domingo, 8 de mayo de 2016

Más que fracaso, decepción.


Con referencia al partido de anoche frente a Estudiantes, considero que Racing debió ganarlo con claridad, por las oportunidades de gol, por los tiros en los palos y por el penal que el árbitro no le concede, pero desde mi punto de vista digo que no me parecen acertadas algunas decisiones de Sava, como la entrada de Gustavo Bou, quien realmente no aporta ninguna de las facetas que lo llevaron a ser el mejor delantero, cuando debería pienso, haber enviado a la cancha a Pereyra, por su nivel actual y además por el plus de haber sido jugador de Gimnasia y Esgrima, jugador que quedó en el banco y por lo menos debió haber entrado por algún defensor cuando la Gata Fernández es reemplazado en el equipo platense, como así también quiero creer que lo de Noir, sobre el final del partido fue, porque Vittor estaba lesionado.

Lamentablemente los objetivos de este primer semestre ya están perdidos y considero que la campaña que realizó el equipo al mando de Sava, no fue ni del todo mala, ni del todo buena, por eso siento más que fracaso, decepción, por el sueño, por la ilusión, por la expectativa que me generaba este plantel, al que ahora solo le queda cumplir con los dos partidos restantes, los que sería importante ganar para darle un marco más feliz a la despedida de Diego Milito, nuestro ídolo, en sus dos capítulos finales de su carrera como jugador profesional.

No tengo dudas que Sava sufre tanto como el hincha de Racing, primero porque es un hincha más y segundo por todo lo que se esforzó y dejó de lado para llegar a dirigirlo, como decía en mi última nota de diciembre pasado donde hice referencia a que su amor por Racing fue más fuerte para llegar a ser su técnico, pero también expresé que no podíamos quedarnos solamente en ese gesto ya que en oportunidades anteriores hubo otros técnicos tan hinchas de Racing como él y tampoco pudieron realizar una buena campaña (léase Costas y Quiroz), con el atenuante de que no contaban con un plantel del nivel actual, ni con el buen momento económico que vive el club hoy, algo que sí recibió el “Colorado” Sava.

Creo, y como digo siempre con respeto y solo desde la mirada de un hincha, que su camino lo transitó cargado de una gran duda, que nunca lo abandonó y que estuvo en no saber si aplicar su impronta ofensiva que le impuso a sus equipos anteriores o jugar sin arriesgar, algo que se supone es contra natura a sus ideas originales, pero que pareciera que la Copa Libertadores lleva a muchos técnicos a ir en contra de ellas.

Es evidente que Racing no es Quilmes, ni Unión ni San Martín de San Juan, con el debido respeto que me merecen estas instituciones y las responsabilidades que nuestro equipo exige, muchas veces confunden hasta los más preparados, a pesar de contar con uno de los mejores planteles de la argentina, sino el mejor.

Hasta ahora creo que nadie pone en duda de la entrega del plantel y del respeto del mismo hacia el cuerpo técnico, pero va a ser fundamental que Sava para la próxima etapa y después de haber conocido a fondo a todos sus integrantes, tome decisiones acertadas para decidir que jugadores se quedan y quienes se incorporan, para definitivamente encontrar un sistema que le dé al equipo una idea de juego consolidada.


Hasta pronto.