domingo, 18 de abril de 2021

Pizzi y el plantel deben coincidir en la solución.

Era un partido para prenderse, pero Racing con su forma de jugar desilusiona demasiado para pensar que el triunfo puede ser posible.

Si bien tuvo el dominio del partido por muchos más tiempo no sirvió de nada, porque cuando tenía la pelota, solo Miranda, hoy un poco más comprometido, podía ofrecer algún toque preciso, pero no encontraba respuestas en sus compañeros, por lo que todo finalizaba con esfuerzos individuales, que normalmente eran bien controlados por los defensores rivales 

Arsenal en cambio era más claro en su juego, porque tenía más espacio y además contaba con una defensa académica desordenada que con sus permanentes errores individuales (salvo Cáceres, que se ha ganado el puesto con creces), animaba a los delanteros a encararlos, sabiendo que podían sacar alguna ventaja.

Resbalones, enredos y distracciones, le dieron al local la posibilidad de ponerse en ventaja y sumar el segundo tanto en solo 4 minutos, lo que parece fatídico, ya que no es la primera vez que se da esta situación de que a Racing, le conviertan más de un gol en poquísimo tiempo

A pesar de todo Racing encuentra el descuento en una jugada donde el rebote en Maggi habilita a Chancalay quien convierte con un remate sobre el palo derecho del arquero.

Había una nueva oportunidad para que en el segundo tiempo Racing hiciera todo lo posible para por lo menos empatarlo, pero todo fue inútil porque si bien tuvo más tiempo la pelota, género muy poco y además solo buscó hacerlo a través de centros para Copetti, al que se le sumó Melgarejo y por ultimo Reniero.

Otra posibilidad perdida pero no sorprende, lo que realmente asombra y preocupa es el nivel de algunos jugadores, como el Mauricio Martínez cuando juega de central, por lo que espero que la próxima vez que tenga su oportunidad lo haga en el medio campo, el de Orban por sus dudas cuando busca salir jugando,  sobre todo de marcador de punta, el de Rojas que sigue dependiendo de las pelotas paradas y el del desconcertante Chancalay, que insinúa buenas jugadas y pierde pelotas increíbles.

Me preguntaba porque después de un tiempo prudencial, Lovera y Moreno todavía no pueden alcanzar el buen nivel que los llevo a contratarlos y como Julián López no tiene más oportunidades en un puesto que no está bien cubierto del todo con Kevin Gutiérrez.

Las cara de Pizzi mostraba su desencanto, pero debe entender y aceptar que tiene una cuota parte de responsabilidad de lo que se esta viendo en el campo de juego, ya que es de su exclusiva elección la forma de jugar y de quienes la interpretan.  

Un equipo que defiende mal y depende casi todos los partidos de su gran arquero Arias y abusa de las pelotas largas y/o centros para el hoy impreciso Copetti y al inexpresivo Maggi, exhibe pocos argumentos como para tener esperanzas de ganar los partidos. 

Racing desde hace tiempo muestra una permanente involución y la desazón ha invadido a la mayoría de los hinchas, pero debemos entender que ahora hay que aceptar esta realidad, con este plantel y con este cuerpo técnico, por eso pienso que para tratar de redimirse de esta desagradable actualidad, Pizzi y el plantel deben coincidir en la solución, el técnico instalando una forma segura y concreta de jugar y los jugadores desde la actitud individual, aceptando y comprometiéndose a llevarla a cabo en el campo de juego, con convicción y personalidad.

Ahora comienza la etapa más difícil y es el momento de demostrar que pueden representar y vestir con orgullo la camiseta de Racing.  

Hasta pronto.