domingo, 18 de agosto de 2024

El despertar de Roger.

En Rosario y dentro de un clima caliente que no solo ponía nerviosos a los jugadores de Newell’s,  Racing supo cómo jugar el partido y a pesar de que sufrió sobre el final, terminó logrando un triunfo más que importante.

Creo que el equipo tuvo mucha actitud y buscando no contagiarse de los gritos de los  irritados hinchas y de los nervios de su rival, encontró en la tranquilidad de un Arias que continúa en gran nivel, en la gran tarea de Di Césare, (permítanme decir que por su firmeza y prestancia va camino a ser un Roberto Perfumo), en el buen trabajo de Almendra, quien ante la ¿ausencia? de JuanFer, sigue siendo el único que aporta buenos pases en el medio y en el despertar de Roger, quien parece haber dejado atrás su letargo, los pilares para ir creciendo en el partido.  

Racing ya tenía bastante control del juego ante el desorden de su rival y a los 20’ dio el primer aviso, cuando en un tiro de esquina, Roger de cabeza estrella la pelota en el palo, pero en una jugada que inicia Almendra con un hermoso caño, asiste a Martínez quien desde fuera del área remata y vence la estirada de Macagno. un GOLAZO digno de un jugador que tiene innegables condiciones técnicas, pero que esta vez le agregó responsabilidad y compromiso.

A las pocas acciones del local, Arias seguía respondiendo con seguridad y el primer tiempo finalizó  uno a cero, que era un buen resultado, pero el estadio era una olla a presión con un ambiente se iba enrareciendo más porque todo se discutía y eso podía llegar a hacer confundir a los jugadores académicos y al árbitro del encuentro.

Era lógico pensar que en ese clima, el segundo tiempo se iba a jugar más tensionado, con un Newell’s que saldría a buscar el empate desesperadamente y un Racing que si conservaba cierta calma, podría tener espacios para darle el golpe final y a los 7’estuvo a punto de lograrlo cuando Salas pone a Urzi mano a mano con el arquero, pero su remate cruzado se va desviado, desperdiciando una oportunidad.

Cada tanto Racing tenía posibilidades porque el equipo rosarino, se iba desordenando cada vez más y casi como único recurso, recurría a los centros sobre el área académica, por lo que a los 18’ Costas decide dos cambios, Conti entra por un Salas que sigue estando bajo (en el primer semestre estaba más activo, no paraba de correr y tenía un mejor control) y Solari lo hace por Baltazar, de gran desgaste físico.

Minutos después Zuculini recupera una pelota, abre para Rojas que descarga en Roger, este habilita a Urzi sobre la izquierda, quien pone un centro rasante que Solari va a buscar y solo frente al arquero toca la pelota en forma deficiente y cuando todos lo gritábamos ¡pierde el gol! y la gran oportunidad de la noche para cerrar el partido. Increíble pero cierto.

Posteriormente Almendra es reemplazado por Barrios, Rojas por Elordi y Roger por Carbonero, con el fin de darle más aire al medio campo y para ver si con la velocidad del exGimnasia podía encontrar alguna contra más para no terminar sufriendo, pero el “combo negativo” de Solari se completó faltando pocos minutos al cometer penal por ir a buscar la pelota con los brazos abiertos en un centro, acción que finalmente confirma el VAR, pero que por suerte patea a las nubes Ramírez.

En un final de tono dramático por el penal y algunos otros inconvenientes, (la lesión en la cabeza del jugador Rodrigo Cedrés al golpearse con la cámara, el enojo de la gente para con todos y el botellazo en la cabeza de uno de los hijos de Gustavo Costas), Racing terminó consiguiendo el segundo resultado positivo en la semana, que lo vuelve a posicionar bien en la tabla (habrá que esperar algunos resultados), pero que juntos actúan como la inyección anímica que les permite ganar confianza para enfrentar con fe a los chilenos y a nuestros vecinos con una única consigna: GANAR!

Hasta pronto.