miércoles, 14 de septiembre de 2022

Con un gran Vecchio y un Arias gigante, Racing volvió al triunfo.

Racing tuvo en los primeros quince minutos la posibilidad de hacerse de una amplia ventaja, la que le hubiera permitido trabajar el partido con más tranquilidad y de distinta manera, pero la falta de efectividad, especialmente de Romero, lo privó de esa posibilidad.

Fue un cuarto de hora donde se lo vio, intenso, preciso y claro, con movimientos de sus delanteros y volantes (incluídos Mena y Mura) que complicaban a la estructura defensiva de Patronato,

Si bien siempre mantuvo sus ganas para ir a buscar el triunfo, el tener tantas opciones y no concretar ninguna, los fue llevando a un desgaste físico y mental que termina jugando contra ellos mismos y el juego se fue diluyendo con el correr de los minutos.

Patronato de a poco encontrando algunos espacios que Racing iba dejando con el lógico trajinar de su jugadores, sobre todo detrás de Mura y Mena, quienes participaban en casi todos los ataques académicos, pero a los que luego les costaba retroceder a tiempo.

Especialmente a Mena y fue por su lado donde el rival comenzó a crecer y crear alguna situación, que tomaba mal parados a la defensa racinguista y en las que Arias comenzó a intervenir demostrando que vuelve a estar en un extraordinario nivel.

En ese primer tiempo Vecchio, demostró una vez más que es la mejor incorporación, porque es un jugador distinto, por su categoría, personalidad y “sabiduría” en el manejo de la pelota y de los tiempos, fue la brújula que indicaba por donde ir y con su movilidad, bien acompañado por el chico Quiroz, que asoma como un jugador “fino”, parecido a lo que era Gago y de Hauche que volvió a estar más movedizo y metido, incluso con posibilidades de marcar, generaban las jugadas más importantes, mientras Copetti con más sacrificio y Romero, que por ahora sigue manteniendo ocultas sus virtudes, iban contra los centrales de Patronato.

El empate dejaba la incógnita de como iba a responder el equipo al cansancio en el segundo tiempo, teniendo un banco de suplentes con muchas ausencias importantes.

El partido se hizo de ida y vuelta y Racing no se entregó ni dejó de poner ganas, pero ya no tenía la pelota, ni la intensidad de los primeros momentos y comenzaron a repetirse los centros para Copetti y Romero, los que les era difícil ganar ante los dos gigantes que en defensa tenía Patronato, que no contaba además con las posibilidades en cualquier pelota parada, ya que tenía jugadores con mucha altura, sino que también puso más gente en ataque y en quince minutos tuvo tres situaciones que hicieron crecer la figura de un Arias, que aparecía como imbatible.

Vecchio seguía siendo el más claro y a los 19 minutos, recibe de un saque de banda,  pared con Hauche que va buscar, engancha y toca para Copetti que la devuelve para la llegada del “Demonio al área, quien de derecha la clava al lado del palo: GOLAZO!

Racing en ventaja y a los pocos minutos Gago introduce cambios  para darle aire a un equipo que se veía cansado, Oroz por Hauche (a mi gusto debería salir Romero, pero quizás lo mantuvo para que pueda “pelear” con su marcador central) y Pillud por Mena lesionado (Mura fue a su lugar).

Patronato seguía incluyendo jugadores ofensivos y Racing iba perdiendo fuerza, por lo que faltando tres minutos, Tanda reemplaza a Maxi Romero, que faltando poco realizó un desborde interesante, pero que sigue en deuda con su rendimiento.

Sobre la hora Vecchio agotado le deja su lugar a Román Fernández,  en un partido donde más que jugarlo había que lucharlo, escenario complicado para un chico de dieciséis años.

Finalmente, con un gran Vecchio y un Arias gigante, Racing volvió al triunfo y sigue en la lucha, con la esperanza de que esta victoria, le devuelva al plantel la confianza y la fuerza interior necesaria para afrontar lo que resta de este torneo, que para la Academia es como transitar un camino sinuoso, por lo mucho que le cuesta avanzar.

Esta es una instancia donde Racing necesita de todos, no de unos cuantos, por eso a los hinchas se nos hace difícil entender como Miranda y Cardona con sus actitudes le faltaron el respeto al escudo y a sus compañeros, situación que habla bien de Gago al tomar la decisión de no concentrarlos, pero que no dejó de ser un problema, ya que el plantel tenía muchas bajas por suspensiones y lesiones.

Hasta pronto.