viernes, 11 de abril de 2025

El silencio del Cilindro durmió al equipo.

Dura derrota de un Racing insulso que no supo cómo resolver el partido ante un Bucaramanga que rápidamente le encontró la vuelta y se llevó un justo triunfo.

Racing venía entonado porque tras la gran victoria en Fortaleza , le sumaba la goleada a Banfield, pero ayer no tuvo la concentración ni la agresividad que le veíamos en los partidos de copas internacionales, donde no dejaba de correr y de presionar durante todo el encuentro.

En el comienzo tuvo unos diez minutos donde encerró al equipo colombiano en su campo y le creó situaciones como para ilusionarse, primero Martirena, después “Maravilla” y Salas , pero me parece que también eso fue porque el rival, se fue dando cuenta que para frenarlo había que sacarle la pelota y de a poco lo fue consiguiendo ante un Racing que comenzó a correr detrás de ella, la que bien manejada por Sambueza puso el primer llamado de alerta con un remate que Arias alcanzó a desviar.

El medio campo añoraba a Nardoni, porque Sosa y Almendra tienen otro tranco, pero además se notaba que Salas no bajaba como otras veces y a Vietto le cuesta marcar, por lo que el Bucaramanga se hizo dueño del partido y Di Césare, Colombo y García Basso comenzaron a tener algunas dudas en un Racing que iba a buscar sin mucha convicción confiando más  en que lo que pudieran hacer sus dos jugadores más importantes en la ofensiva, mientras Bucaramanga veía como la Academia iba dejando espacios para intentar contragolpear con alguna posibilidad.

Y así se fueron dando situaciones en ambos arcos, primero el cabezazo de Salas al que el arquero respondió bien, después una contra con un remate cruzado que Arias estirándose desvía al córner y posteriormente un remate de Almendra que nuevamente desvía.

Al finalizar el primer tiempo mi sensación era que Racing seguía muy pasivo, más parecido al de sus flojos encuentros del torneo local, quizás afectado emocionalmente por no tener el apoyo de sus hinchas, algo que si apreciaba el Bucaramanga ya que era como jugar en su casa, porque nada lo haría sentir diferente, por lo que algo había que cambiar para despertar un poco al equipo y para equilibrar el medio campo Costas decide reemplazar a Colombo por Barrios para aparentemente armar línea de cuatro atrás y poblar mejor el medio.

De entrada pareció que Racing parecía despertar de ese letargo y el arquero Quintana le vuelve a tapar un remate a quemarropa a “Maravilla” pero algo tiene que haber influido en el equipo para que tenga distracciones como en la jugada del primer gol, cuando entre tres jugadores académicos le cometen infracción al jugador de Bucaramanga y el mismo jugador se levanta y ante la sorpresa de los tres, que vaya a saber uno en que estaban pensando, saca el tiro libre rápido que finalizará en un centro al área donde estaba solo Pons, quien termina cabeceando al gol, a quien García Basso mira pero después abandona y Arias no intenta nada, cuando creo que podía haber hecho algo más (quizás lo frenó la lesión que sigue teniendo).

El equipo no respondía y cada vez jugaba peor por lo que Costas envía a la cancha a Zuculini y Solari por Almendra y Vietto, quizás con la idea de darle más energía a su Racing, que no respondía a la exigencia del partido, pero tras llovido mojado, porque de un tiro de esquina a favor, nace la rápida contra de Bucaramanga con un lanzamiento largo para Castañeda, pero la pelota le llega a un Barrios mal parado quien rechaza defectuosamente de cabeza y se la deja servida al delantero colombiano, que espera a Sambueza para asistirlo y ponerlo solo frente a Arias a quien derrota con un remate cruzado.

Desesperación en Costas y seguramente en nuestras casas porque este Racing mostraba un comportamiento más que extraño y los cambios no mejoraban nada por lo que  va a buscar lo que se pueda con Balboa y Rodríguez por Salas y Sosa y aunque cerca del final Di Césare estuvo cerca de lograr el descuento de cabeza, algo que terminó consiguiendo Barrios, de nada sirvió.

El silencio del Cilindro durmió al equipo, porque jugó apagado, sin la rebeldía y la seguridad que supieron exhibir en la Sudamericana, en la Recopa y en el primer partido de la Libertadores frente a Fortaleza.

Ahora a despertar porque esto que pasó fue a tiempo, por eso de aquí en más hay que jugar con todo, como saben hacerlo, con la jerarquía bien ganada que tiene este Racing de Costas,  pero cuidando que la confianza no los lleve a subestimar al rival, porque a veces les juega una mala pasada.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.