lunes, 31 de mayo de 2021

Su mejor arma es la fortaleza mental.

El plantel de Racing y su cuerpo técnico es como que han resurgido de las cenizas, porque hace un mes, exactamente después del encuentro frente a los santiagueños, estaban como incendiados, pero a través de una gran autocritica, donde según parece fue muy importante la opinión de Pizzi, se fueron convenciendo de que podían volver a revivir. 

Hoy han logrado lo que hace un mes era impensado, llegar a la final y eso hay que reconocerlo, que todo fue logrado en base al esfuerzo conjunto de jugadores y cuerpo técnico, quienes supieron vencer mentalmente no solo a las críticas, -que les llegaban de todos lados (me incluyo)-, sino también a sus rivales.

Esta tarde quedo demostrado, que aún con algunas bajas importantes, los reemplazos no desentonan para nada y el equipo sigue rindiendo  desde la actitud, la entrega, su valentía, el orden táctico y concentración, que lo lleva a sentirse emocionalmente ganador ante el rival de turno.

Con  la seguridad y confianza de Gómez, la solidez de la línea de fondo, el muy buen trabajo del medio campo con un Miranda excelente, el esfuerzo de los delanteros colaborando con los volantes, neutralizaron a Boca durante todo el primer tiempo.

Después los cambios de Cáceres por Pillud, Fabricio Domínguez  por Cvitanich, Kevin Gutiérrez por Piatti, para continuar con la misma idea, la que salvo dos o tres jugadas, terminó desorientando a un Boca, que si bien tenía la pelota, nunca pudo superar claramente a este Racing de Pizzi,  que sobre el final incluyó a Rojas y Melgarejo por Orban y Moreno, para “asegurarse” buenos rematadores en el famoso “partido de los penales”, donde nuevamente se volvió a imponer por la buena labor de Chila Gomez y los seguros disparos de los dos paraguayos, Chancalay y Copetti , consiguiendo así el triunfo que lo ubica como finalista de la Copa de la SuperLiga.

Jugadores y cuerpo técnico han vuelto a creer en si mismos, lo que los ha llevado no solo a lograr el pase a octavos en la Libertadores, sino a estar a un partido de obtener un nuevo galardón, la Copa por la que tanto se están esforzando y por la que deben seguir luchando como hasta ahora, con la actitud, las ganas y la concentración que lo vienen haciendo.

No tengo dudas que su mejor arma es la fortaleza mental, esa fuerza que le permite superar situaciones adversas y sus propias carencias, impulsándolos a seguir adelante sin perder la fe.

Los hinchas, al igual que hoy, estaremos acompañándolos, enviándoles desde nuestros corazones, toda nuestra fuerza y nuestro aliento.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.