domingo, 6 de noviembre de 2011



Creer en uno mismo.




Racing arriesgó sabiendo que con ese esquema se debilitaba el sector defensivo. Pero era necesario cambiar algo para ver si se podía salir de esta seguidilla de empates, aún entendiendo que podía perder el partido. Y para crecer hay que arriesgar.



Y así fue. La Academia puso más jugadores en ataque pero el medio se debilitó aún más, ya que la falta de Pelletieri fue notoria en la recuperación de la pelota. Cuando Toranzo y Gío trabajaban en ataque y no tenían éxito bajaban lentamente y los espacios en el medio campo eran inmensos por donde so movían libremente los volantes del equipo de La Paternal dejando a Yacob –de buen trabajo en la segunda parte- y Aued solos para tratar de equilibrar ese sector.



En el primer tiempo Racing tuvo sus oportunidades, sobre todo la de Teo que dio en el palo izquierdo de Fernández, mientras Argentinos cargaba el juego sobre la zona de Aued-Litch y llegó al fondo pero por suerte sin crear demasiado peligro.



El segundo tiempo mostró un Racing más decidido y llega el gol en una jugada de tiro libre frontal ejecutado por Toranzo y cabeceado por Gío Moreno quien coloca la pelota en el palo derecho ante la sorpresa de Nereo Fernández.



Por supuesto alegría por Racing y por Gío. Pero increíblemente Racing abandona la presión y retrocede totalmente haciendo crecer a Argentinos Juniors y pasando algunos momentos de angustia.



Yo tuve la sensación de que no fue una orden del técnico, sino una decisión impartida por la “cabeza” de cada uno de los jugadores. Ganaba y había que defender ese gol a rajatablas.



Y entonces la desesperación del “Cholo”. Los gritos. La falta de juego de los que más saben y la angustia del reloj.



Entre alguna posibilidad para Argentinos, también las hubo para Racing en los pies de Castro y Teo – decidió apresurado y además anda “torcido” para el arco- quien debiera tener un poco más de concentración en sus piques ya que cae repetidamente en posición adelantada.



Y así en final sufrido y nervioso terminó el partido que le permite a Racing de alguna manera sentir que todavía puede terminar mejor ubicado y volver a soñar.



Pero para lograr lo soñado hay que creer en uno mismo y creo que los jugadores no están convencidos de que pueden, porque no expresan esa seguridad que tuvieron en el torneo pasado en algunos partidos, salvo algunas mínimas excepciones ( Saja, Pelletieri, Castro, Martinez, Cahais ) después se nota el bajón de muchos.



Gío está muy lejos del genio que supimos ver. Teo parece estar como enojado con él mismo por que hay algo que le hizo perder esa tranquilidad y frialdad para definir.



Hauche deslumbra con su entrega pero sigue confuso en su andar. Pillud y Litch se debaten entre aciertos y errores con buenos inicios y malos finales de las jugadas. Cáceres tuvo una tarea bastante aceptable después de no jugar durante mucho tiempo. De los reemplazos volvió bien Castro y se mostró en forma interesante el chileno Espinoza.



Ahora hay que prepararse para enfrentar a Boca y Simeone si Dios quiere podrá tener a casi todo el plantel en buenas condiciones.



Esperemos que cuerpo técnico y jugadores entiendan que sus rivales no son mejores que ellos y que deben enfrentar a Boca como equipo grande que es Racing, al que hoy se deben.



Hasta pronto