Se puede perder juego, aunque mucho no tenía, pero no se puede entrar tan pasivamente a jugar un encuentro que se debía dar vuelta.
Daba la
sensación que ya había perdido el encuentro antes de jugarlo y que hoy da toda
la impresión de no tener ninguna respuesta en el campo de juego.
Desde el
planteo hasta la entrega fue lamentable y hoy aunque no nos guste este Racing
es un equipo sin rumbo y lo peor, sin esperanzas.
Si los
jugadores miraran los partidos anteriores, salvo el primer tiempo con Lanús en
el Cilindro- no se atreverían a mirar a los ojos a un hincha.
Si lo de
Zubeldía era malo, lo de Radaelli –técnico interino- rayó por lo desastroso.
Entonces,
para que despedir a Zubeldía antes de este partido y el de All Boys.
Le podrían
haber dado estos dos encuentros y listo.
Total si
lo iban a echar, era lo mismo una semana después, y el plantel, quizás, no
hubiera sumado a su extremo bajón anímico otro golpe más como fue la salida de
su técnico.
Este
equipo no tuvo actitud para ir a buscar el partido. Todo era pasarse la pelota
en la última línea para entregársela a Saja y que éste la reviente para arriba.
Gómez
que mostró condiciones en el amistoso con River dudo mucho en el primer tiempo, mejorando en la segunda parte.
Corvalán
metió, aún con sus limitaciones. Flojos los centrales y Pelletieri como
siempre.
Más
destacado por su ímpetu y su bronca Zucculini, pero sin nada de juego.
Después
Regueiro, único que hizo fue dar pases de un metro a un compañero o perderla.
Un jugador que a pesar de su experiencia, se lo ve sin carácter para momentos
críticos.
De Paul,
siempre lamentándose y encerrado contra la línea trató a veces de buscar otras
zonas pero nunca jugo la pelota clara.
Este
Vietto que pasó de ser una joya, hoy es una fantasía que tira taquitos y que no
encara, desapareciendo del partido rápidamente.
Roger
Martinez, no se le puede caer con apenas un par de partidos en primera. Sabe y
quizás en este momento es más que Vietto.
Lo de
Centurión incomprensible desde todo punto de vista, porque su cabeza no estaba
en arriesgarse físicamente y así fue su poca participación.
Lamentable
desde todo punto de vista, pero error de Radaelli al ubicarlo en cancha.
Después
Regueiro debería de haber salido al finalizar la primera etapa y hace entrar a
Viola o Hauche, quien no debe entender que hace en el banco con el mal
rendimiento de otros jugadores.
Y
finalmente el descalabro total con las expulsiones, que pudo haber finalizado
en goleada si no fuera por el Chino Saja, aunque en honor a la verdad creo que
en primer gol confundió a la defensa al amagar salir.
Racing
es un equipo sin alma y sin corazón, al que hay que reconstruir para que
no caiga en un peligroso tobogán que nos ubique nuevamente en zonas peligrosas
para el futuro.
Hace
rato que este plantel no tiene ni rebeldía ni compromiso. Si ellos creen que,
sí en la cancha no se nota
Tarea
difícil para el técnico que venga porque los hinchas no creo que tengan mucha paciencia.
Hasta pronto.