar pasar.

Final con derrota para un Racing que sigue sin encontrar el rumbo y convive con situaciones desesperadas, por lo que el miércoles, para enfrentar a Libertad, el equipo va a depender más, de las ganas y el corazón que pongan sus integrantes, pero especialmente del apoyo incondicional de sus hinchas, posiblemente lo único positivo con lo que hoy por hoy puede contar el equipo.

Ahora, el resultado será ¿Un punto de partida o un punto final?.

Me lo pregunto porque un triunfo podría ser la inyección anímica necesaria para iniciar una especie de nuevo ciclo, pero una derrota podría ser el fin de Diego Cocca como técnico de Racing, dado que sumaría otro paso negativo por la Copa Sudamericana a la ya olvidada Copa Argentina, además de transitar por un presente muy malo en la Superliga, un combo difícil de sobrellevar de aquí en adelante, frente a un plantel numeroso y a una hinchada impaciente.

Es por eso que el próximo jueves será un día muy especial para el hincha de Racing, porque va a tener mucha repercusión lo que pase el miércoles, pero ojalá podamos leer, escuchar y hablar de que vamos a jugar tres clásicos seguidos.

Por el bien de Racing. Por el bien de nosotros los hinchas.

Hasta pronto.




miércoles, 25 de octubre de 2017

El mal resultado… resultó un "triunfo" para Racing.


El clima caluroso y húmedo invitaba a dormir y Racing se quedó dormido en la hamaca paragüaya, olvidándose de  que tenía que despertar a jugar uno de los dos partidos que le pueden dar el pase a semifinales de la Sudamericana.

Desde el primer momento la desorientación se hizo presente en el equipo, que además de distracciones groseras como la de un saque de banda donde todos miraban a quien lo hacía mientras a la espalda de Solari recibía solo un rival, pudo observarse como los jugadores estaban más dispersos que ordenados, evidente síntoma de que Racing todavía no sabe qué hacer ni de qué forma jugar.

Realmente no sé cuánto tiempo necesita el técnico para ofrecernos a los hinchas algún concepto, alguna percepción que nos permita ver por lo menos cierta imagen de equipo que sabe lo que quiere, porque hasta ahora solo son momentos intermitentes en los que apareció algún esbozo de asociarse, de hacer circular la pelota, pero muy poco para tener aspiraciones serias, todo pasa por si alguno tiene cinco minutos de iluminación propia para realizar una jugada que pueda darnos alguna posibilidad de gol, es decir son solo esfuerzos individuales.

Todo esto sumado a las muy flojas actuaciones de jugadores que dentro de todo pensábamos que podían darle cierta jerarquía al equipo, caso Orban que parece que cada vez que sale a marcar se lo lleva puesto al rival o Solari que tuvo un partido pésimo en la marca y muy flojo en ataque, como diciéndole al técnico mi puesto es de volante, en realidad muy poco para rescatar, y ese mérito si se quiere, se lo lleva Ibargüen, sobre todo el primer tiempo, porque creo que el segundo no lo aguanta, por su falta de continuidad que hizo que sintiera físicamente el partido.

El cambio de Licha López llamó la atención pero a mi entender fue porque que Cocca quería dos cosas al mismo tiempo, tratar de empatar, pero más que nada que no le hagan otro gol, entonces para que sacar a Meli o a Solari, si a pesar de lo desastroso que jugó el equipo, el mal resultado… resultó un "triunfo" para Racing.

Porque quedó la sensación de que es un resultado que se puede dar vuelta, porque Libertad solo juega para Tacuara Cardoso y Salcedo, dado que no tienen tanta contención y la defensa da ventajas, pero claro, esa ilusión tiene sentido si Racing cambia su forma de jugar, poniendo en cancha a jugadores que tengan por lo menos alguna coincidencia en la forma de pensar.

Por último, se pudo ver que hubo demasiadas discusiones entre los jugadores y esto señala que por lo menos hay desconcierto, consecuencia de no entender el mensaje que baja del técnico, porque no es claro o porque no lo saben llevar a la práctica, lo cierto es que la confusión y la falta de confianza van ganado la batalla.

Hasta pronto.


domingo, 15 de octubre de 2017

Entre la emoción del gol y las angustias del juego.

Que me pasa cuando veo a Racing?

Hablo solo, me enojo, me alegro, critico e insulto, pero todo eso me pasa porque al fin y al cabo soy solo un hincha y como muchos, fruto de esa pasión inexplicable que mezcla las alegrías con las broncas.

Un partido de Racing es lo único que me hace cambiar de humor, me saca de cualquier conversación y hoy el comienzo nos iba marcando que iba a ser otro partido para sufrir, porque por  más que Arévalo Ríos acaparaba todas  la pelotas y cumplía muy bien su tarea, no era un buen augurio, dado que desde sus pies era difícil que saliera algún pase filtrado que pusiera en posición de gol a los delanteros académicos.

Oroz, no encontraba su lugar en el campo, por lo que no la tocaba casi nunca y Zaracho cada vez que entraba en juego era absorbido por la marca de los volantes de Tigre, al igual que  lo hacían sus defensores con Licha y Triverio, algo que nunca pudieron superar.

A partir de allí pudimos darnos cuenta que Racing dependía como muchas otras veces del despliegue de Solari y Mansilla (buen primer tiempo de ambos)  y sus posibilidades de desbordar para asistir, a Triverio y a Licha, algo que por momentos se logró, pero que la mayoría de la veces Tigre, que se cerró muy bien pudo controlar, logrando que  el arquero de ellos prácticamente no sufriera ninguna situación de peligro real.

En esa primera mitad, atrás no había casi problemas, pero es evidente que el negocio de los de Caruso estaba en la propia desesperación de Racing y aunque no fueron muchas sus ocasiones, anduvieron merodeando el área.

Y la segunda mitad fue más de lo mismo, pero infinitamente más nerviosa, más estresante, porque Racing se adelantaba para al atacar, pero mientras no lograba generar mejores jugadas, se desarmaba cada vez más, lo que Tigre aprovechó al encontrarlo tan desprotegido y le generó por lo menos tres ocasiones de gol, que si no hubiera sido por la gran actuación de Musso y la suerte (una dio en el palo), en este momento estaríamos hablando de otra cosa.

Y entonces se vinieron los cambios y a mi me hubiera gustado ver a Ibargüen y Cuadra por Oroz y Zaracho o Triverio, pero como Cuadra no estuvo por lesión, solo quedaba Noir o que entre Soto y adelante a Mansilla, pero solo se dio el del colombiano por Oroz,  a la postre, el jugador que cambio el partido, no porque la Academia mejoró, sino por su atrevimiento a utilizar la gambeta y por la jugada que comenzó y terminó en sus pies con el gol del triunfo, en la cual hay una gran devolución de Solari.

Después llegó la del chico Ojeda por Zaracho, como para buscar más juego, pero es muy difícil tener relevancia en un momento tan dramático, donde los jugadores de Racing después del gol, solo revoleaban la pelota esperando que pase el tiempo, hecho que marcaba la necesidad imperiosa de obtener el triunfo sin importar la forma, algo ratificado desde el banco en el cambio de Meli por Mansilla, (cualquier parecido con la Selección Argentina es pura coincidencia).

Y así, entre la emoción del gol y las angustias del juego, terminó un partido que le permitió a Racing volver a convertir después de cuatro encuentros y sumar tres puntos que ayudan anímicamente para enfrentar a Libertad de Paragüay por la Sudamericana.


Hasta pronto.

domingo, 1 de octubre de 2017

Enredado en sus propias dudas.

Con la inseguridad en su juego a cuestas,  Racing llegó a la Paternal para enfrentar a Argentinos Juniors, sabiendo que en esa cancha chica se iban a sentir incómodos, pero creo que no esperaba que el local presionara y metiera de la manera que lo hizo en los primeros 30 minutos.

Eso sacó al equipo de su aparente orden, que lo llevó más a luchar y al revoleo permanente de la pelota y sin ninguna posibilidad de inquietar al arquero del “bicho”, a quien solo se acercó a través de una combinación entre Soto y Mansilla, que finalizó con el centro de este último, que cruzó toda el área sin que la toque algún jugador de Racing.

Pero la lesión de el "Pulpo" González, hizo que Zaracho, que nunca debió quedarse afuera, estuviera nuevamente dentro de la cancha y con él,  la pelota tenía mejor destino, porque no se “bartoleaba” cuando pasaba por sus pies, lo que calmó un poco el ritmo impuesto por el equipo de la Paternal y el partido comenzó a equilibrarse.

Es cierto que Argentinos estuvo más cerca del área de Racing que la Academia de la del equipo local, pero tampoco había generado jugadas reales de peligro, como la que tuvo cerca de los 40 minutos, mano a mano que salvo en forma excelente Gómez.

A todo esto Racing contestó con una patriada de Solari por izquierda que deja solo a Triverio en el área, quien desperdicia la situación tirando una “masita” a las manos del arquero.

La segunda parte arrancó con Racing como más adelantando pero era porque  Argentinos dejó que lo hiciera, quizás para tener más espacio en sus contras y así fue cuando a los 15 minutos Romero solo frente a Gómez la levanta por sobre el travesaño.  

El juego dejaba mucho que desear, porque se notaba como una caída anímica y cabezas gachas, especialmente en jugadores como Triverio, que no defendió bien ninguna pelota y en Licha, que ayer estuvo como disperso, como que lo mal que juega el equipo le está afectando demasiado y sin querer transmite ese “bajón” al resto de sus compañeros, que terminan como entregándose.

Los cambios de Cuadra por Mansilla y de Ibargüen por Solari, seguramente buscaron hacer lo que hasta ese momento no se había conseguido, romper por afuera para generar alguna situación de gol, pero fue inútil, porque todo siguió como era entonces.

Cuando parecía que los dos llegaban a conformarse con el empate, cerca del final y en una jugada donde todos miran y nadie marca, Romero queda solo sobre la izquierda a espaldas de Pillud y Gómez abandona desesperado el arco para ir a taparlo, pero eso lo hace quedar fuera de juego cuando llega el centro al segundo palo y Quiroga, de gran altura, gana de cabeza y convierte.

Y si algo faltaba para darle el golpe final a un Racing ya casi grogui, en tiempo de descuento Pisculichi de tiro libre y desde una distancia considerable, convierte el segundo gol, ante un Gómez que no logra contener la pelota que le pica un metro antes.

Lástima para “Chila” que hasta el primer gol había hecho todo bien, para sobre el final cometer dos fallas, propias de la lógica inexperiencia y también de la fatalidad que conlleva ser arquero de un equipo que no hace mucho para ayudarlo.

En síntesis, seguimos viendo a un Racing enredado en sus propias dudas, que no sabe bien a que juega, donde la desorientación ha invadido tanto a los jugadores como al técnico, aquellos porque parecen no entenderlo y este último, porque da la sensación que no encuentra los intérpretes aptos para llevar a cabo su idea.

Esa disyuntiva parece generar desencuentros, por lo menos entre el capitán y la conducción técnica, a partir de las declaraciones de Lisandro López, quien viene afirmando, al igual que anoche, “que se juega mal, que no hay situaciones de gol, que falta audacia, intensidad, rebeldía, etc.” y en la incómoda respuesta de Cocca al decir entre otras cosas que “no es momento de decir las cosas para afuera”, en evidente desacuerdo con lo expresado por Licha.

Alguna vez el técnico también expuso situaciones ante la prensa, que deberían haberse tratado en la intimidad del grupo, lo que me lleva a pensar que algo puede pasar, pero ojalá que todo pueda resolverse de buena forma y que se puedan escuchar, no solo prestarse los oídos, siempre dentro del respeto y cada uno cumpliendo con su rol, como personas profesionales que solo quieren el bien para 
Racing, porque todavía hay mucho que pelear en adelante.


Hasta pronto.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Triverio necesita compañía.

No me voy a detener a comentar si los jugadores estuvieron bien o mal, simplemente pienso que fue una actuación sin sobresaltos, pero sin brillo alguno.

Digo esto porque creo que hay otro tema a analizar y es la decisión de continuar con la línea de cinco, cualquiera fuese el rival, sabiendo que con equipos que  esperan con mucha gente, como hoy lo hizo San Martín, ese esquema no tenía mucho sentido.

Si lo tuvo cuando Racing enfrentó a equipos que tienen mucha tenencia de pelota y/o que además atacan bien, como supo hacerlo en los últimos partidos del torneo anterior que nos metió a la Copa Libertadores como así también frente a colombianos y brasileños, lo que nos permitió seguir avanzando en la Sudamericana.

Hoy, además, le agregó un problema más al retrasar al “Pulpo” Gonzalez en lugar de Arévalo Ríos,lo que lo privó de llegar más asiduamente al área rival como suele hacerlo, porque su preocupación pasó por  hacerse eje del medio campo.

A esto hay que sumarle que el “Licha” López, que comenzó estacionado arriba para acompañar a Triverio, al ver que no le llegaba la pelota, bajó a conectarse con lo volantes para entrar más en juego, por lo que Racing prácticamente se quedó sin jugadores para llevarle problemas a Ardente.

Por eso en el primer tiempo sobre todo, fueron muy escasas las oportunidades que hubo para abrir el marcador, además de que ninguna fue muy “limpia” que digamos, ya que todo era producto de centros tirados de los costados, muy exigidos para los que trataban de ser receptores de los mismos.

Está claro que Racing no tiene peso en el área, por eso creo que Triverio necesita compañía, alguien que juegue a su lado o por afuera, pero cualquiera sea el que lo acompañe, se debe volver a la línea de cuatro en el fondo, con un volante de marca delante de ella, para que finalmente "Licha" juegue de enganche junto a  Zaracho y el “Pulpo”.

Decisión que se tomó promediando el segundo tiempo, pero ya era tarde porque el cansancio también juega y la mente ya no estaba tan clara, por eso debió implementarlo desde el comienzo del encuentro, sabiendo que San Martín no iba a presentar tres delanteros, sobre todo cargando sobre sus espaldas dos derrotas consecutivas.

Se está recuperando el cero en el arco, muy bien defendido por “Chila” Gómez, pero falta el poder de fuego, aquel que hacía de Racing un equipo sin mucho juego, pero temible a la hora de atacar.


Hasta pronto.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Racing encontró el enganche.

Fue muy importante dejar atrás al Corinthians de Brasil en la disputa por la Copa Sudamericana, pero fundamentalmente destaco la actitud y el compromiso del equipo para disputar este partido, de gran significado anímico por el valor de su rival.

Es cierto que uno tiene sensaciones encontradas, porque los planteos de Cocca no hacen que veamos un equipo vistoso, de los que tienen tenencia de pelota y buena circulación, pero también es verdad que uno quiere logros, exige resultados, que es lo que finalmente termina valorando y hoy por hoy, Racing no está en condiciones de ofrecer un juego muy aceitado, está para luchar y conseguir objetivos, sobre todo en estos partidos de copas internacionales.

A partir de esa premisa, es para destacar su concentración durante todo el encuentro y el sostenido orden táctico, que llevó al equipo brasileño a que prácticamente no pudiera patear al arco y no tuviera ninguna situación de gol, lo que le permitió a Racing, después de bastante tiempo, mantener el arco de “Chila” Gomez en cero, quien sin ser requerido muchas veces siempre mostró tranquilidad y seguridad, como en el último centro que cortó sobre el final del mismo.

En la línea de cinco se pudo ver a un Vittor impecable, el mejor, aunque Barbieri, también lo hizo en gran forma, mientras Grimi, con su entrega, cubrió algunos aspectos deficientes originados por su ímpetu, como el de cometer infracciones innecesarias, en tanto Solari y Soto, estuvieron muy atentos y aunque no tuvieron muchas oportunidades para desplegar su trabajo en ataque, dejaron todo en la disputa de cada pelota.

Esa firme tarea, sumada a la mejor perfomance del uruguayo Arévalo Ríos en Racing, en una posición más cerca de la línea de fondo , donde se lo vio más seguro en la recuperación y en la distribución de pelotas, acompañado por el “Pulpo” González, que sin llegar a brillar, impuso su presencia en cada disputa del balón y por Zaracho, el chico que sorprende por su atrevimiento, aunque esta vez no entró tanto en juego.

Y adelante Triverio, un jugador que sabe rebuscársela solo, que usa bien el cuerpo y estuvo a punto de convertir en una de las muy pocas llegadas de Racing, cuando recibió de “Licha” se saca de encima a su marca y lo cerraron justo al patear en el área chica.

Por último Lisandro López, de quien ya no se puede hablar de otra cosa que no sea de admiración, porque su “liderazgo” está respaldado no solo por su entrega, por su ganas y su guapeza, sino también por su juego, siempre claro y en cualquier lugar de la cancha.

Y en este sentimiento de hincha que uno tiene, digo, después de ver su trabajo en los últimos encuentros, que en “Licha” Racing encontró el enganche, porque hace todo bien, porque tiene pausa, aceleración y pase, sabiendo que para que esto sea real, Cocca debería dejar de lado la línea de cinco, ubicando un delantero más junto a Triverio, y de esa manera liberar a Lisandro López para juegue suelto delante del “Pulpo”, Arévalo y Zaracho, algo que por ahora no creo que suceda.

Bueno, es solo el pensamiento de un hincha, entendiendo que de esta forma podríamos tener un volante-conductor que además tiene llegada al gol.


Hasta pronto.