Días negativos, casi tormentosos, los de la última semana
para Racing, dado que practicamente, todas las noticias se referían a conflictos
internos, ya sea por los problemas que todos conocemos y que finalizaron con la
renuncia de Diego Cocca, (sorpresivamente técnico del Tijuana de México
¿casualidad?) y porque siempre se agrega alguno más, como el de Arévalo Ríos,
cuando se entera que Fleita no lo consideraba como titular.
Además la cercanía de las elecciones, que como siempre tiene
disparadores en el afán de lograr más adeptos a una lista, como el que Diego
Milito va con uno o con otro, que Lautaro se va o no se va, es decir noticias
que transitan entre lo falso y lo verdadero, cuando hoy Racing necesitaría
unión verdadera y transparencia en los discursos.
Y en el mientras tanto, un equipo casi a la deriva, lleno de
profesionales que no saben si se van o se quedan, en manos del “Lagarto”
Fleita, con la tarea, nada fácil, de cosechar puntos para no seguir bajando en
los puestos de la tabla, a lo que parece no se le presta demasiada atención,
pero por las dudas no hay que perder de vista.
Sabemos bien que las derrotas en el clásico dejan heridas que
cuestan bastante cerrar, con secuelas que normalmente se observan en los
partidos subsiguientes y el de Newell’s no era justamente el ideal para dar
vuelta la página, porque en esa cancha lamentablemente no se gana casi nunca.
Y allá fue este Racing con Fleita, que apuesta fuerte
ubicando en primera a los chicos de las inferiores, Rodrigo Schlegel y a Kevin Gutierrez, en dos de los puestos donde más flaquea el equipo, con los riesgos
que esto podía generar frente a un rival que venía en alza.
La cosa no comenzó nada bien, porque la defensa se
presentaba muy frágil, con un Barbieri desconocido y descontrolado, con un
Schlegel desorientado y un Soto que sigue acumulando flojos partidos; solo se
destacaba Saravia, quien sí, ya dejó bien claro que se ganó el puesto sin
discusión.
El “Pulpo” González y el debutante “Facha” Gutierrez, tampoco
podían contener los embates rivales, dado que Ibargüen y Ojeda, que no sienten el ida y
vuelta como lo hacía Acuña, no lograban darle mucha ayuda, mientras Lisandro López
buscaba su lugar en la cancha, Lautaro Martínez, esperaba su oportunidad en
soledad.
Newell’s se aprovechó todo esto y rápidamente se puso en
ventaja con un gol de Leal, que cabeceó solo en el área chica ante la mirada de
los defensores y la quietud de Musso, todo de la lepra, pero a los veinte en
una aislada pero buena jugada que intervienen, López, Gutierrez, Ojeda e
Ibargüen y finaliza con un toque de primera del colombiano, Lautaro Martinez,
de cabeza convierte el empate.
Daba la sensación de que salíamos del ahogo, pero duró pocos
minutos, porque los rosarinos volvieron a apoderarse del partido y a los 30
minutos, penal cometido por Barbieri a Figueroa, que concreta Sarmiento y otra
vez a remarla, pero deshilachado y todo Racing intentaba y lo tuvo “Licha”, después
de un gran remate de Saravia que rechaza el arquero, pero su remate fue increíble…de
malo.
Y el local tuvo nuevas oportunidades pero Musso estuvo
acertado y comenzó a responder en buena forma, hasta que finalizó un primer
tiempo que podría haber sido más negativo.
A pocos minutos de comenzado la segunda parte hay un cambio
que extrañó, porque Ibargüen sale del equipo para darle lugar a Cuadra, cuando
podría haber salido Ojeda y pasar al colombiano a la izquierda, pero al equipo
le costaba levantar cabeza porque la defensa seguía sin dar garantías y había
bastante descontrol, sobre todo entre Barbieri y Leal, que estuvieron al borde
de la expulsión.
Así y todo se veía otra ambición por parte de la Academia, la
que sumada a la lesión de Sarmiento, llevó
a Newell’s a bajar su nivel de presión, dándole
a Racing la posibilidad de ganar terreno y entonces con Mansilla, que había
reemplazado a Ojeda y con Cuadra, buscando por los costados, el gran mejoramiento del chico “Facha” Gutierrez y un “Pulpo” González, dedicándose más a jugar
que a pelear, logró acercarse más al arquero Pocrnjic.
Y de una infracción a Cuadra sobre la derecha, el tiro libre
ejecutado por Saravia lo conecta Lisandro López de cabeza estableciendo el empate
y rompiendo además con su larga racha negativa, un gol que puede ayudarlo a recobrar de a poco la confianza perdida.
La lepra, en su cancha y con su gente, reaccionó y además
mandó a la cancha a más hombres de ataque, lo que volvió a meter a Racing cerca
de un Musso, que respondió en muy buena forma, es más, diría que si bien fue
responsable del en el primer gol, lo fue también al sostener el empate logrado.
Cerca del final por foul a Mansilla y por doble amarilla, es
expulsado Nahuel Paz, por lo que minutos después Fleita realiza un cambio que
muestra ambición, Triverio por Soto y al minuto del mismo, Lautaro habilita a “Licha”
sobre la izquierda, quien la domina y después de dos enganches busca pincharla
sobre el arquero rival, pero la pelota es rechazada sobre la línea, perdiéndose
Racing la posibilidad del triunfo.
Fueron dos cabezazos para mejorar la cabeza, porque más que el punto logrado, hay una importancia
anímica en este resultado, porque que actúa en forma gratificante y se valora
como un triunfo, al dar vuelta el resultado en dos oportunidades.
Por último el tema técnico, que parece ser indescifrable para los dirigentes y por ende para
nosotros los hinchas, porque no se sabe bien si se busca experiencia para jugar
la Libertadores o una línea de juego que satisfaga a los jugadores.