jueves, 29 de junio de 2023

Un Racing de emociones cambiantes.

Con un cambio de actitud en el segundo tiempo, Racing terminó goleando y conservando el primer puesto en su grupo.

Primer tiempo donde un Racing inexpresivo fue superado por un Ñublense, que se fue adueñando del partido a partir de su mayor tenencia de pelota, pero por suerte no supo darle un buen final a sus intentos ofensivos.

Un Racing inconexo y jugando como con cierto desinterés, aún en condición de local, no respondía a los deseos de Gago y a la exigencia de sus hinchas, que era lograr el triunfo que lo confirme como ganador del grupo y apenas en una oportunidad pudo inquietar al arquero rival a través de un remate de Jonathan Gómez, dejando la imagen de un equipo, parecía conformarse con el segundo puesto.

Pero algo sucedió en el segundo período, porque el equipo reaccionó de otra manera, sobre todo a partir del primer gol que llegó a los pocos minutos de iniciado a través de un tiro libre sobre la izquierda en el vértice del área que ejecuta Matías Rojas, quien con su pegada letal la clava contra el palo derecho de un arquero, que a pesar su esfuerzo no pudo evitarlo.

Sin dudas ponerse en ventaja repercutió en lo anímico, le hizo ganar confianza y lo llevó a mejorar sensiblemente en su juego, tanto que a cuatro minutos más tarde y después de recibir de M. Rojas, Maxi Romero gira y de zurda asiste muy bien a Hauche, que venía entrando al área como nueve, quien define ante la salida del arquero Pérez.

Al revés de la primera etapa, Racing era el dueño del encuentro ante un Ñublense que se veía desbordado y Gago envía a la cancha a Oroz por Gómez y a Guerrero por Hauche buscando otras variantes y un par de minutos más tarde en una gran jugada, que comienza Moreno en su campo, la continúan Matías Rojas, Romero, Nardoni y la finaliza nuevamente el volante central de Racing con un remate “colocado” al palo izquierdo de Pérez, que solo atina a mirar.

Un Ñublense desbordado solo atinaba a mirar como Racing casi concreta el cuarto  cuando un pase rasante desde la derecha de M. Rojas no es alcanzado por Romero.

Moreno le deja su lugar a Ojeda y faltando cinco minutos para el final Oroz ejecuta un tiro de esquina desde la izquierda, pelota que es bajada por Guerrero al punto del penal donde Piovi la recibe, amaga el remate y después de hacerse el hueco con una pasmosa tranquilidad la “ubica” junto al poste izquierdo del arquero, concretando el cuarto gol en una noche de golazos.

Cerca del final Avilés reemplazó a Moreno y Baltazar Rodríguez a un Matías Rojas, en el adiós de un jugador que se retiró ovacionado por la gente mientras a través de sus gestos y sus lágrimas manifestaba sus sentimientos hacia el club.  

Fue el triunfo de un Racing de emociones cambiantes, porque después de una primera parte en la que se mostró sin funcionamiento y sin elaboración de juego, logró modificar radicalmente su imagen, mostrando más fuerza anímica, mejor actitud y mayor contundencia.

Pero esta victoria no debe confundir, porque esa inestabilidad la transmiten sus jugadores desde hace tiempo, quienes por incapacidad o por problemas anímicos no pueden darle un funcionamiento regular al equipo, por lo que es indispensable enfocarse en los refuerzos que le vuelvan a otorgar al equipo la personalidad y el buen juego que supo tener.

Hasta pronto