lunes, 4 de julio de 2022

El clásico está por encima de todo.

El fútbol es un juego que no obliga a jugar de una sola manera, por lo que cada equipo elige su forma de hacerlo y eso lleva a los dos equipos a encontrar la mejor estrategia para superar a su rival, pero después están los árbitros y el VAR, que pueden cambiar el curso de un partido con decisiones que dejan mucho que desear.

Porque al no unificar criterios, lo único que está logrando con sus intervenciones es convertir al fútbol un juego robotizado, lento y sin emoción alguna, donde ya no se pueden ni gritar los goles y donde los árbitros ya no saben que hacer ante cada reclamo, como sucedió en el partido de ayer en Junín donde se han dado situaciones que le negaron a Racing la posibilidad de lograr el triunfo frente a Sarmiento, como la de ignorar el codazo a Copetti (confesado por el propio jugador del local), la de sancionar injustamente una mano de Insúa que no busca la pelota (mano que trata de sacar) y por último el no adicionar los minutos correspondientes por los largos tiempos de demora.

Sobre el partido en sí, Sarmiento con un juego defensivo, físicamente agresivo y liderados por un Lisandro López que como siempre protestaba todo, enfrentó a un Racing, que si bien tenía la tenencia de la pelota le costaba pisar el área con claridad, por lo que todas las llegadas se dieron a través de centros, como el que a los 12 minutos cabecea Vecchio a las manos de Meza o el que a los 33 minutos cabecea desviado Copetti y de remates desde fuera del área, como el de Piovi y los del final de ese primer tiempo de Moreno y Vecchio, a los que respondió muy bien el arquero Meza.

La segunda parte comenzó mal porque antes de los 30 segundos cuando una pelota llovida sobre el área de Racing la dejan picar y Mura (no es la primera vez que tiene esas dudas) en su deseo de cubrirla para que salga del campo le permite a “Licha” López meterla hacia el área y al pegar en la mano de Insua, Echavarría sanciona el polémico penal con el cual Sarmiento se pone en ventaja.

Un árbitro y un VAR llenos de dudas llevaron a que el partido se discuta más de lo que se jugaba, lo que favorecía a Sarmiento mientras iba desconcentrando a un Racing que ante una cerrada defensa se veía obligado tirar centros y que recién pasando el cuarto de hora en uno de ellos Mura pudo rematar pero entre Meza y un compañero la terminaron enviando al corner, que derivó en un remate de Insua rechazado por Méndez cerca de la linea.

A los veinte minutos Gago llegan tres cambios Hauche reemplaza a Carbonero (no estoy de acuerdo con su salida porque estaba repuntando en su juego y pienso que debía salir Chancalay), Jonathan Gómez por Miranda y Mena por Piovi, los que finalmente dieron su fruto cuando unos minutos más tarde Sigali en campo rival habilita al “Demonio”, quien envía un centro preciso para el “gran” Copetti que filtrándose entre los centrales y de cabeza la clava junto al primer palo.

Un empate que alentaba a Racing y golpeaba a Sarmiento por lo que Gago realiza dos cambios tan arriesgados como sorpresivos para seguir alimentando la ofensiva, Cardona y Maximiliano Romero por Mura y Moreno (creo que a este último, amonestado, lo cuidó para el clásico), conformando un medio campo que no tenía prácticamente marca y dejando solo tres defensores en el fondo.

Era a todo o nada y un tiro libre de Vecchio es finalmente recibido por Romero en la izquierda pero su remate es detenido por Meza, minutos después Cardona (más comprometido y más preciso) asiste de gran forma a Hauche en el área pero su media vuelta sale apenas desviada (creo que esa fue la más clara y además la única jugada donde se pudo poner un pase filtrado por el centro), finalmente una buena jugada de Gómez logra un tiro libre en la puerta del área que ejecuta el colombiano pero responde bien otra vez Meza.

Final de un partido donde por los desatinos de un árbitro y del VAR se pudo haber perdido, pero por lo menos se rescató un punto para llegar al clásico más entero, pero hay algo que ya se viene dando y será una constante y es que muchos rivales van a esperar a Racing cerca de su arquero, por lo que Gago debería ensayar algún otro sistema ofensivo ante esos equipos, porque si indefectiblemente se va a terminar tirando centros, alguien más debería acompañar a Copetti en su solitaria lucha, aunque será difícil que salga de entrada con cambios extremos porque le gusta asumir riesgos.

Pero hay jugadores que por diferentes motivos han bajado su nivel y posiblemente lo lleven a realizar algunas modificaciones, como está pasando con Mura con desatenciones en la marca y hasta flojo físicamente o Chancalay que sigue impredecible en su juego, a lo que le suma como ayer, una llamativa imprecisión a la hora de entrarle a la pelota.

Una reflexión final sobre Miranda, uno de los que con más claridad representa la idea de Gago, pero no está rindiendo como lo hacía en el torneo anterior y pienso que es porque antes se sentía el “dueño” de la pelota, con un ida y vuelta que le permitía ser el eje del juego y manejar los tiempos del equipo, pero ahora esa tarea la debe compartir con un muy activo Vecchio lo que posiblemente lo llevó a perder un poco de confianza.

Los hinchas de Racing podemos discutir sobre si los árbitros nos perjudican o si el VAR ve las cosas que les conviene, pero en esta semana el clásico está por encima de todo, porque nos reúne, porque supera toda otra competencia y porque HAY QUE GANARLO!, como lo dicta nuestro corazón, así que el domingo hay que poner todo, los jugadores dentro de la cancha, la hinchada en el Cilindro con su aliento sin parar y los dirigentes estando atentos con el tema arbitral, porque nos vienen pegando duro.

VAMOS RACING CARAJO!

Hasta pronto.