jueves, 10 de mayo de 2012

Menos el resultado todo fue confuso.


Hasta ahora el Nacional B y el Campeonato Argentino han demostrado que todo está muy parejo en el fútbol local. Ya vimos como, por ejemplo, el equipo más elogiado de la Argentina que es Boca Juniors casi queda afuera en esta Copa Argentina frente a Santamarina y frente a Olimpo, ambos ganados angustiosamente por penales.


Lo de Racing fue distinto pero también se compensó porque jugó con equipos como Sarmiento que pertenece al Argentino B, aunque esta vez nos enfrentamos a un rival que tiene otro nivel que los anteriores, que tiene un técnico con más experiencia y que pertenece al Nacional B, un campeonato por demás interesante admitiendo que, menos el resultado todo fue confuso para nuestro equipo que sigue dependiendo de su arquero y de un par de jugadores más. El resto por ahora solo cumple con su presencia.

Hasta el tipo de gol, que en la tranquilidad de tu hogar seguramente no festejas, pero que supongo los jugadores lo hicieron porque esta etapa les cuesta demasiado y porque además sacan de adentro suyo todas sus broncas, todas sus angustias y hasta todas sus culpas por el mal momento que pasa la Academia.
¿Racing debería ser mucho más que Atlético Tucumán por su plantel?.

Sí. Es evidente que desde los nombres no cabe duda, pero desde el juego no se demostró. Esto marca el bajo nivel futbolístico de nuestro equipo que, aunque logra con Zubeldía resultados pasa por un proceso donde el desconcierto y por momentos la apatía ganan a sus integrantes, salvo excepciones muy puntuales y a las que nos referimos siempre.

Quizás con el ingreso de algunos “pibes” haya una inyección de dinamismo que pueda contagiar a aquellos que todavía transitan por el desgano y hacerlos despertar para que puedan entender que si tienen diferencias relacionadas con su continuidad tomen una decisión final de si dan un paso al costado o se comprometen –como creo lo están haciendo Cáceres y Aveldaño- con la camiseta hasta el final del ciclo.

La ambivalencia genera emociones y sentimientos opuestos sobre un mismo problema y eso afecta a la convivencia grupal y al rendimiento personal.

Por ahora avanzamos en este Campeonato Argentino, admitiendo que el embudo nos lleva a enfrentarnos con equipos más importantes y entre ellos puede ser River Plate que a fuerza de ser sincero espero que no nos toque ya que su “paternidad” es una realidad juegue con titulares o suplentes.

Hasta pronto.