jueves, 29 de agosto de 2013

Sin alma y sin corazón.


Se puede perder juego, aunque mucho no tenía, pero no se puede entrar tan pasivamente a jugar un encuentro que se debía dar vuelta.
Daba la sensación que ya había perdido el encuentro antes de jugarlo y que hoy da toda la impresión de no tener ninguna respuesta en el campo de juego.
Desde el planteo hasta la entrega fue lamentable y hoy aunque no nos guste este Racing es un equipo sin rumbo y lo peor, sin esperanzas.
Si los jugadores miraran los partidos anteriores, salvo el primer tiempo con Lanús en el Cilindro- no se atreverían a mirar a los ojos a un hincha.
Si lo de Zubeldía era malo, lo de Radaelli –técnico interino- rayó por lo desastroso.
Entonces, para que despedir a Zubeldía antes de este partido y el de All Boys.
Le podrían haber dado estos dos encuentros y listo.
Total si lo iban a echar, era lo mismo una semana después, y el plantel, quizás, no hubiera sumado a su extremo bajón anímico otro golpe más como fue la salida de su técnico.
Este equipo no tuvo actitud para ir a buscar el partido. Todo era pasarse la pelota en la última línea para entregársela a Saja y que éste la reviente para arriba.
Gómez que mostró condiciones en el amistoso con River dudo mucho en el  primer tiempo, mejorando en la segunda parte.
Corvalán metió, aún con sus limitaciones. Flojos los centrales y Pelletieri como siempre.
Más destacado por su ímpetu y su bronca Zucculini, pero sin nada de juego.
Después Regueiro, único que hizo fue dar pases de un metro a un compañero o perderla. Un jugador que a pesar de su experiencia, se lo ve sin carácter para momentos críticos.
De Paul, siempre lamentándose y encerrado contra la línea trató a veces de buscar otras zonas pero nunca jugo la pelota clara.
Este Vietto que pasó de ser una joya, hoy es una fantasía que tira taquitos y que no encara, desapareciendo del partido rápidamente.
Roger Martinez, no se le puede caer con apenas un par de partidos en primera. Sabe y quizás en este momento es más que Vietto.
Lo de Centurión incomprensible desde todo punto de vista, porque su cabeza no estaba en arriesgarse físicamente y así fue su poca participación.
Lamentable desde todo punto de vista, pero error de Radaelli al ubicarlo en cancha.
Después Regueiro debería de haber salido al finalizar la primera etapa y hace entrar a Viola o Hauche, quien no debe entender que hace en el banco con el mal rendimiento de otros jugadores.
Y finalmente el descalabro total con las expulsiones, que pudo haber finalizado en goleada si no fuera por el Chino Saja, aunque en honor a la verdad creo que en primer gol confundió a la defensa al amagar salir.
Racing es un equipo sin alma y sin corazón, al que hay que reconstruir para que no caiga en un peligroso tobogán que nos ubique nuevamente en zonas peligrosas para el futuro.
Hace rato que este plantel no tiene ni rebeldía ni compromiso. Si ellos creen que, sí en la cancha no se nota
Tarea difícil para el técnico que venga porque los hinchas no creo que tengan mucha paciencia.

Hasta pronto.