Pareciera que en Racing es difícil
coincidir con los momentos exactos para realizar cambios definitivos y lograr
de una vez por todas comenzar la titánica tarea de convertirse en un club
grande de verdad, como hoy virtualmente sigue figurando, pero solo gracias a su
hinchada.
Cuando hay cambios de técnicos nunca está
libre el que aparentemente se desea y cuando lo está se da una situación como
la actual, donde una dirigencia en transición seguramente no continuará a
partir de diciembre del corriente año.
No hace mucho tiempo Falcioni o Alfaro parecían
ser los técnicos más deseados para dirigir a Racing, por lo menos del gusto de
Molina, pero nunca coincidían los momentos para ofrecerles el cargo.
Esta vez, que si hay tiempo, vaya a saber
porque razones, el gusto ha variado ya que Blanco y Cía. han decidido pasar de un extremo al otro, quizás por la muy mala
imagen que dejó el equipo dirigido por Merlo, decidiéndose en este caso por un
DT de perfil joven y ofensivo.
Es muy fácil cambiar de gusto, algo común desde
hace muchos años en nuestro querido Racing, como si con eso bastara para
triunfar, cuando en realidad, por lo menos desde mi objetividad, muy poco se puede
lograr si no acompañan a cualquiera de los sistemas de juego, jugadores con
personalidad y capacidad para entender el mismo.
Hoy para la mayoría de los hinchas de
fútbol Simeone es uno de los mejores técnicos del mundo, como por supuesto lo es
Guardiola, Mourinho, Martino, etc. cada uno en su estilo sabe que hacer, pero no es
casualidad que siempre sus equipos los integren buenos y muy buenos jugadores.
Para poner un ejemplo, es muy difícil que
cualquiera de ellos o para volver a la realidad, Gareca, Bianchi o Ramón Díaz se hagan cargo del equipo
de Racing actual y lo dirijan sin incorporar jugadores de prestigio, porque
ellos saben que sería practicamente imposible realizar una buena campaña con
ese plantel y con la presión de una
hinchada como la de Racing. Solamente hay que recordar lo que le pasó a R. Díaz
y a Gallego en Independiente.
Por eso estos técnicos son casi imposibles
de contratar, porque detrás de ellos que tienen altas remuneraciones, deben
llegar algunos jugadores también cotizados y de muy alto contrato.
De allí mi asombro cuando la dirigencia
actual fue por Gareca, que por supuesto es de mi agrado, generando una falsa expectativa
y que además finalizó con declaraciones contradictorias entre el presidente y
sus colaboradores sobre el motivo por el cual no llegó a concretarse, para finalmente
pasar del “bolsillo de payaso” al “bolsillo del cocodrilo” y entonces elegir el
de menor costo, con el “paragüas” de que es lo que estábamos buscando.
Eso es lo que duele, lo que lastima, lo que
enoja. Lo que los hinchas de alguna manera sentimos como una agresión a nuestra
modesta inteligencia, porque ¿Qué hubiera pasado si Gareca hubiera dicho que
sí? ¿Adonde hubiera arrastrado a Blanco y su gente con la contratación de
jugadores de alto nivel?
Pero pase lo que pase, da toda la sensación
que la contratación de Cocca o quien fuere, estará atada con un hilo ya que
mucho dependerá de lo que se incorpore y de cómo funcione el equipo, caso
contrario a fin de año y con nuevas autoridades, será recordado como un técnico
más en la larga lista académica.
Ojalá no sea así y que todas sus
intenciones se puedan cumplir, entendiendo que lo lógico –por lo menos desde
afuera- hubiera sido que se hubiera tratado de buscar por todos los medios un
consenso entre los actuales responsables y los que posiblemente lo sean a
partir de las elecciones de fin de año, para poder darle al nuevo cuerpo
técnico un respaldo firme y no tan frágil como el que seguramente le puede
brindar la actual CD.
Hasta pronto.