lunes, 26 de agosto de 2019

Parece haber perdido el hambre de gloria.

Después del campeonato ganado Racing parece haberse conformado, dado que luego de la lógica relajación, no recuperó esa ambición por ganar todo lo que disputa.

Eso se vio reflejado en lo disperso que se mostró en la Copa de la Superliga, situación que sigue exhibiendo en este presente y que se esta tornando algo peligroso, porque no muestra indicios de recuperar esa voracidad, ese deseo de triunfar que tenia.

El equipo se muestra anodino y ha perdido la mayoria de los atributos que lo llevaron a ganar la Superliga, llamese presión alta, gran intensidad, tenencia de pelota, circulación rápida, defensa sólida y delanteros goleadores.

La esperanza estaba en la aparente buena pretemporada que se realizó y en los refuerzos, que parecían ser los que pidió el cuerpo técnico, pero lamentablemente hasta ahora ninguna de las dos cosas se han visto concretadas, ya que el equipo parece lento ante sus rivales y las incorporaciones no rinden.

Y ayer en Santiago del Estero, Racing nuevamente volvió a mostrar una pobre imagen.

Podríamos echarle la culpa al piso duro, al pasto alto, al calor... pero para ello tendríamos que olvidarnos de la desatención, de los errores en los pases, de perder facilmente en todas las disputas físicas y de la falta de juego.

A los jugadores se los ve como cansados, como si tuvieran la cabeza en otro lado, salvo el caso de Domínguez, que fue lejos, el único que estuvo a la altura.

Los demás han bajado tanto su nivel que realmente preocupa, sumado a lo poco que ofrecen los recientemente incorporados.

Incluso ha desaparecido de la cara del "Chacho" Coudet esa sonrisa que sabía mostrar y que expresaba confianza, cambiándola por un rostro preocupado.

Esto es lo que observo como hincha, sin conocer si existe algún motivo particular que haya sido la causa de este llamativo bajón.

Duele ver así a este Racing, que parece haber perdido el hambre de gloria, ese hambre que todo equipo que se tilde de grande siempre debe tener.

Triste noticia el resultado de los estudios a Solari que confirman su grave lesión, que lo tendrá alejado de la actividad hasta el próximo año.

Mis mejores deseos para una pronta recuperación. 

Hasta pronto.

lunes, 19 de agosto de 2019

Del orgullo de haber sido, al dolor de ya no ser.

Como todo hincha que lleva su pasión en su corazón se me hace difícil ser ecuánime en mi opinión, porque me cuesta explicar la actuación de un  equipo que fue superado, vapuleado y hasta si se quiere, perdonado por su rival porque podría haber sido mucho  más abultado el resultado.             
Realmente fue la noche de los "horrores" con una presentación inaceptable y humillante para todos los hinchas de Racing.   
Mas que hacer consideraciones sobre el desarrollo del partido y las actuaciones de los jugadores me parece mas sensato tratar de entender cual fue la causa que lo lleva a Racing a jugar como paralizado frente a un River que,  en los ultimos tres encuentros, lo paso por encima con enorme facilidad.     
Esto no solo  involucra a los jugadores sino también al técnico porque él es el que decide sobre como jugar y quienes juegan, sobre todo porque se nota un gran deterioro en el rendimiento de muchos de los jugadores que fueron pilares del equipo campeón, desde el arquero Arias hasta "Licha" López.      Me llamó la atencion que después del partido Coudet diga que "no le encuentra la vuelta para que el equipo juegue este partido como se tiene que jugar" y también exprese que " nos hicieron tres goles de la manera que habíamos previsto que no nos podía pasar", porque esto en mi   modesta opinion tiene otra explicación, ya que en los los últimos tres enfrentamientos nos sucedió lo mismo.
Todo esto dejando de lado lo mal que marca Racing cuando ataca, con los que quedan en el fondo en línea, sin un hombre libre y que que fueron superados en los tres goles en dos minutos y medio,  que a un medio campo dinámico como el de River le puso a Zaracho lesionado y a un Rojas que por ahora solo hace acto de presencia, cuando era quizás un partido para ubicar un volante más por un delantero.
Pero bueno volviendo a lo que dijo el "Chacho" creo que sus mensajes los jugadores los reciben y por lo que declaran estan de acuerdo y lo entienden, pero no los ejecutan por eso pienso que el problema está en la cabeza de cada uno, en lo mental, porque es un tema de convicción personal y las palabras solas no bastan si quienes las reciben no la incorporan a su "chip"por algún motivo, ya sea, que no terminan de convencerse, no se sienten capacitados o no tienen la seguridad y la confianza para llevarlo a cabo.
Sabemos que no todas las personas están preparadas para enfrentar una misma situación, por eso Coudet y su equipo técnico deberían trabajar mas sobre ese convencimiento mental que lleve a sus jugadores a cumplir con firme convicción su tarea en el campo de juego, como lo fue aquel gran equipo de José que salía a ganar en todos lados y como, aunque me duela decirlo, lo logró Gallardo en su plantel. 
Desde que se consagró campeón Racing se convirtió en un equipo predecible,  sin variantes ni respuestas a los planteos rivales pasando todo esto este tiempo del orgullo de haber sido, al dolor de ya no ser.
Algo debe cambiar para volver a retomar un camino que le devuelva la confianza al grupo y a los hinchas, que como en mi caso me ilusionó siempre el estilo de Coudet de la primera etapa devolviendome  esas ganas de verlo porque sabia que casi con seguridad Racing ganaba.
Hoy debo confesar que me encuentro nuevamente en un mar de dudas cada vez que me siento a verlo.
Ojalá volvamos a reencontrarnos con el equipo dinámico, intenso y de buen juego que fue reconocido por todo el periodismo como uno de los que mejor jugaba.

Hasta pronto

Escribo desde mi celular por no tener la PC en condiciones.

domingo, 4 de agosto de 2019

Un punto en la tabla y tres en lo anímico.

Creo que todos sabíamos que Vélez es un equipo joven que fundamenta su juego en un gran trabajo físico, que propone una gran intensidad y ejecuta una presión en todos los sectores del campo con movimientos permanentes de sus jugadores.

Para contrarrestar esa presión y ese grado de potencia, Racing debía lograr mayor tenencia de pelota con toques rápidos y certeros, para no permitirle a su rival llegar a cortar la circulación de la misma, pero lamentablemente todavía no muestra su mejor cara el equipo del “Chacho”, por el bajo rendimiento de algunos jugadores que fueron piezas fundamentales en el equipo campeón (llámese Marcelo Díaz, Zaracho, “Licha” López, Solari) y porque Matías Rojas, uno de los refuerzos más esperados, no encuentra ni su posición ni logra superar el natural cambio de equipo el peso de vestir la camiseta de un grande como la Academia le puede llevar más tiempo adaptarse y ganar en confianza.

Este panorama le permitió al equipo de Villa Luro, plasmar casi a voluntad su estrategia, llevando a Racing a no poder tener la pelota y a no contrarrestar esa presión, dando la sensación que había una respuesta física diferente y entonces lo llevó a defenderse más cerca del arco de Gabriel Arias, buscando el momento oportuno para hilvanar algún ataque.

Así y todo tuvo un par de oportunidades, la mejor a los 9 minutos, cuando después de un buen pase de Solari, Cristaldo controla muy bien y la deja “muerta” en la medialuna del área para Zaracho), pero su disparo se va por sobre el travesaño (debe mejorar en la definición) y la otra cuando Solari por derecha entra al área, pero su remate da en el lado externo del arco.

Racing ante el poco peso de sus volantes buscaba el adelantamiento de sus laterales, pero perdía muy rápido la pelota y estos quedaban a medio camino, lo que le daba a los ligeros volantes y delanteros velezanos los espacios para  llegar más fácil al área racinguista y así fue como pasado los 30 minutos, Nicolás Domínguez recibe un buen pase a espaldas de Pillud, que había quedado descolocado y ya pisando el área supera a Nery Domínguez para luego derrotar a Arias con remate cruzado.

Un gol que Racing sintió demasiado porque estaba como fuera del partido y los errores se multiplicaban, como el que le da a Vélez la chance del segundo gol, cuando un pase erróneo de Díaz lo recibe Romero, habilita para Bouzat sobre la izquierda (Pillud estaba adelantado esperando ser salida) y su centro es conectado por el mismo Romero ante un Sigali, para mí, demasiado confiado.

Al final del primer tiempo, creí que sería muy difícil revertir este resultado, sobre todo por el pobre trabajo que mostraba el equipo, el segundo período mostró que Vélez no pudo sostener ese ritmo infernal que le puso a la primera mitad del encuentro y que Racing se adelantaba en el campo presentando más lucha.

Rojas seguía muy pasivo y a los 10 minutos es reemplazado por Montoya, quien un minuto después ejecuta un tiro de esquina que increíblemente es cabeceado por Zaracho (lo digo por su altura) y Nery Domínguez (de lo mejor del equipo) adelantándose a su marca derrota a Hoyos logrando el gol de descuento, tanto que alimentó el ánimo, que dio más aire y esperanza.

A los pocos minutos, Racing tuvo una doble posibilidad de empatar en una misma jugada, pero Hoyos salvó en las dos .

A los 26 minutos Coudet manda a la cancha a el “Pulpo” González por Solari ( un cambio que sonaba raro) y a los 32 por una lesión en su hombro Montoya es reemplazado por  Cvitanich, quien diez minutos después mete un gran pase para Pillud,  quien por derecha y  por detrás de todos, le gana la posición a su marcador al mismo tiempo que controla de excelente forma, se introduce en el área y conquista el empate para que Racing sume un punto en la tabla y tres en lo anímico.

Digo esto porque en mi opinión –ya lo he escrito en otras oportunidades-  muchas veces los empates, por encima del punto que se le otorga a los equipos en la tabla, dejan otro resultado final y es de la consecuencia anímica, que puede ser negativa o positiva, por eso pienso que en ese aspecto Racing anoche logró sumar tres puntos.

Como reflexión final creo que Montoya (ojalá no se de gravedad su lesión) debe estar de entrada y quizás Barbona merezca una oportunidad similar, pero también pienso que no le debemos caer con todo a Rojas y menos a Díaz, que es evidente que después de su lesión le costó recuperar el ritmo futbolístico con que nos supo deslumbrar cuando ingresó al equipo por  primera vez.

También hay otros jugadores que están bajos y ojalá estas dos semanas le sirvan al “Chacho” para darse cuenta de que Racing tiene cuentas pendientes con River y se debe preparar de la mejor manera para poder jugarle de igual a igual a un equipo que durante el encuentro sostiene en la mayoría del tiempo, un gran ritmo futbolístico.
Hasta pronto.