Racing ganó y pudo pasar a los 16avos en la Copa Argentina, pero desde hace años hay algo mental que hace que siempre la juegue con indiferencia.
Y lo de ayer fue una muestra más ante un Santamarina
de Tandil, que me pareció uno de los equipos más flojos, pero Racing no le
podía generar una jugada de gol porque además de una llamativa lentitud lo fue
ganando la imprecisión, lo que le hacía cometer errores que con otro rival los
hubiera sufrido mucho más.
Queda más que claro que por su forma de jugar Racing
se convirtió en un equipo dependiente de Salas y “Maravilla” Martínez y su
juego es efectivo cuando están ellos en cancha, caso contrario comienza a
desmoronarse mentalmente porque los que los reemplazan tienen otras características.
Pases incorrectos, una parsimonia alarmante y salir
siempre a destiempo a disputar una pelota eran la imagen de un equipo que
mostraba en sus jugadores síntomas preocupantes como falta de actitud y una especie
de menosprecio al encuentro, quizás subestimando inconscientemente a un rival
al que Racing agrandaba a través de sus consecuentes fallas defensivas, sobre
todo al querer salir jugando, algo que parecía enojar a Costas, pero que los
jugadores seguían repitiendo.
Jugadores como Zaracho, Vietto, Rodríguez, Almendra
y hasta el mismo Sosa, parecían no estar bien físicamente porque además de
jugar a un ritmo cansino, algunos de ellos perdían fácilmente la pelota al
tenerla demasiado en sus pies y no resolver rápido.
Era como que el equipo no se conectaba en el
partido, hasta que la lesión de Quirós, lo llevó a Costas a hacer un cambio y por
suerte eligió bien al poner a Salas, porque Racing necesitaba la presencia de
un jugador que con su fuerza y actitud sacara del letargo a sus compañeros y tanto
fue así que a los cuatro minutos su centro rasante le permitió a Mura que se
había sumado a la ofensiva pegarle de zurda y clavarla junto al palo derecho
del arquero Navarro Montoya (h).
Obviamente nunca es deseable que un jugador sufra
una lesión, pero para Costas el cambio
obligado terminó siendo la solución, porque Salas le contagió al equipo esa
energía que desborda y el segundo tiempo fue más llevadero para un Racing que con
Nardoni en lugar de Zaracho se acomodó mejor frente a un Santamarina que sintió
el gol en contra y que iba perdiendo fuerzas, dejando en su afán de ir a buscar
el empate más espacios en defensa donde Salas, Balboa y Vietto ya se convertían
en un problema para los defensores y
comenzaban a tener oportunidades desde el primer minuto, las que
lamentablemente no pudieron definir bien.
Hasta que a los diez minutos Vietto sobre la derecha
deja pasar una pelota para que a sus espaldas la reciba Balboa, quien le gana a
su marcador y encara para el área para terminar con un pase a Salas sobre la izquierda
del área quien después de dejar atras a su marcador con un fuerte remate derrota
a al arquero tandilense, ganándose la merecida ovación de los hinchas
racinguistas.
El dos a cero desmoronaba a un equipo de Tandilense,
que si seguía teniendo tenía alguna oportunidad era porque el mismo Racing con
sus distracciones en su defensa se las generaba, como en el rebote que da Arias
(más preocupado por tratar de ordenar a sus defensores) después de en un
disparo simple.
Balboa como todo nueve quería su gol y en lugar de
tocar Salas en el centro del área remató fuerte pero el arquero desvió al córner
y faltando quince minutos Costas lo reemplaza por “Maravilla” Martínez, al mismo
tiempo que De Gregorio lo hacía por Vietto. Minutos más tarde Barrios entraría
por Almendra, a mi gusto un jugador que en esa posición, que demanda más marca
y esfuerzo desperdicia lo mejor que tiene, sus remates y sus buenos pases, por
lo que se me ocurre podría hacerlo jugando más libre cerca del nueve. Sobre el
final el chico De Gregorio, que se movió bien estuvo a punto de aumentar pero
su remate cruzado dio en el palo izquierdo del arquero.
Yo creo que no es casualidad que los enfrentamientos
por la Copa Argentina siempre generen un problema, algo inexplicable e
inentendible pero la causa debe estar y hay que afrontarla, porque no se puede
desperdiciar uno de los caminos con menos cantidad de partidos para acceder a la
Libertadores.
Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.