lunes, 24 de octubre de 2022

El triunfo de la derrota. (*)

En un día donde hasta Independiente “nos ayudó”,  los referentes decidieron no hacerse cargo de un penal definitorio para ser campeón.

Tengo un gran dolor porque hasta ese momento todas las noticias eran positivas, los vecinos le empataban a Boca y Racing tenía un penal a favor a un minuto del final.

Y ahí fue Galván con esa mochila a cuestas y ese penal errado, que en segunda instancia también desperdicia Oroz, terminó siendo el derrumbe total, porque lo llevó a la derrota final en un partido en el que se le habían acomodado todos los planetas para lograr el tan ansiado y esperado campeonato, sin embargo algo pasó camino de las dieciocho y solo ellos lo sabrán.

Me cuesta creer que jugadores como Sigali, Moreno, Miranda, Hauche y Copetti decidieran que Galván, con su poco tiempo en el club, fuera el ejecutor de un penal tan decisivo, sabiendo que si cualquiera de ellos lo errara, seguramente iba a ser más aceptado por los hinchas.

Entiendo que es más fácil hablar después de lo sucedido, pero siento que hubo un error ya que debería haberse conversado y acordado antes del partido quienes serían los ejecutantes y no decidirlo en el campo de juego como si fuera un partido de potrero.

“El triunfo de la derrota” es un título de una nota de un sitio de Santa Fe, que me atreví a tomar para señalar esta nueva frustración de un Racing que golpe a golpe fue desperdiciando oportunidades, que aunque tengan alguna explicación, no se entienden.

Más que triste, estoy perturbado, descolocado, y no sé a quién echarle la culpa, si a uno o a todos, solo espero que Gago encuentre la forma darle al plantel las respuestas anímicas que le permitan ganarle a Tigre y a Boca, para que de mínima, pueda lograr algo positivo en la última oportunidad del año.

Eso me lleva a tener sensaciones encontradas, como le debe pasar a algunos otros racinguistas, sobre si Gago es el futuro o no, porque este Racing que por momentos me ilusiona y me hace disfrutar, en otros me decepciona, porque no llega a obtener resultados finales que lo consagren.

Hasta pronto.

 

(*) Titulo de una nota de la Red Juvenil Ignaciana (Santa Fe)