lunes, 25 de abril de 2016

El retorno de un campeón.


Lo primero que me pregunto es porque reiteradamente tienen que darle pelota a Saja para salir con un pelotazo largo, casi siempre sin destino, salvo, por supuesto, que el jugador de Racing se encuentre en una situación muy comprometida y el pase hacia el arquero sea el recurso más claro para salir de ese problema.
Esto me preocupa porque de tanto recibirla y muchas de ellas a su pierna derecha, la menos hábil, en algún momento se va a equivocar.
Respecto al partido pienso que en el primer tiempo Racing comenzó como queriendo presionar y ser protagonista, pero rápidamente quedó solo en una insinuación porque Independiente con un solo punta le creaba problemas a los dos centrales y comenzó a adueñarse del medio campo donde Vizmara con su ritmo intermitente, no hacía pie y Aued no encontraba receptores como para hacer circular la pelota, por lo que a Racing le costaba salir limpio.
Y por supuesto ni hablar de las llegadas al área rival, que no existieron porque que Milito y Roger no recibían limpio y tenían que bajar demasiado, en tanto Noir muy voluntarioso intentó por su andarivel derecho, mientras De Paul solo lo pudo aparecer pisando el área una vez , dado que estaba más preocupado por tapar las subidas de Toledo.
Así terminó  la primera etapa, donde hubo un poco más de juego del lado del vecino y una jugada de Ortiz que casi termina en gol cuando entró paseando al área racinguista sin que nadie saliera a su cruce.
Pero el segundo tiempo comenzó distinto, a pesar de los mismos nombres y de De Paul, quien continuó con esa tibieza que desanima, porque el partido se abrió y porque Racing salió con otro espíritu a buscarlo lo que le permitió llevar peligro al arco de Independiente.
Y a partir de los cambios de Pereyra por De Paul y de Romero por Milito, Racing aumentó su dominio y fue otro desde allí hasta el final porque el quipo comenzó a ganar en confianza, en anticipos y en mejor circulación de pelota, todo esto con un buen trabajo de la defensa donde pudimos apreciar la recuperación de Cabral, lo que realmente me entusiasma ya que se lo vió, sobre todo en esta segunda etapa, como en el torneo que se consagró campeón.
El medio campo se adueñó del partido, Díaz siempre aparecía por la derecha y era salida,  creció la figura de Aued y la de Vizmara, quienes se contagiaron del juego de Romero, porque te obliga a jugar bien,  y de esa manera fue arrinconando a Independiente para finalizar dominándolo a partir de la entrada de Licha López.
Independiente ya no podía con la presión de Racing y creo que entendió que el empate le convenía, lo que hubiera sido triunfo para Racing si Beligoy sanciona el penal claro por la mano de Toledo ante una gran maniobra del Licha.
Por supuesto que fue una lástima que no haya ganado, sobre todo por Milito, a quien este plantel le debe mucho y hubiera sido un anticipado gran homenaje, pero también esta actuación de la segunda etapa le vino bien al equipo para seguir afrontando lo más duro de la Libertadores
El retorno de un campeón como Cabral, me pareció lo más relevante de este partido, porque rescatarlo y devolverle la estima, le permite a Sava poder contar con un jugador que parecía haber quedado fuera de toda selección.
Por último destacar el permanente aliento de la hinchada, que lo hace a Racing prácticamente invencible en el Cilindro.

Hasta pronto.