lunes, 29 de marzo de 2021

Punto para que sume Racing y sume Pizzi.

Después de la avalancha de goles del partido anterior frente a River, que de mi parte me llevo a realizar una ácida y fuerte crítica hacia el técnico y los jugadores, considero que por la forma en que lo consiguió, este empate en parte los reivindica, porque tiene mérito y valores para rescatar.

Si bien todos queremos que Racing juegue mejor y gane, la historia frente a los “Millonarios” nos señala que nada tiene que ver cómo viene jugando el equipo y como ejemplo señalo dos que fueron súper ofensivos, el Racing de “José” y el del “Chacho” Coudet, los que finalmente fueron campeones en sus torneos , (el de Pizzuti además Campeón de la Libertadores y del Mundo al año siguiente).

Pero en este aspecto debemos ser sinceros para opinar sobre el partido de ayer, aceptando que venimos criticando al equipo y al técnico porque a pesar de que viene obteniendo resultados positivos en las últimas fechas, no tiene una idea clara de juego.

Que esperábamos realmente antes del partido?  Sinceramente, que no se repita la situación del último enfrentamiento, no aguanto mas una lluvia de goles de River. 

Por eso ayer Pizzi y su Racing me sorprendieron para bien, desde la táctica, la actitud y fundamentalmente la concentración, para llevar a cabo el sistema que no le permitió a River generar situaciones claras de gol, donde prácticamente la única importante que tuvo fue la que Arias atora a Fontana en el segundo tiempo, cuando el equipo ya estaba jugando con 10 hombres (No cuento el tiro libre de De la Cruz que Arias desvía, como jugada).

Evidentemente a Racing le costaba generar un juego ofensivo con un Copetti más solitario que nunca, pero así y todo tuvo algunas situaciones de contragolpe pero no supo cómo concretarlas.

Obviamente no es el Racing que todos queremos ver, pero la cosa es contra River y hubiera aceptado totalmente jugarle de igual a igual, si este equipo estuviera demostrando que ya tiene un sistema de juego bien aceitado, como lo tenia el del "Chacho", pero lamentablemente no es así.

Por eso quiero destacar que por lo menos ha habido un gran mejoramiento en cuanto a cumplir con la idea, hubo compromiso, entrega, seriedad, quizás por no querer ser humillado nuevamente, pero también respondiendo con acierto a lo que el técnico había programado y eso es ganar en confianza para poder ir creciendo en búsqueda de un mejor juego.

Fue un punto para que sume Racing y sume Pizzi, a través de un empate, que como siempre digo no marca triunfos en la estadística, pero si lo hace en lo emocional, y en ese aspecto considero que la Academia se retiró más satisfecho que un River que se sentirá como si hubiera perdido el encuentro.

Y este resultado sigue sumando respaldo para Pizzi a través de los números, aunque parece que también puede hacerlo en su relación con el plantel, que da la impresión comienza a sentirse más consustanciado con sus ideas.

Hasta pronto.


martes, 23 de marzo de 2021

Racing no luce, pero Pizzi gana.

Racing logró un triunfo importante que posiciona bien al equipo en la tabla y le da a Pizzi un mayor tiempo para ir acomodando las piezas a su gusto,  hasta encontrar el equipo que se supone, tiene en mente.

Dentro de una actuación que no convence, me parece que hay algunas cosas para rescatar, como por ejemplo que ya no sufre tanto en defensa (cuarta valla invicta en el torneo), donde a Tagliamonte, Sigali y Novillo se los vio seguros, mejor al “Oso” que al chico exBelgrano, quien duda con la pelota en los pies; que por las circunstancias que sean encontró en Kevin Gutiérrez un volante central que rinde y sabe como jugar en esa posición, lo que le permitió a Miranda jugar más libre, aportarle un mejor juego al equipo y estar más cerca del área hasta para convertir como ayer y que arriba tiene a un Copetti que termina destruyendo a los centrales rivales (ayer por distintos motivos hizo reemplazar a ambos).  

También es cierto que hay un déficit en el rendimiento de otros jugadores, como en el caso de los laterales, Schelotto/Domínguez y Mena, porque no han encontrado a su socio ideal a través de movimientos automatizados, ni en Moreno, ni en Chancalay, ni en Lovera, si bien este último, el más activo de los tres, a veces lo intenta con el chileno.

Pero se da algo llamativo y es que los cambios que viene introduciendo últimamente durante los segundos tiempos lo vienen llevando al triunfo, como paso anoche nuevamente cuando ingresaron Ivan Maggi, quien con su juego de buenos desplazamientos y asistencias viene pidiendo pista en el equipo titular, Piatti, a quien se lo vio mejor  físicamente y ritmo futbolístico, lo que le permitió estar más lúcido y conducir bien la pelota y darle a  Racing otras posibilidades en ofensiva y de Rojas, quien todavía no llega a asumir su rol de conductor, aunque también es una buena noticia el ingreso de Julián López

Es decir, Racing no luce, pero Pizzi gana, dos maneras de ver a nuestra querida Academia, la del juego y la del resultado, que si bien todavía no se corresponden le siguen dando al equipo y al técnico una mayor fuerza anímica, la que deben saber aprovechar para preparar con tranquilidad el próximo partido frente a River, el rival que los humilló y los hizo golpearse duro hace apenas 20 días, una oportunidad única para demostrarnos a todos  que han entendido lo que hay que hacer, para no repetir los errores del partido anterior.

Mi sensación es que poblará la zona de la mitad de cancha donde quizás hasta puedan jugar juntos Gutiérrez y Fabricio Domínguez o bien Gutiérrez con Julián López y delante de ellos Lovera, Moreno y Chancalay/ Fértoli o Rojas, tratando de buscar la  segunda pelota que como siempre luchara en soledad Copetti, para después acompañarlo en la ofensiva.

Hasta pronto.

jueves, 18 de marzo de 2021

Racing despertó a tiempo de una pesadilla.

Que podíamos esperar si viene jugando muy mal, nada que cambiara rápidamente su imagen, por lo que era más que seguro que lo que íbamos a ver se pareciera a un déjà vu, esa sensación de que lo que vemos, ya lo habíamos visto antes.

Muchos de sus jugadores se muestran temerosos con la pelota en los pies, dan mal pases sencillos y les rebota la pelota, por lo que todo lo hace lento, previsible.

Anoche enfrentó al modesto equipo de San Francisco, Córdoba que participa del Federal “A”, que ordenado y con simpleza en sus movimientos, cuando se hacía de la pelota la jugaba segura, esperando errores de un equipo “nervioso”.

A Racing le costaba demasiado romper ese bloque que Sportivo Belgrano le fue ubicando desde la mitad de cancha hacia atrás, dado que a los centrales académicos les costaba salir jugando desde el fondo, más a Novillo que Martínez, quienes no se entendían bien con los laterales que se mostraban descoordinados.

El medio campo tuvo por fin un volante central que hizo lo que no se venía haciendo: Kevin Gutierrez, pero ni Moreno, ni Chancalay, ni Rojas, que salvo por algún tiro libre, no puede justificar su titularidad, lograron darle al equipo lo que le viene faltando en toda la era Pizzi.

Y los de arriba a esperar un milagro de una gambeta o ganar una segunda pelota que parece ser lo único destacable de la idea de Pizzi, donde Melgarejo un poco más tirado atrás, cuando la encontraba ensayaba una jugada individual sin mucha suerte y el gran Copetti, quien aun en soledad nunca se rinde, por eso es el abanderado de un equipo que necesita por lo menos, contagiarse de su coraje y actitud.

En el segundo tiempo Racing intentó ser más agresivo y Chancalay exigió al arquero de  un Sportivo Belgrano que continuaba con  la misma y prolija estrategia de esperar la oportunidad para dar el golpe sabiendo que alguna oportunidad podía tener por la inseguridad de la defensa académica y la encontró a los 10 minutos, cuando Martínez rechaza mal un centro desde la derecha y Argüello desde fuera del área la mete contra el palo derecho de Tagliamonte.

La falta de convicción no solo de los jugadores, sino también del mismo cuerpo técnico, los lleva a realizar cambios como el de Lovera, en lugar de Moreno, cuando debería haber salido Rojas o el de Maggi por Domínguez, pero todo seguía siendo negativo porque no se vislumbraba una mejoría clara, solo era impulsos sin claridad.

Los cordobeses a todo esto estuvieron a punto de aumentar pero Tagliamonte respondió muy bien, minutos después Piatti y Fértoli reemplazan a Rojas y Melgarejo, pero lo que la historia cambia en el minuto cuando de un tiro de esquina ejecutado por Lovera,  Maggi en el segundo palo la mete en el área y Martínez tirándose al suelo le pega de primera marcando el empate de Racing.

 

La sensación fue que Racing revivió de golpe y que a Sportivo Belgrano el empate lo golpeó duro en lo emocional, quizás porque creía que lo tenía ganado, lo que fue rápidamente aprovechado por la Academia al minuto cuando Kevin Gutierrez presiona, roba una pelota y habilita a Maggi sobre la derecha, quien la mete paralela al arco para Copetti y este concreta.

Alivio para el cuerpo técnico y los jugadores, sobre todo cuando a los 90 minutos, Fertoli que entró bien, en un buen intento personal dentro del área logra el tercer gol, que terminó de condenar a los cordobeses, quienes finalizaron con alguna jugada fuerte, lo que les costó un expulsado.

Racing despertó a tiempo de una pesadilla, pero sin embargo deben entender que el triunfo es efímero si no está respaldado por un sistema sólido, llevado adelante por jugadores con convicción, creyendo en ellos mismos, buscando recuperar la confianza definitivamente.

Pienso que Pizzi a esta altura ya debe  tener en su cabeza “su once” ideal y creo que es el momento de poner a ese equipo en cancha, entregándoles la confianza que necesitan por un largo período, porque se acerca la Libertadores y no se puede vivir cambiando.

Hasta pronto.


 


sábado, 13 de marzo de 2021

Pizzi busca apoyo en los triunfos.

Nadie puede negar que un triunfo ayuda en todos los aspectos, especialmente en lo anímico para un plantel que debe recobrar la confianza y para un técnico que sabe que los buenos resultados para él son el respaldo que no encuentra en otros sectores.

Este triunfo no es uno más porque en esa cancha nunca le fue fácil ganar y en ese aspecto pasa a tener mucho valor, pero con la deuda de que el equipo sigue sin mostrar una mejora importante.

Racing buscaba salir jugando y lo lograba porque Platense le cedió totalmente la tenencia de la pelota hasta la mitad de cancha, para después cerrarle los caminos y al recuperarla salir de contra con Curuchet y el chico Palacios, que sobre todo en el primer tiempo, le trajeron más de un problema a la defensa donde Arias debió exigirse y responder con acierto en varias oportunidades.

Neri Domínguez, cerca del final de esa primera mitad, tuvo que ser reemplazado por Mauricio Martínez quien se acomodó mejor junto a Novillo también de buen rendimiento.

Fue tan particular la transmisión que se podía oir claramente lo que Pizzi le decía a cada jugador, pero daba la sensación que los jugadores intentaban otra cosa, sobre todo Miranda, Alcaraz, Chancalay y Moreno, quienes terminaban enredándose con la pelota o chocar contra los defensas locales, solo Lovera sin estar bien del todo parecía entender un poco lo que el técnico pedía, que buscaba hacer un tándem con Mena, de buen trabajo otra vez, sobre ese sector de la cancha.  

En un segundo tiempo donde Platense parecía tener menos resto físico, los cambios de Melgarejo y Rojas le dieron un poco más de claridad, pero no más cambio de ritmo, después llegó el momento de Fabricio Domínguez, por un Schelotto que todavía sigue en deuda, lo que le permitió tener más salida por la derecha y del chico Iván Maggi,  “el que no se fue”, para acompañar más a Copetti quien jugando al solitario, sufría el maltrato de sus rivales.

Y a los 27 minutos Matías Rojas, mete una pelota de centro para Melgarejo, quien se desperdició como marcador de punta y este de bolea la clava junto al palo derecho del arquero De Olivera.

Platense fue con todo a buscar el empate y Racing se protegió buscando la contra que llegó a los 48 minutos cuando después de varios toques, Mena llega al fondo y con un pase atrás asiste a Maggi que era uno de los cuatro que llegaron al área y este convierte su primer gol en primera división, el segundo y definitivo gol de la Academia.

Para retomar fuerzas Pizzi busca apoyo en los triunfos, pero debe trabajar mucho en el equipo para que entiendan lo que tanto pregona y hoy escuchábamos y es que cuando tiene la pelota se vuelve demasiado para atrás, porque le cuesta mucho resolver, lo que lo convierte en un equipo lento y predecible.

Ahora llega uno de esos partidos que para Racing parecen ser más difíciles que los del torneo, porque si no me equivoco quedó afuera en las últimas tres que jugó, con el agravante de que en las últimas fue en su presentación.

Esperemos romper esa racha y sumar la tercera victoria consecutiva.

Hasta pronto.

martes, 9 de marzo de 2021

Llegó el triunfo, pero se fue el apoyo.

Hay un dicho que dice “la necesidad tiene cara de hereje” y este Racing fue un fiel reflejo del mismo, para lograr su primer triunfo en la era Pizzi.

Racing, que presentó cambios de jugadores, no logró cambiar sus flojos rendimientos respecto de lo que veníamos viendo y ante un Rosario Central que tampoco arriesgaba, aburrieron de lo lindo en ese primer tiempo.

Solo parecía despertar por alguna subida de Schelotto, con muchas ganas, pero sin el ritmo y estado físico adecuado o cuando  le tiraban alguna pelota a Copetti, por ahora el único que mal o bien, se “banca” todo (como el golpe que le mete el arquero Broun, penal claro que Mastrángelo ignora) y no decae a pesar de estar solo en esa lucha ofensiva.

El segundo tiempo comenzó distinto, porque Alcaraz estuvo más lúcido y rápido, Moreno se ordenó mejor y creció mucho Lovera, de los más activos quien junto con un Mena más ofensivo,  lograron arrinconar a Rosario Central y llegar al gol en un tiro de esquina donde Copetti, siempre atento y concentrado anticipa de cabeza y convierte el tanto que sería el de la victoria, fueron quizás los mejores 20 minutos de la era Pizzi, obviamente muy poco, pero algo para rescatar.

Después comenzaron los cambios, por el nerviosismo y la “obligación” de ganar, que lo llevaron a darle la iniciativa al equipo rosarino aunque de todas maneras y con Copetti como protagonista pudo obtener un penal a favor, por el agarrón del defensor, pero otra  vez Mastrángelo siga, siga…, también por un tiro libre de Rojas, para finalmente terminar  sufriendo por el  llamativo descuento de 7 minutos, donde Central buscó a través de centros sobre el área racinguista ganar con sus “grandotes”, pero salvo uno que paso cerca de un palo, fueron bien controlados por Arias y sus compañeros.

Pero hay algo que está por encima del resultado del encuentro y me refiero a las posteriores declaraciones del técnico al finalizar el encuentro, palabras que dejan bien en claro cómo se siente y a quien señala cuando invoca su necesidad de estar todos juntos “me hubiesen gustado alguna cosas más…si querés entre comillas, mas corporales o institucionales…pero tranquilo también se como son los tiempos en el fútbol…”

Es evidente que lo expresado marca que en Racing se comienza a vivir un período difícil, que ubica a Pizzi, entre la esperanza y la desconfianza, porque llegó el triunfo, pero se fue el apoyo.

La esperanza porque llegó el triunfo y porque cree en sus jugadores para revertir esta situación, la desconfianza porque ya sabe que se fue el apoyo de los dirigentes y que enfrenta una encrucijada con un solo camino posible, lograr resultados positivos.

Hinchas somos todos,  pero los  dirigentes tienen otras obligaciones, como por ejemplo la de estar totalmente convencidos a la hora de las contrataciones y no hacer de la misma un pasatiempo como en un juego de mesa familiar, donde total si se pierde son pesos de cartón.

Aquí se contrató un cuerpo técnico y si bien se confió en la sugerencia del Manager, se supone que la C.D. lo ha analizado lo suficiente buscando equivocarse lo menos posible, por lo que a pesar del mal comienzo no sería justo quitarle el apoyo, porque eso iría en contra de sus propias convicciones y además dejaría en una posición sumamente incomoda al manager Rubén Capria

Hasta pronto.

viernes, 5 de marzo de 2021

“Ataque de pánico”.

Los hinchas de Racing, como lo expresaron muchos en la redes, sentíamos que era difícil que ayer, este equipo pudiera tener una actuación que le permitiera ganar esta Copa, pero por lo menos esperábamos un comportamiento acorde a una final.

Sin embargo hay algo que está por encima de los resultados y es la actitud, la personalidad y la convicción para enfrentar este tipo de partidos, que en otras derrotas se pudieron observar a pesar de haber perdido, aunque también es verdad que en los últimos tres enfrentamientos esas virtudes no aparecieron.

Entonces hay algo más profundo que parece convivir en el espíritu de los jugadores que deben enfrentarse al equipo riverplatense, si bien es cierto que técnicos como Merlo y Cocca pudieron superar la historia y lograr buenos resultados, que incluso lo llevaron a ser campeones.

Para lograr eso Pizzi volvió a confiar en una formación que no viene rindiendo y con un  medio campo que no recupera, insistió en pasarlo por arriba jugando a la segunda pelota a través de lanzamientos largos desde el fondo, por lo que creo hubiera sido mejor ubicar volantes más combativos y no a un Neri Domínguez sin ritmo (más útil en la línea de fondo), a un Rojas que nuevamente comenzó como queriéndose mostrar a través de un buen disparo al arco, pero que terminó cometiendo errores increíbles, sin encontrar su lugar en el mundo y a un Miranda que volvió a defeccionar otra vez con un muy bajo nivel de juego.

Es le permitió a los volantes y laterales rivales, moverse con total libertad sin ser contrarrestados, a tener una supremacía en esa zona y a sumarse a los delanteros para enfrentar la línea de fondo de Racing y de un tiro de esquina River a través de Borre que sorprende desde atrás, logra ponerse en ventaja.

Así y todo y sin tener la pelota, Racing casi empata el partido con el disparo de Chancalay en el palo, pero todo quedaba muy reducido a lo que podía lograr Copetti en su solitaria lucha, porque Reniero otra vez intermitente se fue desdibujando y terminó  lesionado.

El ingreso de Moreno en el segundo tiempo le quito al equipo un referente más ofensivo, pero le dio más equilibrio al medio campo y durante los primeros 25 minutos es como que Racing por lo menos contrarrestaba un poco el juego de los volantes de River, pero Pizzi introduce dos cambios que vuelven a hacer más frágil el medio campo académico: Cvitanich por Nery Dominguez para acompañar a Copetti y la “inentendible” entrada  de Piatti, totalmente falto de fútbol por Rojas, cuando podrían haber sido Lovera o Alcaraz.

Inmediatamente después hay una situación que señala la falta de picardía o sapiencia de cómo se juega una final y es cuando Enzo Pérez, comienza la jugada previa al segundo gol, que sale de entre tres jugadores académicos y después supera a dos más, sin que ninguno lo interrumpa en su maniobra.

A partir de allí, el temblor se convirtió en terremoto y se pudo ver como el equipo iba quedanto despatarrado en el suelo, mirando como River se floreaba, mientras los hinchas veíamos sufríamos una la historia que volvía a repetirse.

Otra vez una goleaba, otra vez 3 goles en 4 minutos, otra vez jugadores impotentes, superados facilmente, y un técnico que sigue sin encontrar el rumbo, otra vez  un golpe al corazón del hincha con una cantidad de goles que ofenden, humillan y hace que no se pueda confiar más en muchos de ellos, por lo que espero vean todos juntos el video del partido y hagan una sincera autocrítica sobre todo lo mal que están haciendo hace tiempo, sea por los motivos que fuere. 

Siento que Racing frente a River sufre “ataque de pánico” un trastorno que lo va paralizando hasta dejarlo indefenso y destruido anímicamente, sin reacción, donde todos se miran pero nadie dice nada, en síntesis desnudando a un equipo que no cree en sí mismo.

Espero que Pizzi con sus decisiones le entregue al plantel un mensaje mucho mas certero y profundo que el de hacerse responsable de la derrota, introduciendo las modificaciones necesarias para que el equipo pueda recuperar de a poco la confianza que se necesita para afrontar todo lo que viene, entendiendo que de su accionar y su valentía depende no solo el futuro de Racing, sino el de él y su cuerpo técnico.

Hasta pronto.

lunes, 1 de marzo de 2021

Una mejoría con varias contradicciones.

A pesar de que el desencanto con el funcionamiento del equipo, me parece que con respecto a los dos partidos anteriores, exhibió alguna mejoría, pero la misma se contrapone con ciertas decisiones del cuerpo técnico que llaman la atención.

Obviamente cada uno siente y juzga a su manera lo que ve y en mi caso creo que la mejoría estuvo centrada más en la zona de defensa, donde Racing respondió bastante bien ante un Estudiantes que respaldado por dos victorias y con un técnico que se hace fuerte en la ofensiva a través de su juego aéreo, iba a buscar por esa vía complicar a una línea de fondo que venía siendo muy frágil.

Con la entrada de Fabricio Domínguez no se sufrió demasiado por la derecha, mientras a Sigali y Orban estuvieron más firmes y seguros, Melgarejo, enfrentaba lo más difícil porque Zielinski sumaba gente por su costado, pero buscó no complicarse y cuando pudo aportó su buena pegada en los lanzamientos largos para los delanteros.

A ellos se les sumaba un Neri Domínguez que estuvo un mejor que los partidos anteriores y supo meterse entre los centrales a la hora de defender, aunque todavía no encuentra el ritmo de volante que lo destacó hace unos años (quizás por haber jugado tanto de zaguero), con el agravante de que a sus costados tenía a dos volantes que no ayudaban mucho ni en la recuperación ni en la tenencia de la pelota y por consecuencia nada en la creación de juego.

Creo que otro aspecto positivo de la mejoría, es la confirmación de titular de  Copetti (me recuerda a Brian Fernández porque despierta al equipo y contagia a sus compañeros a exigirse más) y de Chancalay que por ahora es el único que puede superar a su marca a través de la gambeta y desbordar como los viejos wines.

Pero hubo decisiones discordantes, como la de mantener como titulares a volantes displicentes como Matías Rojas, quien con sus cinco minutos de fama (reconozco que debió ser gol su disparo en el palo) más que justificarse, pide a gritos su salida del equipo y como  “Lollo” Miranda, sin dudas un jugador inteligente, pero hace tiempo no influye en la generación de juego y va desapareciendo a medida que transcurre el partido.

Otra decisión si se quiere objetable, es que Reniero siga siendo titular, con una lesión complicada, que parece afectarle en lo físico, porque no le permite exigirse a fondo y en lo mental, porque le quita concentración en el juego, teniendo en el banco y sin darle minutos a Cvitanich para después sorprender con el ingreso de talentoso Piatti, pero que ayer no podía dar un pase, porque hace meses que no juega.

Por eso digo que la de ayer fue una mejoría con varias contradicciones, porque creo que era el encuentro para ubicar otros cambios que podían darle soluciones para enfrentar a River, pero tengo la sensación de que no va a meter mano demasiado, incluso pienso que es factible que lleguemos a ver el mismo equipo o a lo sumo con una sola modificación que puede estar en el medio campo.

Hasta pronto.