lunes, 30 de octubre de 2017

¿Un punto de partida o un punto final?


Estoy seguro de que, la mayoría de los hinchas de Racing entre los que me incluyo, deseamos hoy más que nunca, que el miércoles pueda dar vuelta el resultado ante Libertad de Paragüay, de forma tal que pueda pasar a semifinales, porque después frente a nuestro vecino, el casi seguro rival, comienza otra historia.

Pero no podemos olvidar fácilmente todo lo que viene sucediendo con el equipo, donde se repiten situaciones de juego que realmente preocupan, sumado a la muy malas actuaciones de la mayoría, lo que refleja que el estado anímico este plantel está casi en terapia intensiva, además no es la primera vez que le convierten tres goles en veinte minutos o menos, ya que con Olimpo fueron en quince, es como que le agarran “ataques de pánico” que lo paralizan y le quitan reacción, invitación para que los rivales tengan más que facilitadas sus llegadas al gol.

Los primeros veinte minutos fueron un repertorio completo de todo lo que un equipo no debe hacer, con desaciertos que ya se venían viendo pero que parecen ir en aumento, ya sea por los nervios o desconcentración, lo que está indicando que hay algo que no funciona, que una de las dos partes está fallando y entonces nos lleva a pensar si no hay cortocircuitos en la relación entre cuerpo técnico y jugadores.

Es cierto que Racing venía cansado,  porque jugó en Paraguay el martes pasado y esto acompañado por el caluroso clima de Tucumán pudo haber influido en el aspecto físico del plantel, pero lo peor no pasó al final, cuando se siente el esfuerzo, pasó al principio y sin embargo se vio a muchos con lentitud para reaccionar y resolver.

Así y todo Racing tuvo posibilidades de descontar a través de Cuadra (dos veces) y del mismo Lautaro Martinez, lo mejor del equipo y dueño absoluto de la titularidad,  quien alcanza a concretarlo en tiempo adicionado,  llevando esperanza para los cuarenta y cinco restantes.

Por lesión de Orban, ya había entrado Patiño a mediados del primer tiempo y todos pensábamos para el segundo, en Zaracho por Meli, que sigue desperdiciando oportunidades y en “Licha” por Cuadra o Solari, para darle más intensidad a la ofensiva, pero Cocca, salvo por lesión, sigue con su idea de no hacer cambios cuando comienza la segunda etapa.

Y de entrada el equipo tuvo su oportunidad en una jugada que podría haber cambiado el trámite, cuando un centro de Ibargüen, es cortado con el brazo abierto por el defensor Román cometiendo claro penal,  pero que Etchenique de muy mal arbitraje en general, no cobra.

Racing insistió un poco más pero era intermitente y los cambios no llegaban, a pesar de que Meli y Solari cada vez jugaban peor y no ayudaban a un Arévalo Ríos que si bien había levantado su nivel, no aportaba nada en ataque, porque sus pases son cortos y casi siempre lateralizados.

El medio campo de Racing, sin el “Pulpo” González es todo un tema, incluso de difícil solución jugando él, porque nos fuimos de un extremo al otro cuano se pasó de una súper población de volantes a tener solamente a “Cacha” como una única pieza sin repuesto y además sin convencer del todo, agregándole a este mal manejo en las incorporaciones, que Racing se da el lujo de tener de vacaciones “all inclusive” a Vizmara (pero no es su culpa).

Los intentos ofensivos se intentaban buscando desbordar por los costados, sobre todo por la izquierda con Ibargüen y Soto y para tratar de aportarle frescura y juego, cerca de los veinte minutos, llega, aunque tarde, el cambio de Zaracho por Solari que viene declinando su rendimiento.

Restaba un cambio y Lautaro parecía estar extenuado,  por lo que a los 25 minutos, se produce el mismo pero en lugar de entrar Lisandro López, lo hace Triverio, señal inequívoca de que a “Licha” lo cuida para la Sudamericana.

Y a los 30 minutos, llega una nueva jugada polémica, cuando Soto desborda y su centro atrás lo recibe Pillud, pero su disparo es rechazado sobre la línea, rebote que concreta Zaracho,  ante un jugador de Atlético busca cubrir su tiro con las manos, nuevo penal que el árbitro vuelve a dejar pasar.

Final con derrota para un Racing que sigue sin encontrar el rumbo y convive con situaciones desesperadas, por lo que el miércoles, para enfrentar a Libertad, el equipo va a depender más, de las ganas y el corazón que pongan sus integrantes, pero especialmente del apoyo incondicional de sus hinchas, posiblemente lo único positivo con lo que hoy por hoy puede contar el equipo.

Ahora, el resultado será ¿Un punto de partida o un punto final?.

Me lo pregunto porque un triunfo podría ser la inyección anímica necesaria para iniciar una especie de nuevo ciclo, pero una derrota podría ser el fin de Diego Cocca como técnico de Racing, dado que sumaría otro paso negativo por la Copa Sudamericana a la ya olvidada Copa Argentina, además de transitar por un presente muy malo en la Superliga, un combo difícil de sobrellevar de aquí en adelante, frente a un plantel numeroso y a una hinchada impaciente.

Es por eso que el próximo jueves será un día muy especial para el hincha de Racing, porque va a tener mucha repercusión lo que pase el miércoles, pero ojalá podamos leer, escuchar y hablar de que vamos a jugar tres clásicos seguidos.

Por el bien de Racing. Por el bien de nosotros los hinchas.

Hasta pronto.