martes, 15 de enero de 2019

No perder de vista el objetivo.

Duele perder, aunque sea un amistoso con solo 10 días de entrenamiento y con un equipo que era un mix, sabiendo que si en medio de un torneo y afianzados físicamente, normalmente no funciona esta “mescolanza”, tampoco podíamos esperar mucho con la pre-temporada recién comenzada.

Entonces se nota la falta de reacción, de velocidad y de precisión en la mayoría de los jugadores y eso contagia, en este caso para mal, como sucedió especialmente en el primer tiempo, donde la pelota parada mostró una gran ineficiencia a la hora de defender y la consecuencia fueron los dos goles de Gimnasia, quien además salió a jugar con todo, demostrado en esa infracción de Mussi a los pocos minutos, que podía haber lesionado a Solari y que el árbitro inexplicablemente ignoró, quizás porque en verano parece que se aplica otro reglamento, dado que dejó pasar varias amarillas de un lado y del otro, si no me equivoco llegando al final sin aplicar ninguna.

Racing no tenía seguridad en el fondo y carecía de fuerza ofensiva donde Cristaldo se debatía solo, ya que el chico Cuello no pudo mostrar demasiado y por lógica no es justo juzgarlo, ya que nunca le llegó una pelota limpia de los volantes racinguistas, que salvo Solari no tuvieron un buen desempeño.

En la segunda parte los cambios, especialmente de Zaracho y Centurión ayudaron a ver un mejor Racing, donde este último fue el que más influyó para que el empate estuviera muy cerca y a mi modesto entender  sin jugar bien podía haber sido lo más justo, porque Gimnasia no hizo demasiado para llevarse el triunfo.

Pero aunque a los hinchas no nos gusta ver perder a Racing ante ningún rival, debemos ser pacientes y no perder de vista el objetivo, tratando de entender que este partido y el de Rosario Central servirán para poner a punto el equipo, sabiendo que la verdad, la pelea por los puntos,  comienza con Aldosivi, la primera de las diez finales que faltan para lograr un nuevo campeonato.

Hasta pronto.