domingo, 7 de agosto de 2022

Una irregularidad que preocupa.

Inquieta y mucho que a esta altura del campeonato, Racing continúe con su rendimiento  irregular, porque las fechas pasan y las oportunidades de prenderse definitivamente en la punta también.

Y ayer Racing tuvo un partido donde nunca pudo hacer pie, no solo por el mal estado de la cancha, sino porque esta vez solo en cuenta gotas pudo verse algo de lo que Gago pregona, porque  quedó enredado en el juego que le propuso el rival y del cual no supo cómo salir, sobre todo en el segundo tiempo, donde los jugadores en lugar de jugar eligieron “revolear” la pelota.

Ilusionaron un par de llegadas al comienzo de ese primer tiempo, primero la de Hauche de larga distancia y después la de Romero que con potencia había dejado atrás a su marcador, pero ambos remates fueron desviados por Gagliardo.

Con lanzamientos largos sobre los centrales rivales para Romero o cruzados para Rojas o Hauche, Racing buscaba sorprender o desbordar a Barracas, pero nada pudo lograr con esos intentos porque Romero, que se fue apagando cada vez más no es Copetti (una ausencia que se notó demasiado), Rojas que entraba poco en juego desbordó solo una vez y Hauche no llegaba a pesar por su lado.

Así fue como Racing fue cediendo el poco dominio que había insinuado y eso lo aprovechó Barracas, que si bien había comenzado solo a defenderse rechazando como podía, se fue dando cuenta de que podía aspirar a algo más en ese último cuarto de hora de esa primera mitad.

Y el segundo tiempo para Racing se fue agravando, porque el local con más coraje que juego, comenzó a ganar el medio campo ante un Moreno que viéndose desbordado comenzó a desordenarse y a perder pelotas en zona de riesgo, un Miranda que no colaboraba demasiado y Alcaraz que hacía todo lo posible como para ser reemplazado.

Eso llevó a Gago a buscar otra alternativa y a los veinte minutos ubicó a Carbonero por Alcaraz, pero todo siguió igual porque el ex-Gimnasia todavía parece no haber aterrizado en Racing, aunque creo que ayer nadie del banco hubiera cambiado el mal desempeño del equipo.  

Así y todo, y dentro de ese estado de desprolijidad y desconcierto futbolístico que mostraba Racing, pudo haber conseguido el gol cuando Piovi envía un centro rasante y paralelo a la línea del gol que recibe Rojas solo sobre el segundo palo, pero su remate de derecha es tapado por Gagliardo.

Los cambios de Chancalay por Rojas y Jonathan Gómez por Hauche no aportaron claridad a la confusión general que tenía el equipo ante el crecimiento de un Barracas que entre distracciones y resbalones, tuvo tres chances de gol en pocos minutos, las que por suerte no logró concretar por un muy buen cierre de Pillud y por las muy buenas tapadas de “Chila” Gómez, que ya le había desviado el cabezazo de gol a Ferreyra en el primer tiempo y ante el que hoy digo “nobleza obliga”, reconociendo que, así como fui un crítico extremo para con nuestro arquero en el partido anterior, hoy salvó al equipo de una derrota que podría haber sido escandalosa y le hizo rescatar un punto que mal o bien ayudó en la tabla.

Racing volvió a decepcionar, mostrando una irregularidad que preocupala que ya venía exhibiendo al comienzo de los segundos tiempos, pero que ayer la expuso durante casi todo el partido, llevando al  equipo a un estado de desorientación que puede ser determinante para el futuro, por lo espero que Gago pueda volver a lograr que el plantel recupere esa fe y esa convicción en el juego, como la que supo tener en esa racha triunfante del torneo anterior.

Hasta pronto.