lunes, 4 de junio de 2012

DAALEEE!!!!.


Que estaba arreglado, que la final era River – Boca. De todo esto se habló en la semana. De Racing poco y nada porque no era el candidato.Pero no fue así por suerte. Ya en el partido anterior se vió que nada había sido previsto, porque Merlo casi le arruina el día a Boca, quien tuvo -como la viene recibiendo hasta ahora- su cuota parte de suerte. Pero a nosotros los hinchas de Racing nos interesa lo que pasó hoy en Salta y a eso quiero referirme.


Una victoria por definición desde el punto del penal angustiante que terminó con una alegría sumamente esperada cuando el gran Saja detiene el último penal. Alegría de los jugadores, del cuerpo técnico, de los dirigentes, de los hinchas de la Academia que se llegaron hasta ese estadio repleto de “millonarios” y de todos los hinchas racinguistas que nos quedamos para verlo por tele o escucharlo por radio.Un triunfo que tuvo dos partes: la del juego que finaliza empatada cero a cero y la de los penales.

La del juego tuvo como pilar fundamental el compromiso de los jugadores que mostraron una gran entrega, que no escatimaron el esfuerzo y que a partir de allí entre aciertos y errores propios se lo vio mejor plantado que en otros partidos.

La de los penales era el cielo o Devoto. Y desde la “cárcel” para Gío pasamos al “cielo” para Saja. Esto lamentablemente es así y yo mismo critiqué en mi intimidad la decisión de Zubeldía de darle un penal Gío –por todo lo que había vivido- pero después recapacite comparándolo con el jugador de Deportivo Merlo que había alcanzado el “cielo” al empatar el partido con Boca y terminó en la “carcel” cuando erró el penal que lo dejó afuera a su equipo.

Finalmente y para alegría de todos los racinguistas llegamos a la final con Boca. Ya pasamos al último nivel de esta Copa Argentina, que se jugará cuando a la AFA y/o a la tele le convenga. Ahora debemos disfrutar y prepararnos para el próximo partido del campeonato.

Por eso que hay que gritar DAALEEE!!!! y salir a la cancha a ganar esa final.

Para lo que viene digo que los estados de ánimo juegan mucho y quizás esto fortifique el endeble espíritu que envolvía a estos jugadores, esperando que esta levantada anímica nos permita lograr un nuevo triunfo en el próximo partido con Colón, para olvidarnos definitivamente de la promoción.

Hasta pronto.