viernes, 4 de agosto de 2023

Gago no se dio cuenta que está jugando la Libertadores.

Frente a un Atlético Nacional que hacía todo mal, Racing cometió errores de equipo amateur y terminó recibiendo una goleada que lo pone al borde del abismo en la Libertadores. 

Gago fue a jugar a Colombia con un esquema que había abandonado por no obtener los resultados deseados (4,3,3),  lo que indicaba que iba a ser muy ofensivo y si bien su tenencia de pelota le permitió dominar casi todo el primer tiempo, casi nunca llevó peligro al arco del equipo de un rival que solo esperaba contar con alguna contra.

En ese juego de pases sin profundidad, la falta de intensidad y claridad en la ofensiva lo fue llevando a perder concentración y la pelota parada volvió a ser para Gago “una piedra en su zapato” cuando en ese tiro libre Piovi la termina peinando y habilitando a Zapata, que abre el marcador.

Sorpresa relativa, porque si bien Racing tenía la pelota y dominaba, había jugadores que parecían estar con la cabeza en otro lado, como por ejemplo Mura y Moreno que no daban un pase certero y a eso hubo que sumarle que Nardoni debió abandonar el campo por lesión y Gago lo reemplaza con Ojeda, pasando Oroz a la función de volante.

La salida de Nardoni implicaba tener en el medio campo menos dinámica y más fragilidad para el segundo tiempo, pero Gago siguió empecinado en sostener el sistema inicial en lugar de recurrir a la línea de cinco en el fondo que venía utilizando en los últimos partidos con bastante buenos resultados y entonces implementa un solo cambio, Martirena por Mura.

Racing pareció reaccionar con el atrevimiento de Ojeda y la movilidad de Hauche, pero tenía en Romero un jugador que no influía en ninguna jugada, así y todo logró un par de tiros de esquina, pero eso no alcanzaba para llevar peligro al arco defendido por el arquero Castillo.

Desordenado por su afán de ir a buscar el empate, iba dejando espacios para la contra, que Atlético encuentra cuando al ganarle una pelota a Martirena sale rápido con Moreno quien superando a Piovi envía un centro rasante al área para que Duque, arrancando detrás de Sigali lo supere en velocidad y concrete el segundo gol (Al mirar nuevamente el primer gol veo que cuando Piovi peina la pelota, Sigali corre hacia el arco y se toca la pierna como sintiendo una molestia, lo que me lleva a pensar que quizás no llega a cortar el centro en el segundo gol por ese inconveniente)

El equipo no encontraba la forma de generar jugadas de gol y Gago decide reemplazar a Gómez por Roger Martínez, aportando un delantero más pero quitándole un volante a un medio campo que ya seguía desarmándose, algo peligroso si no se conseguía algún gol pronto.

Pero Racing estaba fuera de sí, distraído, en otra sintonía y entre Tagliamonte y Sigali provocan un “blooper” que casi le cuesta otro gol si no fuera porque el arquero llegó a desviarla al córner…pero la Ley de Murphy dice “Si algo puede fallar, fallará” y la defensa se encargó de cumplirla cuando en ese tiro de esquina (otra pelota parada) Atlético Nacional de cabeza logra el tercer tanto.

Avergonzaba lo que estaba sucediendo, porque el resultado ratifica el fracaso del sistema defensivo en este Racing de Gago, con el agravante de que además de ser goleado un gran porcentaje de esos goles llegaron por no defender bien en las ejecuciones con pelota parada.

A mi gusto muy tarde, Gago envía a la cancha a Baltazar Rodríguez por Romero que, con todo respeto, sigue siendo un jugador que no arma juego ni aporta ofensivamente, por lo que no entiendo de que juega, mientras Roger a través de su jerarquía y la osadía del chico Ojeda fueron despertando a un Racing que tuvo un par de situaciones de gol y con una actitud que no supo tener antes, encontró dos tiros penales que Piovi convirtió en goles,

Era increíble por cómo se fue dando el encuentro ya que de estar prácticamente afuera por tres goles de diferencia, ahora solo era uno, lo que en este contexto para Racing era un resultado positivo para la revancha en el Cilindro.

Pero además de que Gago es realmente inentendible, Racing también carece de un líder que putee, que grite y que diga lo que hay que hacer dentro del campo, porque faltando cuatro minutos, en lugar de armarse bien atrás para llevarse un resultado que no era malo, inexplicablemente continúa desordenado y el rival sale desde la mitad de su campo con un pelotazo que encuentra a Martirena y Sigali adelantados con un delantero a sus espaldas, con un  Piovi que en lugar de ir a marcarlo va a disputar la pelota junto con Rojas con el otro punta, el que termina sacando rédito al cabecearla para Cantera, que define sobre Tagliamonte, peor imposible…

Racing, que había encontrado vida en esos dos penales, eligió suicidarse y ahora mal herido espera por un milagro para volver a vivir en plenitud y pasar a cuartos y si bien puede conseguir hacer los goles que necesita, la incógnita es como hará para evitar que no le hagan algún gol a una defensa que cada vez juega peor, por lo que espero que Gago deje su tozudez de lado y cambie por un esquema que le dé más seguridad al fondo del equipo.

Gago no se dio cuenta que está jugando la Libertadores, por lo que el próximo encuentro pasó a ser principio o final del camino, por eso el equipo debe poner lo que hay que poner, sabiendo que, a pesar de todo, los hinchas con su apoyo serán un jugador más, quizás el más importante.

Hasta pronto.