Hay que reconocer que Racing ante San Pablo realizó un buen partido, porque supo controlar a un rival de jerarquía, lo dominó todo el segundo tiempo y además mereció ganarlo.
Quedó claro, por lo menos de parte de los jugadores,
que respondieron al club como profesionales que son y por lo tanto al técnico, pero
esto también demuestra que en Santiago del Estero, consiente o inconscientemente,
guardaron energía para este encuentro, porque de otra manera no se entiende
tanta diferencia.
Porque anoche Racing tuvo lo que no se vio en
Santiago del Estero, es decir actitud, concentración y entrega, valores que le permitieron
emparejar el partido en la primera mitad y dominarlo prácticamente todo el
segundo tiempo, disputando cada pelota como si fuera la última y buscando
siempre ganar el partido.
Hubo puntos altos y buenos funcionamientos en muchos
jugadores, comenzando por Arias que sigue siendo el que sostiene la mayoría de
los resultados positivos, la muy buena performance de Mena imponiendo su jerarquía
ante Dani Alves y siendo siempre una gran opción en la ofensiva, el muy buen
partido de un recuperado Miranda y de Martínez en el medio campo y a Lovera que
complicó hasta que pudo su físico que fue bastante castigado.
También destaco a Sigali por su presencia y seguridad
y a Cáceres, que además de marcar nunca renuncia a asociarse en cada ataque.
Novillo y Domínguez estuvieron dentro de un nivel
aceptable, Piatti estuvo impreciso pero es un jugador que hace que sus
compañeros jueguen mejor y un Maggi que con sus pocos partidos tuvo que vérselas
con centrales de categoría internacional.
Las entradas de Cvitanich quien con su experiencia tuvo a maltraer a la defensa paulista e hizo expulsar a uno de ellos, de Moreno, Fértoli y el chico Godoy, siguieron aportando al control y dominio del encuentro, que le dieron otras oportunidades para convertir, algunas no se pudieron concretar y otra fue anulada por posición adelantada, pero por lo menos se vio una mejora en la circulación de pelota y en algunas combinaciones.
Todos con su esfuerzo nunca dejaron crecer al San Pablo y en un partido exigente que lo
llevó a un gran desgaste físico y emocional, Racing obtuvo un premio consuelo, cuando merecía el mayor.
Ahora necesitará nuevamente de un gran esfuerzo y para
ello Pizzi deberá decidir de una vez por todas, si sostiene este equipo que le
dio satisfacciones no solo a él, sino también al hincha, para enfrentar el
domingo a San Lorenzo en un partido que es una final y el martes a Sporting Cristal
en Perú, encuentro que le puede dar grandes
chances de clasificar a octavos, sobre todo después del empate registrado
anoche entre Rentistas y el equipo peruano
Al finalizar Pizzi hizo fuertes declaraciones sobre
una “campaña descarada e irrespetuosa hacia su trabajo”, pero no tengo claro a quienes
están dirigidas sus palabras, si a los dirigentes o al periodismo, porque como
todos sabemos, en general este último se nutre de la información que brindan los
primeros.
Es cierto que es doloroso e irrespetuoso para Pizzi,
leer y escuchar en todos los medios y en las redes sociales, que se había hecho
contacto con otro técnico y que lo daban fuera del club, pero debe entender que cuando muchos medios, partidarios o no, coinciden
en comunicar la misma noticia, es que realmente existió.
Ahora, está en sus manos revertir esta situación, demostrando
que de aquí en más, el equipo que le respondió anoche siempre mantendrá la
actitud, la entrega, la concentración y la convicción de salir a ganar como lo
hizo ante San Pablo, acciones que si se hubieran aplicado en varios encuentros
anteriores nadie estaría hablando de su final de ciclo.
Hasta pronto.