sábado, 13 de febrero de 2021

La esencia de un equipo.

Es duro comenzar así, pero tiene cierta lógica.

Racing presento ante Banfield un equipo que como novedad mostró a Cvitanich por Lisandro López, Cuadra por Fertoli y como cambio táctico a Neri Domínguez de volante central, es decir nada nuevo que pudiera modificar su andar, aunque en el banco hubiera un nuevo responsable técnico. 

No se le puede exigir a Juan Antonio Pizzi que en veinte días cambie la esencia de un equipo, sobre todo cuando las incorporaciones fueron llegando a destiempo, por eso no me sorprendió ver a un Racing idéntico al del último semestre, ineficaz, lento, previsible, sin reacción, sin cambio de ritmo, sin generar situaciones de gol y con errores inadmisibles e irritantes, al que desde hace mucho tiempo viene salvando de goleadas Gabriel Arias.

A todo esto hay que agregarle que no ayuda en nada que al comienzo de la competencia se sigan discutiendo temas contractuales con algunos de los jugadores más importantes, porque por más que no se quiera son situaciones que desconcentran y mal predisponen, no solo a ellos sino al resto plantel, dado que forman parte de un todo.

Es evidente que esta es una etapa de renovaciones donde  Pizzi deberá trabajar mucho para que Racing pueda volver a ser un equipo fortalecido mental y físicamente, con una idea de juego clara y bien ejecutada con la cual los hinchas podamos identificarnos, pero para llevarlo adelante además de los nuevos refuerzos necesita que la CD atienda y solucione a la brevedad los temas contractuales de algunos integrantes del plantel.

Obviamente también depende de su capacidad y su poder de convencimiento para devolverles la confianza y encontrar el rumbo deseado, por eso aunque hoy sentimos que la impaciencia nos invade y pareciera que todo se derrumba, debemos darle tiempo.

Hasta pronto.