lunes, 4 de diciembre de 2023

Un club de compra-venta.

De qué hablar hoy, de  lo que fue o de lo que vendrá, de la desilusión o de la esperanza, lo único certero es que fue un año difícil de digerir y aunque la pasión me lleve a sobreponerme de todas esas broncas y angustias vividas, no puedo dejar de aceptar que los malos resultados me cambian el humor y hasta hay algunos que me condicionan en la vida diaria.

Salvo la copa ganada a Boca en Enero, no hubo más alegrías y a través de todo el año los sinsabores comenzaron a escribirse en la orden del día, con decisiones que fueron más improvisaciones que planificaciones serias y que llevaron al equipo a transitar dentro de una fragilidad anímica de la que nunca pudo salir, aun después de esta aparente remontada final que lo ubica en la Copa Sudamericana, pero que no le alcanzó para ganar en los cuartos de final.

Son muchos los factores que lo llevaron al plantel a tener esa inestable participación que los llevó a fracasar deportivamente en todos los torneos, indiferencia, malas incorporaciones, ausencia de liderazgo y falta de audacia, un combo demasiado peligroso que le hizo perder gloria a la institución.

La culpa parece que siempre la tuvo el otro, pero es de todos, menos de los hinchas que con esa pasión inexplicable, siguen diciendo presente y alentando por Racing.

Racing estaba a tres partidos de salir campeón y después de sorprender a Belgrano en la última fecha con un buen juego, anoche frente a Rosario Central tenía la oportunidad de pasar a semifinales, pero volvió a mostrar antiguas fallas defensivas individuales (Arias y Sigali) y grupales, que parecen no tener solución, con el agregado de que ofensivamente le cuesta encontrar el gol, sobre todo ante rivales que tienen un orden defensivo.

No hay verdades ni perfecciones absolutas, pero hay miradas distintas sobre un mismo hecho y es lo que te pueden acercar o alejar de la victoria y a mi modesto entender me pregunto porque si Campaz era el jugador más importante de Rosario Central, la marca fue Mura, que no marcó ni atacó bien, no sorprendió nunca y todos sus centros fueron mal ejecutados, pero sin embargo siguió en el campo de juego cuando debió salir él y no  Colombo, porque eso hizo llevar a Moreno a la línea de fondo.

Otra pregunta que me hacía es porque cuando entró Vecchio por Nardoni (un jugador que cuando pierde la pelota vuelve al trote y además no tiene claridad ni es certero al entrar al área) no lo hizo también Roger Martínez para guardarse un ventana más de cambio, con el agravante de que sacó a Baltazar Rodríguez y no a Hauche, que no estuvo bien en los pases, en las definiciones y en los centros.

Decía una ventana más porque  se podía haber utilizado antes que finalice el tiempo oficial, por ejemplo, en el cambio de arquero, sabiendo que Arias no es atajador de penales, por lo menos para sorprender al rival.

Juanfer fue el mejor porque que volvió a mostrar su gran calidad, con sus toques, sus remates y su excelentes pases que dejaron en posición de gol a Hauche y a Ojeda, pero a Vecchio no lo vi tan seguro (quizás condicionado por su amor a Central) pero supo asistir a Roger que terminó haciendo un golazo.

Y por último me llamó la atención la displicente forma de rematar los penales de Moreno y de Sigali (lo pateó exactamente igual que ante Boca en la Libertadores), sobre todo jugándose una instancia final y sabiendo bien porque en su experiencia los habrán hablado miles de veces, que no se patean a media altura o no tan esquinado, salvo que lo hagan engañando al arquero, algo que ni intentaron o por lo menos no se notó.

El futuro es incierto, desde la dirección técnica hasta los jugadores, porque desde hace unos años Racing se ha convertido más en un club de compra-venta que de proyectos serios y ambiciosos en el fútbol, por lo que seguramente el 2024 volverá a regalarnos otras sorpresas, rogando que esta vez las incorporaciones reditúen de acuerdo a la inversión, lo que por ahora no sucedió en la mayoría de los casos.

Hasta pronto.  

 

martes, 28 de noviembre de 2023

El juego y el resultado estuvieron en la misma sintonía.

Gran partido de este Racing de Grazzini y Videla, donde en su mejor producción goleó a Belgrano y se quedó con el primer puesto de la zona B de la Copa de la Liga.

Bienvenida esta actuación porque es un punto a favor de la dupla técnica, que volvió a hacer de Racing un equipo intenso de presión alta, con movilidad, precisión y contundencia, que lo convirtió en el dominador absoluto del encuentro, lo que lo llevó a generar buenas jugadas y a concretar cuatro excelentes goles.

Y en esta instancia, eso ilusiona, porque recupera parte de la confianza perdida, sabiendo que puede volver a ser ese equipo que era respetado por su juego, sobre todo cuando está a tres partidos de lograr una Copa que lo clasifica a la Libertadores.

Hubo muchos puntos altos en el equipo, pero eso también pone de alguna manera en jaque a la dupla técnica, sobre todo en defensa, no en los laterales donde Mura estuvo seguro al igual que Rojas, quien además fue el gestor del primero de los goles con su acertado centro atrás, sino en los centrales, porque las muy buenas actuaciones de Rubio y Colombo, sobre todo este último, le generan mínimamente un problema, porque ahora tendrán a disposición a Sigali y a Piovi.

Otro inconveniente estará en la zona de volantes, donde por suerte Moreno volvió a brillar como en sus mejores momentos y Nardoni, no solo marca y presiona, sino que pisa más seguido el área, pero la lesión de Baltazar Rodríguez preocupa, (a mi gusto es el jugador que a través de sus movimientos y su desenfado le da al equipo el ritmo que le faltaba para ser más agresivo ofensivamente) y seguramente será todo un problema, porque Almendra, aparentemente su reemplazante, por ahora parece seguir teniendo una cadencia distinta.

Quizás donde menos dificultades tengan es en la delantera porque fueron de lo mejor, Juanfer determinante con sus pases y sus dos golazos mientras Hauche y Ojeda, también de gran partido, sellaron su gran noche con el primero y el último de los goles.

Evidentemente los cambios en el segundo tiempo hicieron que el equipo esperara más a un Belgrano que, también ya clasificado, iba a salir a buscar, pero Racing supo controlarlo y sorprenderlo a través de la velocidad de Ojeda, de la capacidad de Juanfer y de la claridad de Veccchio, concretando en esta etapa los dos goles finales, en un partido donde el juego y el resultado estuvieron en la misma sintonía, porque una cosa llevó a la otra y se conectaron naturalmente a través de una idea.

Ahora llega la primera final y como hincha espero que el domingo en Salta, el equipo vuelva a mostrar esas virtudes que volvieron a tomar vida anoche, las que seguramente pueden volver a darnos otra alegría.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.  

domingo, 12 de noviembre de 2023

El resultado es positivo, pero Racing no mejora

Desde el punto de vista del triunfo y frente a un rival que venía en levantada, este Racing desacostumbrado a ganar pudo lograr una victoria y mantener el arco en cero, pero sigue siendo un equipo inofensivo y sin una idea clara de juego.

Sorprendió con el esquema de tres en el fondo, cinco en el medio y dos delanteros, pero creo que lo que más llamó la atención fue la presencia de Pillud de titular y en una posición de central, junto a Colombo y Piovi, contingencia que llevó a Jonathan Gómez. a desdoblarse para jugar en ese lateral,  teniendo a Martirena, Rubio y Mura.

Pero bueno, en este Racing donde todo es posible por ahora nada cambia, porque sigue siendo un equipo tedioso y repetitivo en su juego sin idea, sin intensidad y sin movilidad por lo que todo se limita a esa inaudita de toques intrascendentes entre los mediocampistas y la línea de fondo que los lleva a la nada misma, esperando alguna acción individual como realizó Baltazar Rodríguez, un chico con otro ritmo que cuando en su campo recibió de Moreno decidió hacer algo distinto y fue ir al frente, siempre mirando el arco de Lanús, buscando entre amagues el espacio que le permitió sacar un gran remate antes de pisar la medialuna y convertir el golazo que puso en ventaja al equipo y lo ayudó a salir de ese soporífero juego en el que se encontraba.

Lanús no incomodaba demasiado, pero las pelotas paradas que siguen siendo un drama para Racing, son para los equipos de Zielinski una de sus mejores armas y Lema estuvo a punto de empatar pero por suerte su cabezazo dio en el travesaño.

El partido se fue enrareciendo y los roces fueron aumentando, hasta que en los minutos finales se dan dos situaciones que iban a cambiar definitivamente el partido, la primera es cuando Roger Martínez  y Canale van a buscar una pelota larga adentro del área y en la disputa el delantero racinguista recibe un codazo del central granate, que el VAR comprueba y Rapallini debe aceptar que es penal para Racing y expulsión del jugador de Lanús, pero esto no iba a finalizar así porque Roger seguía siendo el blanco de todos los jugadores rivales y antes de ejecutarse la pena máxima, Lema con una reacción infantil golpea con el codo al colombiano, contribuyendo a que el local se quedara con dos jugadores menos.

El penal ejecutado por Piovi, esta vez con éxito, le daba a Racing un segundo gol, resultado que vistas las cosas, podía ampliarse a una cifra mayor en el segundo tiempo, donde muchos pensamos que Roger Martínez  podía haber sido reemplazado para no ser víctima de alguna búsqueda que lo llevara a una expulsión, pero se me ocurre pensar que quizás no quiso salir para no dar imagen de tener miedo y la lesión posterior (el tiempo dirá si fue verdad) pudo haber sido una salida más consensuada, pero que dejaba al equipo sin un hombre de área (aunque siempre lo critique considero que debía haberlo hecho Romero) pero sin embargo en su lugar entra Vecchio.

Y entonces sucede algo que a mí me llama la atención y es que Racing como si algo lo contuviera (por temor a que le hagan un  gol o como si hubiera sido el responsable de que le hayan expulsado a dos de sus jugadores), ante un impotente Lanús que solo alentaba al Pepe Sand, comienza a realizar una tarea de tenencia haciendo circular la pelota como en un entrenamiento, cuando en realidad debió ir por muchos más goles porque que como nunca, estaba todo dado para mejorar la diferencia de gol con Godoy Cruz y el resto de los equipos.

Rubio reemplaza a Pillud y Juanfer Quintero a Baltazar Rodríguez , pero nada cambió porque si bien Hauche tuvo una gran chance pero define mal, Racing continuaba siendo ese equipo que buscaba en la tenencia su seguridad, pero a veces por no encontrar en el área a quien dársela la perdía y entonces Lanús con nada, se acercaba a un Arias que sabía que en cualquier pelota parada podía sufrir problemas como le venía pasando en partidos anteriores, quien en un momento de detención del juego se acercó muy alterado a comunicarles alguna apreciación a la dupla técnica, porque esa inacción exasperaba, lo que indica que algo no está bien.

Entonces Grazzini y Videla envían a la cancha a Romero y a Ojeda por Gómez y Hauche, buscando más profundidad la que solo consiguió al final cuando Juanfer después de recibir de Vecchio  empala para Nardoni que picando entre los centrales al área le pega de aire, la tapa el arquero pero le queda para su cabezazo que es salvado sobre la línea y que va a los pies de Rojas que ensaya un fuerte remate que nuevamente desvía Acosta.

El resultado es positivo, pero Racing no mejora, porque sigue siendo un equipo timorato, desconfiado de su propio juego, que ganó por el gran gol de Baltazar y las corajeadas de Roger que lo llevaron a jugar un segundo tiempo con una gran ventaja, por lo que no se puede tomar en cuenta para catalogarlo de bueno, ya que teniendo todo a favor solo dejó pasar el tiempo y no arriesgó a buscar más goles, sin entender que un resultado más amplio nos podía asegurar estar en los play-off de la Liga y en la Sudamericana.

Hasta pronto.

lunes, 6 de noviembre de 2023

Un Racing sin “hambre de gloria”.

Lamentablemente este Racing no produce ningún sentimiento positivo, lo único que transmite es intranquilidad y esa sensación de que cada vez que lo atacan lo van a embocar, lo que por ahora termina siendo una triste realidad.

Aunque el equipo ya venía mostrando falta de confianza y una continua fragilidad defensiva con Gago, mal o bien había una idea, pero con Grazzini y Videla, Racing continúa teniendo los mismos problemas agravados porque no sabe a qué juega y el desorden se suma a la inseguridad.

Y la falta de orden se pudo ver ayer en un equipo que corría sin ton ni son y donde solo Vecchio mostraba precisión y cierta lucidez, ya que el resto de los jugadores fallaba en la mayoría de los pases, ejemplo Moreno, que estuvo llamativamente errático,  así y todo Racing estuvo cerca de marcar en un par de jugadas, pero en realidad en ese primer tiempo se lo vio desconcertado, ante un Central Córdoba ordenado que sí sabía a qué jugar.

En el segundo tiempo Racing salió con Ojeda por Baltazar Rodriguez, pero el partido no levantaba  y a los quince minutos Vecchio y Almendra ya mostraban signos de cansancio por lo que le dejan sus lugares al chico David González  y a Gabriel Hauche.

Pero Racing no le encontraba la vuelta a un equipo santiagueño que diez minutos más tarde tuvo la oportunidad de marcar a través de Kalinski, pero Arias con una gran intervención le tapa el remate y de la misma jugada nace la que ubica a Roger Martínez en el área y después de un enganche convierte el gol que le daba el triunfo parcial a la Academia, una victoria que de asegurarla lo metía en la Sudamericana y en los cuartos del torneo local.

Racing ganaba pero era un partido donde las cosas no le estaban saliendo bien y era el momento de darle más solidez  a lo defensivo, quizás conteniendo a los laterales y sumando a Colombo, pero Grazzini no solo demoró en los cambios, sino que reemplaza a Roger por Carbonero, -sin dudas un retorno muy esperado, pero que por lógica buscó no tener ningún roce- y entonces el equipo se fue quebrando cada vez más y aun ganando no supo pararse firme en el fondo para sostener ese importante resultado y en sus inseguros movimientos parecía advertirnos que iba a suceder lo que no queríamos que pase, pero que desgraciadamente ocurrió faltando cuatro minutos, cuando en un centro del rival todos los que defendían en el área estaban hipnotizados por la pelota, sin darse cuenta que a sus espaldas había un jugador solo quien finalmente conquistó el empate.

La respuesta a ese empate y que sonó como un grito de guerra la dio Arias al finalizar el encuentro cuando expresó que  “Si no sabemos aguantar un resultado esto es una mierda”… y otras cosas más fuertes, un mensaje no solo para sus compañeros, sino  también para un cuerpo técnico que debió tomar otras decisiones sabiendo las deficiencias que tiene el equipo a la hora de defender, pero no se vio la mano de Grazzini, que después admite refiriéndose al partido que “fue el que más les costó desde que llegaron y que además fueron premiados con un gol…” quizás una declaración dicha con honestidad , pero que no alcanza como respuesta para los hinchas que sentimos que esto es la consecuencia de los errores cometidos en el último año, algo que ya nos satura de solo pensarlo.

Racing viene sufriendo con todos los equipos, cualquiera sea su posición en la tabla y por más que los jugadores apoyen a Grazzini-Videla, es imposible continuar de esta manera dado que en el campo de juego no se vislumbra ese apoyo, por eso más que nunca hace falta un técnico confirmado, pero no creo que suceda estando a solo dos fechas de finalizar la clasificación a cuartos en el torneo.

Pero lo que está sucediendo indica claramente que este es un Racing sin “hambre de gloria”, porque la gloria es ganar todo lo que juega y hace tiempo que no viene mostrando ese deseo, esa ambición que debe tener todo equipo que se considere grande y que debe estar fijada en la cabeza de todos sus dirigentes, de los de ahora y los del futuro y debe ser el mensaje para la secretaría técnica, el cuerpo técnico y los jugadores.

Lamentablemente hasta ahora no hay señales que marquen esa dirección y esto no solo los está llevando a no triunfar en los torneos locales, sino también a no participar de los torneos internacionales que además de premiarlos económicamente, los llenaría de prestigio.

Hasta pronto.

 

jueves, 2 de noviembre de 2023

Un punto que deja diferentes sensaciones.

Racing parece no saber aprovechar las oportunidades que le dan los torneos para posicionarse mejor y anoche frente a Defensa y Justicia fue una muestra más de esas situaciones, porque de ganar habría trepado a la cima de la zona.

Una lástima realmente porque en el primer tiempo que arrancó ganando con el gol de Hauche al minuto de juego, Racing durante más de veinte minutos mostró lo mejor desde que está la dupla técnica.

Con una buena tarea donde se destacó Almendra, fue dominador en un buen tramo de esa primera etapa donde tuvo un par más de situaciones para aumentar el tanteador pero no logró hacerlo, lo que le dio a Defensa y Justicia la posibilidad de ir recuperándose ante un Racing que volvía a cometer los mismos errores de siempre en defensa y de esa forma llegó al gol a través de Pratto, que sin marca recibe un centro y con un cabezazo que pasa por debajo de un Arias empata un partido que era muy abierto porque ambos necesitaban ganar.

Es evidente que Racing da muchas ventajas en defensa y eso se puede observar en la fragilidad que hoy muestra la línea de fondo, pero más que nada sobre la izquierda  donde Rojas viene siendo superado con facilidad y Piovi en muchas de sus intervenciones da la sensación de “sobrar” la jugada y eso muchas veces lo lleva a perder la pelota.

En el segundo tiempo Racing volvió a tener algunas ocasiones como para aumentar, la más clara a los diez minutos, cuando una pelota mal rechazada por un defensor local habilita a Hauche y lo deja mano a mano con el arquero, pero insólitamente la desperdicia, después pudo ser Almendra y luego Baltazar , pero Defensa a través de los cambios hizo que el partido se habrá del todo  y se acercó a Arias a través de un remate de Barbona  y otro de “Uvita” Fernández  que dio en el travesaño, lo que llevó a Grazzini introducir modificaciones.

Hauche le dejó su lugar a Gómez y Baltazar Rodríguez a Vecchio, que cuando entra es como el equipo encuentra en él a un guía, un poco más tarde Almendra le dejó su lugar a Juanfer, que ahora parece estar enojado con el mismo al no encontrar su posición.

Y el partido comienza a ser de otra manera para este Racing que en su deseo de ir a buscar el triunfo comienza a desordenarse peligrosamente, como le pasó a los a los 27 minutos, cuando Moreno en su entusiasmo de sumarse al ataque comete el error de ir a buscar una pared en la puerta del área rival, en lugar de tocar para no perder su posición en la zona de volantes a sabiendas de que el equipo estaba muy lanzando ofensivamente y había dejado solo a dos hombres en defensa, dándole al local el contragolpe que esperaba para ponerse en ventaja, situación que viene siendo una constante durante el presente año.  

Pero minutos más tarde en un centro sobre el área rival un defensor comete penal, dándole a Racing la posibilidad del empate, pero se vuelve a repetir una situación que indica que interiormente todavía hay puntos oscuros, porque  se sigue discutiendo quien es el ejecutor de penales y se puede observar como Vecchio – que quizás debió patearlo porque Piovi vino errando-  discute con el defensor académico quien finalmente lo hace con un remate fuerte al mismo lugar de siempre y este es rechazado por el arquero, hacia donde estaba adelantado Quintero para meterla en el arco, convirtiendo un gol que luego sería bien anulado, otro tanto tirado a la basura por alguna controversia interna que no ayuda para nada.

Golpeado y decepcionado como seguramente todos lo estábamos, Grazzini intenta un último cambio y Nardoni es reemplazado por Romero, quien va a intervenir en una última jugada, la mejor de Racing en el partido, donde después de la recuperación de Mura, la tocan Moreno, Quintero, Vecchio, Gómez y Romero quien termina asistiendo a Vecchio en el área, para concretar el gol del empate con un toque de los que saben.

Esto me hace pensar que ante la falta de contundencia ofensiva que tiene este Racing actual,  quizás Emiliano Vecchio no debería desgastarse en la zona de volantes y si jugar cerca de Roger Martínez , para de esa manera estar más cerca del arco, porque es evidente que sus intervenciones en el área son mortales para los arqueros rivales.

Baltazar Rodríguez, debería continuar como titular porque aporta gol, entrega y movilidad ya que si bien muestra su categoría de jugador, Roger ha bajado su nivel y por momentos es como si jugara un partido individual mientras que Hauche que estuvo atento en el gol, es una alternativa que no consigue afirmarse.    

Racing logró un punto que deja diferentes sensaciones, porque si bien puede considerarse importante ya que le permite seguir a la expectativa, no deja de ser crítico ya que sigue dando claras señales de que hay que algo hay que cambiar para solucionar el desorden y los graves problemas defensivos que lo llevaron a ser el equipo con más goles en contra.

Solo restan tres partidos donde el empate no sirve de mucho, por lo que hay que ir por los triunfos.  

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

 

miércoles, 25 de octubre de 2023

Vecchio fue una brisa de puro fútbol.

Había que ganar y se ganó,  no para que continúen Grazzini y Videla, sino para ver si este triunfo ante Boca puede ser la señal de que el equipo va a reaccionar y que los hinchas podamos volver a confiar.

Pero el equipo en el primer tiempo se mostró lento y falto de ideas ante un Boca que cuando Racing tenía la pelota, retrocedía esperando recuperarla para después jugarla rápido a espaldas de Mura y de Rojas, obligando a Sigali, de floja actuación y a Piovi a salir a los costados, donde más de una vez quedaron expuestos y de esa manera tuvo algunas situaciones que de concretarlas, hubieran sido casi una sentencia.

El medio campo no llegaba a generar jugadas de riesgo, porque Jonathan Gómez y Nardoni, no tenían claridad en sus pases ni se ofrecían como opciones en el área,  Juanfer que viene bajando su rendimiento, -a mi modesto entender porque no encuentra una  posición que lo favorezca-, perdía más de lo que ganaba y solo pudo abastecer una vez a Roger en el área, pero su remate lo cubrió bien Romero, por lo que la esperanza estaba puesta en Baltazar Rodríguez, el único que con su movilidad podía sorprender y estuvo cerca, la primera vez después de un gran pase de Piovi y la segunda después de una jugada enredada donde con su remate exigió al arquero boquense.

En el segundo tiempo la exigencia de la gente llevó al equipo a soltarse un poco más y en buena jugada colectiva Gómez por derecha envía un centro que es rechazado, pero que le llega a Moreno quien remata desde fuera del área, pero logra contener Romero.

En su afán de ir por esa victoria tan necesitada, Grazzini sorprende reemplazando a Quintero y Gómez por Vecchio y el chico Ojeda, es decir claridad e intensidad por confusión y pasividad, pero ese riesgo de ir ante un Boca que seguía esperando, le hacía dejar espacios para los delanteros boquenses y el partido se hizo de ida y vuelta.

Minutos después de que Roger, en una de las pocas veces que pudo ensayar una maniobra, remata con fuerza pero por sobre el travesaño, Racing consigue el gol cuando un centro de Mura no puede retenerla Martínez,  pero Almendra (que había entrado por Baltazar Rodriguez ) que acompañaba la jugada la toca para Vecchio que ya pisaba el área quien la acomoda con su derecha para después ponerla junto al primer palo.

Gran gol de Vecchio para desatar la locura en el Cilindro y bienvenido sea este jugador que sabe lo que hay que hacer, afuera y adentro del área, que si bien pareciera que todavía le falta físicamente, su inteligencia y su talento hacen que generalmente marque la diferencia.

Quizás por la imperiosa obligación de ganar el equipo retrocedió demasiado, en contraposición a Boca que salió del fondo y estuvo dos veces a punto de conseguir el empate, situación que llevó a  Grazzini a realizar dos cambios, que me llamaron la atención los que entraban, pero más los que salían, Pillud y Colombo por Moreno y Roger, para defender con seis atrás, conclusión: nos quedamos sin alguien que aguante la pelota adelante y sin el volante central, quizás pensando que todo se resolvería en el área académica.   

Pero esos cambios no solo le permitieron a Boca hacerse más fácil de la pelota, sino que condujo a Racing a una desesperación defensiva que lo llevaba a rechazar a cualquier lado, como le pasó a Piovi sobre la derecha, (posición donde debía estar Moreno), quien en su afán de rechazar la pelota, esta se desvía y le queda a Saracchi sobre la izquierda, quien lanza un centro rasante que van a buscar Sigali y Arias, pero que por distintos motivos ninguno logra sacarla y la grave falla de ambos, le permite a Merentiel convertir el empate.

Un empate que puso mi corazón al borde del infarto y a la puteada a flor de labios, porque prácticamente no quedaba nada por jugarse, pero la vida que te quita muchas cosas, también te sabe dar y en una jugada donde Pillud por la derecha elude bien a Medina, este le comete infracción, dándole a Racing un tiro libre que Vecchio ejecutó perfecto y que Sigali, alejado del grupo principal, fue a buscar con todo para con un fuerte cabezazo derrotar a Romero, mostrando el desahogo de esa aflicción que llevaba guardada en un gran festejo por todo el campo con el resto de los jugadores, al mismo tiempo que el Cilindro explotaba de alegría.

En una noche caliente Vecchio fue una brisa de puro fútbol y se pudo volver a disfrutar de una victoria  emocionante por cómo se dio, pero los dirigentes deben volver a la realidad para saber dónde está y para que está este Racing con técnicos interinos, porque este triunfo, que ojalá sirva y mucho para ir recuperándose anímicamente, también puede llegar a ser muy pasajero, por lo que creo que hay que contratar un técnico importante, porque el plantel necesita saber quién va a ser su nuevo guía en la búsqueda de su verdadera identidad.

Nadie lo debe culpar a Grazzini que con honestidad sigue diciendo que están para ayudar, pero eso tiene otra lectura y es que saben que no se sienten libres de tomar decisiones importantes dentro del grupo, porque los dirigentes a él y a Videla no los confirman y ahora llega un tiempo donde hay que resolver muchas cosas porque no solo está la clasificación a alguna copa y pelear el campeonato de la Liga, también hay que determinar quienes se quedan y quienes se van.

Es verdad que un técnico nuevo no asegura nada, pero hay que pensar que el que llega necesita ir trabajando con el plantel, ahora si los dirigentes piensan seguir con Grazzini y Videla hasta fin de año, que salgan públicamente a decirlo para darles más confianza,  porque no se puede ir partido a partido a ver qué pasa, pero que entiendan que eso los va a llevar también a poner la cara si Racing no logra nada de lo que se propone.

Es realmente una encrucijada, pero los dirigentes son elegidos para tomar decisiones.

Hasta pronto.

viernes, 20 de octubre de 2023

Urgente un técnico definitivo.

Racing está frágil mentalmente y eso lo lleva a jugar “timorato” ante cualquier rival, porque hace tiempo perdió la poca confianza que tenía. 

Ante un Sarmiento preocupado que lo único que hacía era esperar, este Racing que se ha convertido en un equipo tímido y pasivo, que no supo darle intensidad ni cambio de ritmo al juego aunque tuvo la tenencia de pelota y entonces el pase atrás se volvió una constante, -incluso hasta algunos groseros hacia el arquero-, rutina que lo terminó adormeciendo y llevándolo a cometer errores como en el gol, que el equipo de Junín consigue teniendo con un hombre menos, un tanto que actuó como una cachetada, que sirvió para despertarlos y para hacerles ver la verdadera realidad de lo que le está pasando.

Una realidad que a los hinchas nos preocupa, aunque  a los dirigentes parece que no tanto, con la sensación de que ha entrado en una etapa de cierto pánico y la imagen que deja el equipo es que a la deriva y sin fuerza anímica, deambula sin saber qué hacer en el campo de juego, lo que lo llevó a perder la ambición de ganar.

El segundo tiempo fue distinto, pero el estar con un hombre de menos agrandaba anímicamente a un Sarmiento que para sostener su ventaja se multiplicaba en defensa contando  con un Devecchi que se convirtió en figura, pero así y todo el resultado final si bien fue justo fue obra de un milagro que hizo realidad Baltazar Rodríguez, un chico que ya debe ser titular, porque siempre genera algo distinto y además ahora le suma goles.

Pero es evidente que por más que se comunique o que se sugiera que todo está bien, los flojos desempeños de la mayoría de los jugadores es una señal inequívoca de que algo no funciona y este empate no oculta el muy mal momento de un equipo que aparece como desorientado y desganado, con el agravante de ser dirigido por un cuerpo técnico respetado pero sin la autoridad necesaria por su condición de interino, situación que demanda una rápida intervención de la CD para contratar urgente un técnico definitivo y darle a Racing una conducción seria de aquí en adelante.

Hasta pronto.


lunes, 9 de octubre de 2023

Nada ha cambiado.

Frente a Platense Racing volvió a mostrar que todo sigue igual y con su impotencia y desconcierto dejó escapar una nueva oportunidad para seguir siendo líder en zona.

El interinato de Grazzini-Videla no dejó nada positivo en su primera conducción del equipo, lo que parece dejar en claro que cuando se asume esa especie de “suplencia” mientras se busca otro técnico, no se intenta cambiar nada porque sabe que no hay futuro, solo hay que dejar que el tiempo pase.

La alineación del equipo y su forma de juego lo demuestran ya que es como si hubiera seguido Gago, aunque llamó la atención que no hayan convocado a Vecchio, Miranda y Almendra, especialmente a este último que con el técnico anterior venía teniendo minutos.

Racing salió a la cancha cargando sobre sus espaldas la derrota en el clásico y la salida de Gago, pero intentó sobreponerse con ganas y en los primeros minutos del partido anduvo merodeando el área calamar, aunque después de la injusta sanción de un penal, donde el VAR cambia la decisión de Herrera, Platense se pone en ventaja a través de  Castro, volvió a transitar momentos de confusión ante un rival que le planteó el partido como lo hacen la mayoría de los equipos que vienen al Cilindro, esperar bien agrupados y darle a la Academia el balón, esperando recuperar alguna pelota para salir rápido de contra a los espacios que iba dejando la línea de fondo a sus espaldas.

Y el equipo comenzó a tener mucho la pelota, con los centrales pisando campo contrario estableció un dominio casi total, pero que moría al borde del área rival, porque Martirena y Rojas no encaraban ni lanzaban un centro, Nardoni, Moreno y Gómez ahogados en esa zona vivían desperdiciando pases, Ojeda sin su gambetea solo retrocedía, Juanfer era el único que podía ubicar un buen pase pero no encontraba quien se le moviera mientras Roger queriendo salir del encierro bajaba demasiado, así que todo era un volver a empezar desde la mitad de cancha con Sigali y Piovi.

Por lo repetitivo ese primer tiempo terminó siendo monótono y para la segunda mitad Rubio reemplaza a Martirena y Hauche a Ojeda para ver si podía mejorar en ofensiva, pero en realidad lo que lo llevó a tener un par de oportunidades  fueron las encaradas de Gómez y un remate suyo como otro de Moreno estuvieron cerca de ser goles, pero de un córner a favor, un rechazo, una apertura a Rubio y este que se equivoca en el pase a Juanfer, lo que le permite a Castro sacar un pelotazo desde su campo para que Rius sobre la derecha envíe un centro a la cabeza Ronaldo, que solo en el segundo palo convierte el segundo gol de Platense, un golpe de K.O  para un Racing que sigue teniendo los mismos errores defensivos que viene arrastrando hace tiempo.

Racing tuvo una oportunidad para descontar cuando Gómez en el área levanta una pelota y Lozano estira sus dos manos hacia adelante deteniéndola y cometiendo un claro penal, pero nuevamente Herrera y el VAR coinciden en que no ampliaba el volumen de su cuerpo y le niegan la posibilidad.

La bronca de los hinchas iba en aumento y  la desesperación se fue adueñando de un equipo que sigue sin dar respuestas, desde adentro y desde afuera, porque si bien los jugadores son responsables de mucho de lo que les pasa, deja en claro que el técnico interino no tiene peso sobre el plantel y solo se dedicó a realizar los cambios de rutina como para cumplir, alguno tardío como el de Baltazar Rodríguez, quien con una gran definición convirtió el descuento para terminar dejando la triste imagen de que nada ha cambiado, por lo que necesita contratar en forma urgente un técnico líder para el manejo del grupo, que se gane el respeto de sus jugadores y que con su convicción imponga una idea de juego que pueda llevarlos a recuperar la confianza y las ganas perdidas.

Sobre el hincha quiero decir que cuando es socio contribuye con la economía del club, pero fundamentalmente es el respaldo anímico del equipo y ese amor incondicional a la camiseta y al escudo lo lleva a expresar sus sentimientos de distintas maneras y si gustan sus cantos y su aliento permanente en las victorias, también hay que aceptar sus broncas en las derrotas, sabiendo que el dolor los lleva a manifestarse a través de palabras no tan agradables, pero que solo reflejan su pasión por Racing, por eso pienso que hay que saber escucharlo, sobre todo cuando se coincide en el reclamo.

Enrique Santos Discépolo en la película “El hincha” dijo una gran verdad. 

“¿Qué sería de un club sin el hincha?, ¡sería una bolsa vacía!” “El hincha es el alma de los colores, ese que no se ve, ese que da todo sin esperar nada, ese es el hincha…”

Hasta pronto.

domingo, 1 de octubre de 2023

Una despedida fantasma.

Perder un clásico nos lleva a los hinchas a cambiar nuestro estado de ánimo y a vivir con bronca y desencajados los días posteriores, pero el de ayer además finalizó con la renuncia de Gago, un técnico que no entendió que después de tener muchas bajas desde el principio de año, debía dejar de lado su terquedad y adecuarse a una manera distinta de plantear los partidos.

El año anterior, a pesar de frustraciones como la de perder con River de Uruguay (un empate aseguraba la continuidad en la Libertadores) y con Agropecuario en la Copa Argentina, en la tabla anual Racing (junto con River) fue el equipo con más goles a favor, con menos goles en contra y con menos partidos perdidos, pero además con la posibilidad de salir campeón si Gago hubiera intervenido a la hora de patear el penal que llevo a cabo un “recién llegado” como Galván (es cierto que también fueron responsables los “capitanes”).

Ese equipo aunque daba ventajas en defensa, no recibía tantos goles porque ejercía un gran dominio sobre sus rivales a través de la tenencia de la pelota, de su intensidad y su contundencia ofensiva, pero al desmantelarse, por ventas y/o lesiones, después de ganar las dos copas frente a Boca, se sumó la lesión de Carbonero y fue perdiendo todo el poderío del medio campo y de la delantera, que le daba sustento a su idea.

Porque Blanco y Cía no le quisieron traer refuerzos importantes o porque Gago aceptó lo que le ofrecían, las incorporaciones nunca llegaron a rendir, por lo que este año sin la tenencia, claridad, intensidad y contundencia de aquel del 2022, su Racing que seguía dando las mismas ventajas en defensa, nunca pudo jugar bien dos partidos seguidos mientras los rivales se agrandaban más, porque sufrían menos.

Entonces llegaron los goles que derivaban en derrotas y en lugar de replantearse modificar su sistema de juego, Gago continuó empecinado con su idea ofensiva,  pero sin los interpretes adecuados  de a poco se fue desmoronando.

Eso fue llevando a los jugadores a perder la poca confianza que les quedaba y aunque por momentos pareció que había una levantada, sobre todo con la llegada de las últimas incorporaciones, todo fue efímero, porque el desorden, la falta de actitud y la confusión volvían a hacerse presentes en los últimos encuentros, respaldando a jugadores que solo él les veía cosas positivas.

Gago con su obsrinación se fue metiendo en un laberinto del que quería salir con conceptos a veces inentendibles, mientras algunos veíamos que en realidad el equipo no tenía respuestas ni futbolísticas ni anímicas y en situaciones críticas como la de anoche, donde un Cilindro colmado y un aliento impresionante recibió a su Racing, este volvió a defeccionar porque nunca supo cómo jugarle a un rival que desde el vamos solo esperaba que Racing cometiera errores en defensa, como los que llegaron como consecuencia la desinteligencia que había en las marcas, mientras un técnico entregado nunca pudo encontrarle la vuelta a lo que le proponía Tévez con su Independiente.

Un final descontrolado llevó a Gago a decidirse por una despedida fantasma la que no hace más que confirmar que su renuncia era su única respuesta a esta nueva frustración que formó parte del combo negativo del año y a las muchas preguntas que seguramente le harían los periodistas en la conferencia de prensa, la que consecuente con su personalidad terminó evitando.

Por su parte la Comisión Directiva con Blanco a la cabeza y el plantel, como corresponsables de la floja campaña de este año, deberían reunirse para hacer una autocrítica real y sincera sobre lo que les pasa y lo que vendrá, porque hay que contratar el nuevo técnico, sabiendo que los equipos son un reflejo de su idea, pero especialmente de su carácter y de su fuerza anímica para liderar el grupo.

Hasta pronto.

martes, 26 de septiembre de 2023

Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda.

Con desesperación y de arremetida Racing sobre el final rescató un punto en su visita a Mendoza y continúa liderando la Zona B de la Copa de la Liga.

Con un Racing que casi sorprende de entrada, por una buena trepada de Rojas que descarga para Martirena y su centro es dejado pasar por Rojas para que Roger quizás apresurado, remate apenas desviado, un arranque interesante pero increíblemente el equipo fue perdiendo intensidad y como si estuviera previsto todos entraron en un estado de adormecimiento que los llevó a tener movimientos lentos y a  lateralizar o tocar hacia atrás, lo que le permitió crecer a Godoy Cruz.

Alguna causa los llevaba hacer generalizada esa manera de jugar, especialmente a no exigirse, podía ser el clima, el campo de juego… pero sin saber a ciencia cierta, me inclino a pensar que todo pasó porque Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda y en lugar de estar mentalizados para ganarle a Godoy Cruz, sus cabezas estaban pensando en lo que se viene el próximo sábado en el Cilindro, donde van a tener que poner el cuerpo y el alma para ganar ese partido.

Y Godoy Cruz lo comenzó a incomodar a Racing con centros cruzados donde un Arias alterado por que el equipo no reaccionaba no solo se desesperaba dando indicaciones, sino que hasta tuvo que salir a cortar un avance cerca del córner.

Esa casi despreocupación por el juego llevó al equipo a un desorden inevitable porque a partir de los veinte minutos los intentos ofensivos de Godoy Cruz se hicieron incontrolables para la línea de tres armada con los chicos Rubio y Kozlovsky junto a un Piovi que juega como un distinguido, pero comete errores como un amateur, con el agregado de que sufrían la falta de contención en el medio campo, donde un Jonathan Gómez enredado y un Nardoni intenso se veían confundidos al igual que Martirena y Rojas, con el agravante de que Quintero no participaba, Ojeda solo tocaba hacia atrás y Roger Martínez aislado, era el único que en algún que otro control mostraba su calidad, aunque tampoco estuvo acertado en sus intervenciones.

Con una falta total de respuestas Racing pudo finalizar ese primer tiempo con un empate pero mostrando una pobre imagen, cuando todos esperábamos ver a un equipo que iría por la victoria que lo colocaba en una mejor posición en la tabla.

En el segundo tiempo y seguramente para buscar más equilibrio en la mitad de cancha Gago reemplaza a Rubio con Almendra, esto hacía suponer que  Martirena y Rojas pasarían a formar una línea de cuatro en el fondo, pero no fue así, porque a partir de allí Racing dejó atrás a Kozlovsky y a Piovi solos, por lo que comenzó a jugar al borde del abismo.

Y a los tres minutos un error Almendra y de Kozlovsky, llevan a un Arias enloquecido, a dejar el arco para ir a disputar la pelota fuera del área, pero es superado y con el arco desguarnecido la pelota le llega a Muñoz que por suerte remata afuera.

Pero todo parecía ser cuestión de tiempo y unos minutos más tarde, una pelota larga desde el fondo mendocino deja a Allende sobre la derecha mano a mano con Piovi quien llegando al área en lugar de hacerlo ir para su pierna hábil, lo va a buscar como para en forma grotesca taparle un remate, que el jugador del local transforma en un enganche hacia adentro, haciéndolo pasar de largo para luego convertir con un remate al segundo palo, un gol que dejaba en decisiones que no se entienden, porque dejar mano a mano al chico Kozlovsky y a un Piovi que marca cada vez peor, me parecía un suicidio.

Minutos más tarde Oroz reemplaza a J. Gómez y el equipo después de recibir ese cachetazo comienza a despertarse como  dándose  cuenta de que no era positivo ir a jugar el clásico con una derrota en sus hombros y Martirena finaliza una jugada que inicia Quintero, continúa Almendra y Roger la abre para el lateral que saca un fuerte remate pero se va por sobre el travesaño, un par de minutos después otra vez los mismos intérpretes con el agregado de Rojas que remata también alto.

Era evidente que el gol en contra sirvió para hacer reaccionar al equipo, para salir de ese extraño letargo y también para demostrar que Almendra por su juego, su inteligencia y su claridad es un jugador que debe integrar el equipo titular.

Faltando veinte minutos un planchazo de Galdames sobre el tobillo de Nardoni, deja a Godoy Cruz con un hombre menos, algo que sin dudas le daba una ventaja a este Racing de Gago  que estuvo a punto de empatar a través de Roger Martínez, pero que a mi modo de ver, tardó en hacer entrar a Hauche, que reemplazó a Martirena.

Minutos después Hauche para Juanfer y este para Oroz, que sobre la derecha en el área, gira y de zurda la pone sobre el segundo palo, pero la pelota pega en el travesaño, todo era de Racing, pero le faltaba el toque final que llega sobre la hora, cuando Rojas habilita a Roger sobre la izquierda afuera del área quien enganchando hacia adentro paralelo a la línea de fondo saca un remate que parecía un pase, raro, que se clava junto al segundo palo sorprendiendo no solo al arquero sino también a Gago.

Un empate que le daba fuerzas anímicas para lograr algo más que casi llega al minuto y medio de descuento cuando Rojas después de varios rechazos la mete de zurda, pero a pedido del VAR el gol es anulado por estar Hauche apenas adelantado cuando recibe sobre la derecha.

Ahora si a pensar solo en el sábado para ganarle a Independiente, con un Cilindro colmado que alentará como siempre, esperando ser correspondido por los jugadores en el campo de juego.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

viernes, 22 de septiembre de 2023

El gol que nos devolvió la vida.

Racing con un buen segundo tiempo justifico el triunfo que le permite convertirse en el único líder de la zona B de la Copa de la Liga.

Antes de entrar en lo que me pareció el encuentro, me quiero referir al tema de los insultos al final del mismo y si bien no me parecen justas las recriminaciones hacia jugadores, técnico o directivos, como bien reza la frase “El corazón tiene razones que la razón ignora” y la pasión por el futbol tiene que ver con el corazón, por eso a veces la gente se transforma en una cancha de futbol y de acuerdo a lo que suceda en el partido festeja y canta o se enoja y grita hasta el insulto, expresiones que al fin y al cabo manifiestan sentimientos ante lo que más amamos.

Yo a mis 80 años sigo siendo hincha y amando a Racing como el primer día y en este modesto blog desde el 2009, donde como un ejercicio mental busco expresar en palabras lo que siento al ver cada partido, siempre he tratado de ser  cauto en los elogios y respetuoso en las críticas.

Bueno, ahora vamos al partido ante Newell’s y lo primero que digo es que en ese primer tiempo me pareció ver el juego de los errores, quizás porque la lluvia magnificó la imprecisión y aceleró la velocidad de la pelota, ya que no solo se hacía difícil controlarla, sino también realizar un pase correcto.

Gago apeló nuevamente a Colombo, Sigali y Piovi para la línea de tres en el fondo, ahora con Martirena como lateral por derecha y Rojas por la izquierda, opciones para  Nardoni y Gómez que desde el medio respaldaban a un Juanfer Quintero, que errático e impreciso nunca pudo asisitir bien a Hauche y fundamentalmente a Roger, por lo que el desencuentro hizo que todo quede en solo en buenas intenciones.

Así y todo hubo posibilidades para los dos equipos, como la que Roger presionando al último hombre de Newell’s se hace de la pelota y queda mano a mano con Hoyos,  donde quizás podría haber definido, pero eligió eludirlo y lanzar un centro atrás que no llegó a destino y también como la que minutos después tuvo el equipo rosarino cuando Ferreira remata desde la puerta del área, pero Arias respondió en gran forma.  

El partido en esa primera parte fue muy intenso por parte de Newells que buscó con su presión sorprender a Racing y ese desgaste físico pareció sentirlo en la segunda etapa, al mismo tiempo que la Academia iba creciendo en su juego a través de jugadores que a mi modesto entender, no habían tenido un rendimiento como Jonathan Gómez, que cambió su enredo y confusión del primer tiempo por un tocar más rápido y estar más certero en los pases, para después buscar sorprender en el área al igual que Nardoni, que a los ocho minutos casi convierte aprovechando un error de Hoyos, mientras que el equipo rosarino solo parecía buscar en una pelota larga un error del fondo académico, como pasó minutos después lo tuvo Portillo con un remate que Arias desvía al córner.

A los veinte minutos Gago hace un cambio inesperado, no por quien sale porque en realidad el “Demonio” Hauche no había rendido, sino por quien lo reemplaza otras opciones en el banco elige a un “sorprendido” Romero.

Racing iba con todo a buscar el tan necesitado triunfo para liderar la zona y Martirena, aún con errores, era una tromba por la derecha, mientras Rojas con sus diagonales al centro del área también complicaba por la izquierda, pero faltaba el ultimo toque y a los 26 minutos, Piovi adelantado anticipa en campo contrario, la pelota va a Roger que asiste muy bien a Quintero sobre la izquierda del área y este con claridad y sin desesperación la ubica para Gómez por el centro quien de derecha concreta el gol que ponía en ventaja a Racing.

Un par de minutos más tarde, Gago reemplaza a un Quintero bastante cansado por Almendra, mientras Heinze enviaba a la cancha a más delanteros buscando llevar peligro con lanzamientos largos y en uno de esos intentos Jonathan Gómez con gran esfuerzo rescata una pelota sobre la derecha y comienza una escalada en la que termina asistiendo a Roger quien con gran precisión asiste a Rojas en el área, pero su remate es tapado por Hoyos perdiendo Racing una nueva oportunidad.

Sobre la hora del segundo tiempo Sigali lesionado le deja su lugar a Nicolás Kozlovsky y Roger Martínez a Baltazar Rodríguez, para jugar los minutos de descuento en el que nada hacía presagiar lo que iba a suceder, que iba a modificar los ánimos de los hinchas de los dos equipos, esencialmente a los de Racing poruqe nos llevó a transitar en pocos minutos sensaciones de todo tipo.

Sobre los dos minutos de descuento una lanzamiento largo desde la mitad de cancha a la puerta del área académica lo van a buscar Colombo y May, al mismo tiempo que Arias, quizás llevado por la  responsabilidad de asegurar el triunfo también va a su encuentro, cuando no había necesidad con la desgracia de que nunca llega a la pelota que finalmente cabecea el delantero rosarino y va camino al arco,  sin poder ser rechazada por Kozlovsky, logrando un empate que no solo no merecía, sino que golpeaba fuertemente el corazón de los racinguistas y de un equipo que veía la tristeza y el desconsuelo del arquero académico.

Como se salía de esto, nadie lo pensaba, porque el empate se sentía como una derrota y faltaba nada, minuto, minuto y medio, cuando un rechazo de la defensa de Newell’s la recibe Colombo, quien envía un pase rasante para Almendra y cuando seguramente muchos, entre los que me incluyo, en alguna situación similar más de una vez habremos gritado “ponela en el área que termina”, con increíble frialdad gira y “tres dedos” le pone un pase extraordinario a Martirena, quien con entrega y convicción venía haciendo un surco por la derecha como si recién hubiera comenzado el partido y al recibir en el la adelanta y saca un gran remate que se mete entre Hoyos y el primer palo, concretando el tanto del triunfo con el gol que nos devolvió la vida a todos los racinguistas.

Una victoria esperanzadora que por sobre todas las cosas debe ser muy bien aprovechada por el cuerpo técnico y el plantel, como base anímica para convencerse de que se puede ser campeón.

Hasta pronto.

 

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

El plantel respaldó a Gago, los hinchas no.

Racing fue al Gasómetro a buscar un triunfo que pudiera calmar la bronca de los hinchas por la vergonzosa derrota en la Copa Argentina, pero ante un San Lorenzo que jugó con un hombre menos todo el segundo tiempo solo pudo lograr un insulso empate.

Como de costumbre Gago siguió sorprendiendo, esta vez haciendo debutar a Colombo junto con Sigali y Piovi conformando una línea de tres en el fondo, pero a mi modo de ver con un error que fue no ubicarle delante,  a un lateral o un volante más para que cumpla la misma tarea que realiza Rojas por la izquierda (quizás en lugar del “protegido” Romero), porque por esa falencia al ex Defensa y Justicia Barrios y Maroni lo complicaron bastante desde inicio llegando al penal que Girotti convierte en gol, el que no solo puso a San Lorenzo en ventaja sino que además le dio la posibilidad de jugar como más le gusta, es decir esperando con una muralla en el fondo y salir de contragolpe.

Pero además ese inconveniente provocó un desajuste en el medio campo porque Nardoni, desesperado, debía salir mucho a la derecha para cortar lo que generaban Barrios/Maroni y eso lo fue desordenando al equipo que ya que ni Oroz ni Quintero encontraban la forma de hacerse de la pelota, Rojas y Ojeda bien abiertos tampoco aportaban mucho porque ni recuperaban ni desbordaban y por el centro un Roger Martínez impreciso y un Romero desenchufado, (aunque siempre respaldado), hacían de este Racing en la previa muy ofensivo, un equipo inofensivo, que solo se acercó a Batalla a los veinte minutos con un remate de Juanfer, que pasó cerca del palo izquierdo y que fue como una señal de que en sus pies podía estar la solución.

A todo esto, mientras Arias respondía con seguridad y rapidez un mano a mano con Girotti, Racing comenzaba a ordenarse un poco y ante un San Lorenzo que se iba replegando cada vez más, comenzó a dominar las acciones, a tener más la pelota y hacerla circular mejor y en una jugada en la que intervienen Piovi, Roger, Rojas y otra vez Martínez, Juanfer la finaliza con un fuerte remate pero el mismo es cubierto por el brazo de Braida, situación por la cual Rapallini sanciona el penal, que finalmente es anulado por el VAR.

Había una mejor respuesta de Colombo, que fue creciendo en seguridad y en presencia, mostrando una gran personalidad, de Sigali y de Nardoni, quien en una jugada recibe un planchazo descalificador a la altura de la rodilla por parte de Rafael Pérez, finalmente expulsado por intervención del VAR.

Racing con un hombre más seguía acelerando y en el amplio descuento encuentra la igualdad, cuando Ojeda en su único desborde por la derecha mete un centro rasante centro hacia atrás que nadie toca, pero recibe Sigali a unos metros fuera del área, desde donde saca un remate impresionante clavando la pelota junto al palo izquierdo de Batalla, un golazo que encendía una luz de esperanza y el abrazo general con Gago como un gesto de apoyo del plantel al cuestionado técnico.

Era una obviedad que en el segundo tiempo San Lorenzo con un hombre de menos, iba a aplicar más que nunca su muy aceitado funcionamiento defensivo, tanto que Insúa reemplaza a Girotti ubicando en su lugar a Insauralde, un mensaje claro de que no le importaría que su rival tenga la pelota.

Racing se fue acercando a través del buen manejo de Juanfer Quintero, pero Ojeda en la derecha seguía sin imponer su gambeta y Rojas sobre la izquierda como extremo intentaba diagonales que no se concretaban  porque el pase no llegaba, mientras por el centro Roger, que parecía fuera de ritmo continuaba errático y Romero simplemente flotaba sin intervenir, por lo que solo lo intentaron Colombo y Piovi con remates desde fuera del área.

Pero Insúa reemplaza a Barrios por Peruzzi y como contrapartida a ese cambio Gago hace lo mismo con Colombo a quien reemplaza con Almendra y a los cinco minutos se genera lo que podía haber sido el triunfo cuando Oroz que levantó mucho en el segundo tiempo, recibe un centro pasado de Sigali dentro del área sobre la izquierda desde donde envía un centro rasante que supera al arquero en el primer palo y le llega Romero a centímetros de la línea, quien sin fe, sin convicción y sin la agresividad necesaria, permite que el defensor lo cuerpee y se pierde un increíble gol, que era para poner el cuerpo y meterse con pelota y todo adentro del arco…pero es Romero.

Racing continuó buscando el gol, Rojas, Ojeda y Juanfer Quintero fueron reemplazados por Martirena, Hauche y Baltazar Rodriguez quien junto con Almendra ejecutaron los dos remates que hicieron de Batalla la figura de San Lorenzo, todo lo demás solo quedó en intenciones.

El plantel respaldó a Gago, los hinchas no, porque si bien para el técnico fue importante recibir el abrazo de sus jugadores, para los racinguistas el empate tuvo sabor a poco, ya que el equipo sigue sin encontrar un mejor funcionamiento, con el agravante de que continua sosteniendo a Romero como titular, que en mi modesta opinión y tratando de ser respetuoso hacia ambos con mi pensamiento, su insistente e intolerante respaldo se ha convertido en una cuestión personal entre él y los hinchas.

Pero bueno, ahora que todo parece estar en paz adentro, ojalá que Almendra pueda jugar más tiempo al igual que Miranda, que Vecchio se ponga en forma y pueda sumarse cuanto antes, porque junto a Juanfer y a Roger son los que le pueden dar a Racing el toque de jerarquía en el juego que hasta ahora el equipo no alcanza a mostrar.

A ganarle a Newell’s el miércoles!

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Un resultado que puede acercar el final de un ciclo

Racing volvió a decepcionar en la Copa Argentina, con una actuación que volvió a mostrar la fragilidad del equipo, que disperso y sin reacción, nunca entendió que estaba jugando una final.

No hay mucho para decir de esta nueva frustración para los hinchas de Racing, porque una cosa es entender que se puede perder, pero otra es la manera que se llega a esa derrota, esta vez con una goleada que deja una imagen de debilidad que ya no sorprende, porque es repetitiva.

Con una defensa de puertas abiertas, donde Tagliamonte que pareció temeroso, estuvo lento e indeciso y donde Sigali y Piovi (parece que cuando hay ofertas la cabeza pasa a estar en otro lado) desconcentrados, al igual que Martirena y Rojas, parecían no darse cuenta de lo que se estaban jugando, le fueron dando toda clase de ventajas a los intentos ofensivos de Huracán.  

A todo esto el medio campo desordenado e impreciso era sorprendido por los volantes rivales y con delanteros confundidos, con un Romero que sigue siendo bancado por el técnico como no lo hizo con ningún otro jugador, no llegaba a inquietar a Huracán, que esperaba sorprender de contragolpe, como sabiendo que Racing le iba a dar esas oportunidades.

Y llegaron con goles ante un Tagliamonte que no ofreció resistencia en ninguno de los ellos, pero admitiendo también que fueron cómplices sus compañeros de la defensa y si bien Racing descontó en una jugada aislada por parte de Oroz, Huracán seguía siendo el que imponía el ritmo de juego y volvió a convertir cerca del final con otra jugada donde Martínez  tácticamente sorprendió a Gago.

Era desesperante verlo con los mismos errores defensivos de hace tiempo y jugando como si fuera por compromiso, pero las entradas de Roger y de Hauche  por lo menos llevaron un poco más de preocupación a la defensa del globo, sobre todo a través del colombiano y entonces ¡Oh, oh…sorpresa!, dos goles de Romero para que Racing se pusiera a un gol de diferencia, pero eso duró unos pocos minutos porque rápidamente la defensa le volvió a dar a Huracán una nueva oportunidad para aumentar y a partir de ahí se fue entregando a esta humillante derrota con un resultado que puede acercar el final de un ciclo, al que le queda una sola vida.

Para Racing que venía de quedarse afuera de la Libertadores, este partido tenía todas las características de una final importante y los hinchas esperábamos que lo jugara como tal, pero carece de jugadores líderes, de esos que no se rinden, de esos que imponen aunque sea a las puteadas la rebeldía y entonces aparecieron las miradas, cómplices, culpables, buscando el suelo y defraudando otra vez, pero no por haber perdido, sino por la forma en que lo hizo, aun teniendo una semana de descanso por delante.

Ojalá pueda recuperar algunos jugadores que le permitan al equipo tener más solidez en el fondo y ser más contundente en la ofensiva, porque ahora le guste o no a Gago tiene la “obligación de ganar” la Copa de la Liga, porque lo exige el escudo, su camiseta, su gente y porque por encima de la idea de juego y del tratar de jugar bien, siempre serán los resultados los que mandan, porque para eso los contratan y por eso les rescinden si no los logran

Si para Gago todo es competir y seguir participando, para los hinchas no es así y aunque muchas veces podemos tener opiniones diferentes, sabe que “es difícil hablarle al hincha…” cuando se defiende lo indefendible.

Finalmente y con todo respeto quiero decirle a Gago que es verdad que en mi modesto Blog escribo “con el diario del lunes”, no porque sea fácil, sino porque no puedo dar una opinión de un partido antes de verlo.

Por último y como hincha quiero decir que vi un video donde  su ayudante de campo Gustavo Gallego con un vergonzoso gesto se burla de los hinchas que fueron a ver el partido, por lo que espero que sea severamente sancionado por la CD de Racing.

Hasta pronto.

lunes, 4 de septiembre de 2023

La deuda se paga con triunfos.

Racing recibía a Estudiantes en un clima complicado por haber quedado afuera de la Libertadores, lo que lo llevaba a la necesidad imperiosa de comenzar a saldar esa vieja deuda con un triunfo.

El haber fracasado en la Copa Libertadores los objetivos pasaron a ser otros y aunque los mismos no alcanzan a tener el mismo nivel de jerarquía, Racing debe afrontarlos con total responsabilidad, buscando compensar de alguna manera a los hinchas con el logro de uno de los dos que todavía están en juego.

Y el rival que llegaba al Cilindro si bien había quedado afuera de la Sudamericana, venía mostrado un buen nivel futbolístico, que se agregaba la gran rivalidad que siempre existió entre ambos equipos.

Por las fuertes demandas de los hinchas y seguramente también para “cuidarlo” de la reprobación del público, llevaron a Gago a reemplazar a Maxi Romero por un Reniero que volvía a jugar después de tres meses, mientras al mismo tiempo retornaba Oroz por Jonathan Gomez y ratificaba a Baltazar Rodríguez como titular dejando a Almendra en el banco, estimo que tratando de darle intensidad y velocidad al medio campo.

Y lo logró porque Racing en ese primer tiempo salvo en la primera jugada prácticamente no sufrió, por el contrario realizo un buen juego partiendo de un medio campo dinámico donde Nardoni, Oroz y B. Rodríguez presionaban alto y con bastante precisión se asociaban a Martirena, Quintero, Rojas y Ojeda.

Estudiantes quería encontrar en alguna pelota larga la solución a su problema, pero Sigali y Piovi bien atentos impedían que eso sucediera y así Racing comenzó a generar algunas jugadas interesantes con la endiablada gambeta de Ojeda que siempre superaba a su marcador, pero con todo respeto, creo que debería animarse a ensayar algún remate en algunos de sus desbordes  y no que todos finalicen en pases atrás, algo que los centrales ya intuyen, al igual que cuando encara hacia adentro paralelo al área y desde la exquisita zurda de Quintero, que en cada toque o lanzamiento muestra su jerarquía.

Una pelota cruzada para Ojeda a los tres minutos fue el primer aviso de Juanfer, quien a los nueve lo puso a Reniero en posición de gol, pero Andujar alcanza a tapar su remate, Racing tenía totalmente encerrado en su campo a Estudiantes y con “Trapito” y el colombiano como referentes de casi todos los ataques llegó la combinación de Ojeda con Rojas, a quien le terminan cometiendo penal,  para que Piovi, esta vez cambiando de lugar su remate, lo convierta en el primer gol.

Faltaban menos de quince minutos y mientras Estudiantes intentaba algún avance con remates desde fuera del área, un tiro libre de Oroz es desviado por  Andujar , aunque sobre el final de esa etapa la Academia se duerme en un lateral y Manyoma recibe solo sobre la derecha, pero Arias, muy atento, lo atora y desvía su remate al corner.

Para el segundo tiempo Estudiantes reemplazó a Boselli por Zuqui, un cambio que mejoró  el medio campo y comenzó a complicar a un Racing que como sin reacción necesitaba cada vez más de Arias, pero en una pelota robada muy bien por Reniero, Ojeda arranca desde su campo dejando jugadores en el camino y al llegar a las puertas del área habilita a Juanfer Quintero sobre la derecha, quien después de un amague con un fuerte remate la clava arriba cerca del primer palo, conquistando el segundo gol de Racing y su segundo tanto en el torneo.   

Diez minutos más tarde Meaurio entra por Reniero mientras Estudiantes buscaba en sus reemplazos la forma de descontarle a Racing y tuvo un par de oportunidades en jugadas que iban convirtiendo a Gabriel Arias en una de las figuras del equipo.

Racing no reaccionaba bien a los intentos de Estudiantes quien pasó del sometimiento a tener el control del partido, por lo que Gago envía a la cancha a Almendra por Baltazar Rodríguez y a Hauche por Juanfer Quintero, cambios que no lo favorecieron por las distintas características y momentos de cada uno.

El equipo era todo nervio y sufrimiento, quizás porque al hacer su propio juicio después de quedar afuera de la Libertadores, entendió que la deuda se paga con triunfos y entonces hay momentos del partido que con un resultado positivo entran a jugar otros aspectos en sus cabezas, quizás los mismos que percibimos los hinchas y que ya damos como por incorporados a nuestros sentimientos, como por ejemplo el sufrir, que irónicamente en muchos de nosotros parece transformarse en sinónimo de placer.

Estudiantes cada vez presionaba más y costaba contrarrestar esos intentos, aun aceptando que Martirena, Sigali, Piovi y Rojas estaban cumpliendo una buena tarea y para ayudar a frenarlos a diez minutos del final Miranda, aplaudido y ovacionado por el público (un gran gesto de parte de los hinchas) reemplaza a Ojeda y por Oroz entra Jonathan Gómez (que salvo que estuviera sentido, me parece que debió entrar mucho tiempo antes).    

Y faltando dos minutos del tiempo adicionado, un saque de banda lleva a Piovi a rechazar de zurda y en un acto reflejo a la par de su pierna lleva también su brazo y la pelota termina pegando en su mano, cometiendo el penal (confirmado por el VAR) que le da el descuento a equipo de La Plata.

Como toda victoria ayuda en lo anímico, sobre todo para afrontar la Copa Argentina que es una final y como tal sería de un gran aliciente no solo futbolístico sino mental el seguir disputándola, por lo que merece el mayor de los esfuerzos.

Hasta pronto.


jueves, 31 de agosto de 2023

Racing se quedó sin pasaporte

Para los hinchas no era un partido cualquiera, era el más importante del año, porque de ganarlo Racing jugaría, después mucho tiempo, semifinales de la Libertadores.

Un Cilindro colmado le brindó un gran recibimiento al equipo y la gente alentó a más no poder hasta el minuto 94, pero no tuvo gol y en la definición por penales, como suelo decir “el otro partido” terminó perdiendo, volviendo a quedar afuera de una competencia internacional.

El planteo inicial de Gago fue llevado a cabo con gran intensidad por el equipo que ya de entrada tuvo la gran oportunidad para ponerse en ventaja cuando Ojeda asiste a Maxi Romero en el área quien la cruza de zurda al salir el arquero, pero la pelota pega termina pegando en el poste, de entrada un gol perdido por este jugador que esta vez tuvo mala suerte, pero sabemos que no es aceptado por la mayoría de los hinchas, entre los cuales me incluyo porque en mi modesta opinión, hasta ahora no justifica su inclusión como titular a pesar de que el técnico lo sigue avalando.

Las bandas eran las zonas elegidas por Gago para acechar a Boca y lo hacía con Ojeda por la izquierda y con Martirena por la derecha, donde se asociaban con el buen toque de Juanfer Quintero y los activos  Gómez y Nardoni, respaldados todos por el gran trabajo de Aníbal Moreno y en un par de jugadas llegó a preocupar a Sergio Romero.

Una de ellas armada entre Moreno y Juanfer y la otra cuando Rojas llega al fondo y su centro atrás es tomado por Quintero quien de primera t desde la puerta del área remata fuerte pero la pelota se va apenas desviada sobre el travesaño.

Era evidente que ese esfuerzo y esa intensidad iban a tener su talón de Aquiles en el segundo tiempo y eso se notó desde el comienzo, porque dio la sensación de que Racing bajó su ritmo, lo que se notaba cuando los volantes de Racing tenían más de lo normal la pelota en sus pies, la perdida del toque rápido y la movilidad de la primera etapa, sumado a que Boca con las entradas de Weingandt y Janson, frenó las subidas de Martirena y le quitó libertad a Ojeda hicieron que el encuentro se volviera más peleado, menos claro y más compartido.

Pero después que Arias le tapa un remate a Cavani, sucede un hecho que comienza a golpear anímicamente a Racing y es la lesión de Moreno a a los quince minutos, lo no solo genera un gran problema para Gago, sino que el equipo perdía a su mejor jugador y en una elección sorpresiva elige a Baltazar Rodríguez para que juegue a la izquierda de Nardoni, ahora volante central y que Jonathan Gómez pase a la derecha.

Boca se había acomodado mejor pero tampoco arriesgaba demasiado, porque sabía que llegando a los penales iba a contar con la ventaja de tener a Sergio Romero en el arco, (como dije después del partido en la Bombonera había que tratar de no llegar a esa instancia) y con un árbitro que le hacía la “vista gorda” a los rivales, comenzó a ensuciar el partido con discusiones y con  infracciones, llevando el partido a un juego que iba confundiendo a un Racing que ya no molestaba en ataque.

Y recién a los treinta minutos Gago envía a la cancha a Hauche y Almendra por Ojeda y Jonathan Gómez, dejando en cancha a un inexpresivo Maxi Romero, a quien recién reemplaza faltando tres minutos por un Roger Martínez que se notó –por lo menos a mí me dejó esa impresión- que no podía hacer ni un pique corto.

Lo que realmente no entiendo es porque los ingresos de Almendra y Hauche no se hicieron antes, al que, en mi modesta opinión, debería haberle agregado el de Oroz  por Romero, sabiendo que Roger en realidad  no estaba para entrar, porque había que jugarse todo buscando definir el partido en los noventa minutos.

Partiendo de que su compra, indefendible por lo que ha demostrado a la fecha, pero la que  quizás influya para ser sostenido como titular por parte de Gago, quien por lógica lo defiende y elogia, creo que hoy por hoy, si no está Roger Martínez, esa posición la debe ocupar uno de los juveniles.

Seguramente Maxi Romero no se debe sentir bien anímicamente, pero con todo respeto, creo que en su interior va a encontrar la respuesta a porque es rechazado por la mayoría de los hinchas.

Por todo esto y porque además la CD, al no considerar la incorporación un delantero de jerarquía para que juegue en lugar de Roger lesionado, sabiendo que con lo que cuenta el equipo en esa posición iba a ser muy difícil pasar a semifinales de la Libertadores, Racing se quedó sin pasaporte, así que ahora deberá dedicarse a pelear en forma local por la Copa Argentina y la de la Liga.

Hasta pronto.