jueves, 28 de abril de 2022

Desencuentro.

Si bien hubo factores como el estado de la cancha y la altura, que determinaron que Racing decepcionara ante Melgar en Perú, pienso, con todo respeto, que hubo algunas decisiones de Gago que lo llevaron a tener más errores.

Respecto del equipo, lo que más me llamó la atención fue que el bajo nivel, la imprecisión y la lentitud fue generalizada, por lo cual quería entender que había varias causas que los llevaron a tener esa actuación paupérrima, totalmente opuesta a lo que nos venía mostrando.

Obviamente Gago y sus colaboradores sabían que, en ese campo y con esa altura no iba a ser posible sostener la idea y el juego que habitualmente hace bien en el llano y en un piso acorde, causas que llevaron al equipo a ser impreciso, errático y lento, que nunca pudo dominar la pelota, lo que lo llevó a fallar en la mayoría de los pases y como consecuencia en casi todos los intentos ofensivos, a lo que se sumaba una deficiente respuesta física, sobre todo en el retroceso, que lo dejaba expuesto frente al equipo peruano que veía facilitado su trabajo y que desde el inicio llevó peligro al arco defendido por “Chila” Gómez, hasta que a los 20 minutos logró el primer tanto (jugada que me pareció infracción del delantero)

Me preguntaba porque el técnico no trató de plantear un encuentro distinto, pero la tenacidad de sostener la idea fue más fuerte que el aceptar que algo había que cambiar y el destino pareció darle la razón, cuando una pelota trabada en el área por Fabricio Domínguez se convierte en penal y le da la posibilidad de empatar, pero Correa se encargó de desperdiciar esa oportunidad.

El segundo tiempo fue una constante de lo que fue la primera etapa, que a mi modesto entender se agrava cuando en un medio campo que ya no marcaba bien y no podía hacerse de la pelota, reemplaza a Moreno por Copetti, (como lógico debió haber sido Nery Domínguez), pasando Miranda de volante central y retrocediendo a un Fabricio Domínguez que estuvo muy desacertado, a lo que había que sumarle a un Cardona estático y a un Rojas que parece haber perdido hasta la última gota de confianza.

Y el centro de la cancha pasó a ser un corredor libre para los jugadores del Melgar que encontraron  más espacios para llegar con un juego simple más rápido al arco académico, que lo consiguen a los pocos minutos cuando logran el segundo gol.

Minutos más tarde Gago introduce cambios que quizás debieron hacerse antes, Neri Domínguez por Cardona, Alcaraz por Rojas y posteriormente Jonathan Gómez por Fabricio Dominguez, pero ya era un poco tarde porque Melgar ya jugaba más a que Racing en su inquebrantable búsqueda cometa un error, que se da en un fallido intento ofensivo, que le permitió habilitar a un Cuesta casi en soledad para que convierta el tercero, gol que golpeó duro al equipo, aunque faltando tres minutos pudo encontrar algún consuelo en el gol de Correa.

Racing debe tomar esta derrota como un desencuentro, como un encuentro fallido, de esos que la competencia entrega de vez en cuando, pero también entender que todo traspié deja enseñanzas, como que a veces hay que resignar algunos conceptos de una idea, para acomodarse a las circunstancias y a ciertos pormenores, que siempre se presentan en las disputas internacionales.

Esta derrota no empaña para nada todo lo muy bueno hecho hasta ahora por el Racing de Gago, ese Racing que los hinchas venimos disfrutando y que sin dudas seguiremos apoyando, por lo que estoy seguro que a través de sus convicciones y su fortaleza mental y anímica, volverá a reencontrarse rápidamente con su buen juego, buscando retomar el camino de los triunfos.

Vamos Racing!

Hasta pronto.