lunes, 30 de agosto de 2021

Más de lo mismo.

Daría la sensación que el cuerpo técnico de Racing parece haber sido cautivado por una especie de razonamiento “gatopardista”, el que señala que es preciso que algo cambie para que todo siga igual.

Es que es muy significativo que Úbeda, Arano y Fleita, no hayan mostrado todavía una firme señal de cambio no solo en la idea de juego, sino también en los intérpretes de la misma, sobre todo desde la mitad de cancha hacia arriba.

Desde hace tiempo Racing es como que está dividido en dos zonas perfectamente definidas por su rendimiento,  por un lado la defensa, que si bien comete algunos errores, en las como en el cabezazo de Izquierdoz, al que inexplicablemente nadie lo fue a marcar sabiendo que su fuerte es el cabezazo, tiene un aceptable desempeño con un descollante Gabriel Arias y por otro la zona de volantes, con rendimientos alarmantes, sin juego asociado ni coordinación en los movimientos, donde reina la imprecisión en los pases y en el control y con la impresión de que si se remata al arco, es como para terminar la jugada o sacársela de encima.

Eso provoca un desorden táctico en el equipo, que hace que en la defensa los centrales queden expuestos por los malos retrocesos de sus volantes y también de  los laterales, quienes muchas veces (sobre todo Mena) acompañan infructuosamente a una jugada ofensiva que no se concreta, dejando a sus espaldas espacios sin cobertura alguna.

Por ahora Racing es más de lo mismo, porque salvo Moreno, Miranda no termina de afirmarse en esa zona, Chancalay tiene sus días de confusión, Lovera, que por momentos utiliza bien su gambeta, no finaliza como se debe las jugadas y Cvitanich parece sufrir al bajar demasiado perdiendo eficacia en su juego, por lo que a Javier Correa, -al igual que le pasaba a Copetti- no le llega ningún pase como la gente, pero además no gana en la disputa física, no defiende la pelota y no la rebota bien.

En sus primeros partidos parecía que Ubeda iba acertando con los cambios y las posiciones, pero con todo respeto, creo que anoche nos los hizo bien, sobre todo en lo posicional, ya que Cvitanich es reemplazado por un Alcaraz que en lugar de jugar arriba, se sumó al barullo del medio campo y Chancalay por un Rojas, que tirado sobre la derecha no entró en juego y perdió las pocas pelotas que le llegaron.

Después Mariano Martínez por Miranda y sobre el final Coppeti por Lovera, quizás para jugar cerca de Correa, esperando el centro que nunca les llegó.

El punto de visitante frente a Boca puede llegar a ser valorado por ser de visitante y porque lo sigue ubicando cerca de la punta,  pero Racing sigue jugando a ganar solo desde lo argumental, porque en los hechos siempre termina defendiéndose cerca de su área para defender un cero que dura hasta que Arias mantenga su nivel superlativo.

Es realmente preocupante que a esta altura del año, aun con cambio de técnico, no haya un mejor entendimiento entre los jugadores, que no se sientan confiados para dar un pase, construir una jugada o entender un movimiento  y que todo dependa de acciones individuales que normalmente finalizan antes de pisar el área rival.

Este Racing de Úbeda, sigue mostrando los mismos problemas del anterior, los que parece aceptar cuando habla de lo que le falta al equipo, pero llama la atención que consciente de ellos, no realiza modificaciones en el sector que hasta ahora solo muestra un estado de desesperación tal, que lo lleva a realizar todo esforzado y de mala manera.

Hasta pronto.