domingo, 26 de octubre de 2014

Las dudas del pasado.


Siempre me parecieron y lo he escrito en algunos blogs anteriores, que los empates solo sirven para la estadística, porque en la cabeza de los jugadores, cuerpo técnico e hinchas, casi todos los partidos igualados tienen sabor a derrota o a triunfo.

Y algo que a Racing lo llevó a cosechar todos estos puntos es siempre haber buscado el triunfo y nunca el empate, lo que también es cierto, desembocó en varias derrotas.

Pero lo que preocupa es que daba la sensación que habían retornado las dudas del pasado, ya que el equipo pareció haber olvidado todo lo bueno que había hecho desde el encuentro con Newell’s hasta el primer tiempo del partido con Vélez.

Sabemos que cuesta jugar allí porque es un estadio que incomoda demasiado por diferentes motivos, sin embargo Racing había desperdiciado tres oportunidades de gol en el primer tiempo que podían haber cerrado el partido en esa primera etapa y preocupa lo mal que estuvo Diego Milito en la definición aunque no tanto Hauche, dado que nunca fue su fuerte y así y todo en el gol hizo todo bien, siendo además uno de los más rescatables del equipo.

Racing trató en esa primera etapa de manejar el encuentro y por momentos lo hizo, ante un Olimpo que le generó un par de situaciones a las que Saja respondió bien, pero ya se veía que había jugadores que no estaban cómodos desde el medio hacia atrás.

De la línea de cuatro rescato a Cabral ya que Díaz, Lollo y Grimi tuvieron un partido muy flojo y en los volantes Acuña no pesó en el partido, mientras que lo de  Acevedo creo que fue muy malo. El volante salvo en el primer pase a Hauche que lo deja solo para el gol, no tuvo quite y sus pases fueron erróneos,  lo que le permitió a Olimpo ganar esa zona fundamentalmente en el segundo tiempo, porque era superado fácilmente por los volantes adversarios.

Centurión tuvo un comienzo alentador pero duró poco ya que , fue bien tomado por los rivales que no lo dejaron crecer, lo que privó a Racing del jugador más desequilibrante de los últimos partidos.

Aued tuvo una actuación irregular, quizás preocupado por no estar Videla, lo que  posiblemente haya incidido pues no pudo imponer su juego y además finalizaba dando todos los pases mal.

Racing solo descansaba en alguna combinación de Milito y Hauche, que lograron tenerlas en el primer tiempo, pero no así en la etapa complementaria.

En el segundo tiempo Olimpo propuso un partido a su estilo y para esa cancha, presionando sobre todo en la mitad del terreno y buscando llevar a Racing a cometer infracciones para tener alguna pelota parada, jugada con la cual lograría el empate ante una marca desastrosa de la defensa y un arquero que contribuyó con su mala salida.
Después llegó la expulsión de Grimi y el crecimiento de Olimpo fue en aumento,  y allí surgió la figura de Saja quien finalizó siendo lo más rescatable, a pesar de que en el gol del empate tuvo alta responsabilidad.

Un tema preocupante, y sobre todo en una cancha donde el tiempo parece acortarse, es cuando los defensores o volantes le entregan la pelota a Saja para que la juegue con los pies.

Como tarda un tiempo más que sus compañeros y carece de habilidad para tal fin,  casi siempre permite – y más en cancha chica- que lo encimen y allí se pueden producir rebotes como sucedió hoy y como ha pasado en otras oportunidades.

Es un riesgo innecesario, salvo que haya mucha distancia entre Saja y los rivales y pienso que pone los pelos de punta a quienes lo estamos mirando ( por lo menos a mí  me pasa).

Cocca también tiene su cuota parte de responsabilidad ya que el trabajo de Acevedo pedía a gritos la entrada de Cerro, quien tuvo un partido interesante en los pocos minutos que jugó ya que le dio más dinámica al medio campo.

También me parece que en lugar de Centurión debió salir Acuña, aunque creo que lo dejó porque era el único que le podía jugar en lugar de Grimi.

Para finalizar digo que este empate que nos sabe a derrota, puede que no sea tan malo si River deja puntos en Rafaela, por lo que esperemos a ver que sucede.

Quizás se dé un resultado que nos cambie el sabor.

Hasta pronto.