viernes, 30 de abril de 2021

El milagro se transformó en hazaña.

En cada partido Racing parece cargar con la cruz y los hinchas esperando que se produzca el milagro o la hazaña y anoche nuevamente los hinchas pudimos transitar emocionalmente por esas instancias.

El equipo ilusionó en el comienzo, con Piatti ágil y participativo, Lovera haciendo estragos por la izquierda con su gambeta y con la buena participación de  Julian López y Miranda, le permitió a Racing adueñarse del encuentro y tener un par de oportunidades para abrir el marcador, que lo logra a los 13 minutos, a través de una pelota parada el “goleador” Cáceres de cabeza nuevamente.

Hasta ese momento el equipo peruano estaba como desbordado y había una sensación de que si Racing se animaba podía ampliar la ventaja, pero de golpe fue como que todo Racing pasaba a cámara lenta y ademas veíamos como Piatti se enredaba, Lovera frenaba su ritmo inicial, Cáceres acusaba cansancio, a Domínguez se lo veía llamativamente lento y Alcaraz no ayudaba en la marca y además perdía casi todas las pelotas, asi todos y el equipo comenzó a desordenarse, tanto que hubo un par de situaciones donde la pelota estaba en las puertas del área rival y se terminaba volviendo para atrás porque no había ni fuerzas ni ideas, lo que finalizaba con un pelotazo largo de Arias o Neri para que la luche Copetti.  

Esto le permitió a Sporting Cristal tomar confianza y acercarse al arco de Arias, sobre todo por el lado de  izquierdo de su ataque donde Racing daba ventajas, pero por suerte el arquero académico respondía muy bien, por lo que pudo finalizar el primer tiempo ganancioso.

Por lo visto en esa primera etapa y desde mi punto de vista, había que haber realizado cambios desde el vamos, pero en ese segundo tiempo el equipo apareció con la misma formación, situación que se agravó a los 3 minutos cuando por una fuerte infracción Orban es expulsado.

El combo se volvia muy peligroso y por lógica Pizzi envió a Mauricio Martínez a la cancha, buscando ordenar la línea de fondo, por un Alcaraz que habia tenido un muy flojo primer tiempo, pero Sporting Cristal se habia convertido en un dominador total y  minutos más tarde González iguala el partido.

Lo que nosotros veíamos en los primeros 15 minutos del primer tiempo, ahora lo estaban olfateando los peruanos ante un Racing golpeado y fueron por más goles pero Arias cada vez era más gigante,, hasta que 10 minutos más tarde Pizzi hace los cambios que el equipo necesitaba y reemplazó a López, Lovera y Piatti, por Moreno, Chancalay y Novillo, este último paso a la línea de fondo por Martinez quien se corrió al medio campo.

Los cambios le dieron dio aire al medio campo y en consecuencia más resto físico al corazón del equipo, que lo ayudó a ordenarse buscando controlar mejor las acometidas del rival, esperando la oportunidad para salir de contra en un partido muy difícil, aunque de una jugada aislada, estuvo a punto de concretar el gol Copetti, pero estaba muy abierto y la pelota salió paralela a la línea del arco.

Obviamente el encuentro  se jugaba en campo de Racing y cada vez más cerca de Arias, que seguía creciendo, resolviendo situaciones difíciles y faltando unos veinte minutos Pizzi apela al último cambio, reemplazando a Cáceres, fundido y amonestado, por Schelotto.

Racing con 10 hombres lo aguantaba como podía, agotado físicamente y sin ideas, pero con esfuerzo y con gran actitud ante un Sporting Cristal propietario de la pelota, que confiado de ir a ganar el partido seguía creando situaciones y agrandando la figura de Arias, pero distrayéndose en cada ataque y para la Academia la posibilidad de contragolpear estaba latente.

Y sucedió a los 83 minutos cuando Chancalay, que esta vez entró muy bien, recibe un rechazo de la defensa y abre rápido para Copetti sobre la derecha, quien al llegar cerca del área peruana, habilita a Miranda sobre la misma zona y este envía un centro perfecto para activo “Chanca” que se había filtrado a la posición de  “nueve” y de cabeza la ubique a la izquierda de Duarte, concretando el gol que sería el del triunfo.

Después hasta el pitazo final, todo fue dramático y angustiante, pero finalmente el milagro se transformó en hazaña y por esta forma de lograr resultados rescato que desde lo anímico, desde lo espiritual y desde la fe,  parece estar gestándose una gran fuerza interior que lo puede llevar a conseguir los resultados que necesita, sin el buen juego y funcionamiento que hasta el momento Racing como equipo sigue en deuda.

Hasta pronto.

 

lunes, 26 de abril de 2021

Un triunfo significativo para Pizzi y los jugadores.

Si es verdad que como se ha informado,  hubo un “reto” de parte del técnico al plantel, bienvenido sea el resultado del mismo.

La fuerza de las palabras parecen haber tenido efecto positivo dado que ayer, a diferencia de lo que veníamos viendo, hubo un cambio sustancial en el rendimiento del equipo que mostró un buen nivel en casi todos los jugadores, aunque hubo algunos destacados como Cáceres, Sigali, Piatti y Lovera.

Cáceres no solo por dejar en el camino a tres rivales y asistir de gran manera a Piatti en el empate, sino además por tener una muy buena performance y volver a ser quien define el resultado de un partido a mi gusto fue lo transforma en la figura, después Piatti por su gol y sobre todo porque sin dudas, es el que más claridad le da al juego, Sigali por volver a dar esa seguridad del central de los mejores momentos y Lovera por tenerse más confianza para driblear y a través de su gambeta es el único que puede abrir defensas cerradas.

Me gustó Julián López, que fue creciendo con su juego durante el encuentro y ganando  de abajo y de arriba en la recuperación, también lo hicieron correctamente Mena y Orban, después vi a un Chancalay apenas discreto,  quizás por alguna situación emocional al jugar contra sus ex compañeros sabaleros, a un Copetti que si bien no renuncia al esfuerzo y la lucha, como consecuencia de su forma de jugar está sufriendo un gran desgaste físico, que lo está llevando a tener más imprecisión y a perder efectividad dentro del área y a un Gabriel Arias, que estuvo llamativamente errático y muy por debajo de todo el resto.

Los cambios cumplieron porque el equipo no perdió el dominio del partido en ningún momento, el que finalizó ganando con toda justicia ante el puntero de la zona.

Sin dudas este es un triunfo significativo para Pizzi y los jugadores, porque  puede ser el punto de partida para comenzar a coincidir entre las partes y aspirar a más en estos partidos que se avecinan, difíciles por cierto pero al mismo tiempo ideales, para demostrar que con actitud, concentración y convicción se puede lograr un mejor funcionamiento del equipo, como pasó en el día de ayer.    

Hasta pronto.

 

viernes, 23 de abril de 2021

Pizzi sabe que su tiempo depende de los resultados positivos.

Qué difícil se está poniendo comentar cada partido de Racing, porque se llega siempre a la misma conclusión y es que ni a propósito se puede jugar tan mal.

Un lamentable presente de un equipo y su conducción técnica,  que no ha llegado a ser una catástrofe  solo por algunos resultados positivos, que le permiten seguir con vida en los torneos que está disputando.

Es cierto que Pizzi aparece como el principal causante de este presente, pero los jugadores también tienen su cuota parte de responsabilidad dado que aunque no coincidan o no entiendan el mensaje que el técnico les hace llegar, es inexplicable que entrenando todos los días, hoy por hoy no se puedan dar bien la mayoría de los pases, no puedan construir una pared o no conozcan los movimientos de sus compañeros del plantel, que a esta altura deberían estar casi automatizados.

Racing nunca ha mostrado un crecimiento en sus líneas, con una defensa que salvo Arias, el que más ha rendido y sostenido su buen nivel, tiene pronunciados altibajos de concentración, con graves errores que le han permitido a los rivales concretar goles, con un medio campo no termina de acoplarse y el bajísimo nivel de sus lentos jugadores, no recuperan ni generan el juego adecuado para su solitario que mientras se desgasta en sus luchas se vuelve cada vez más impreciso.

Uno no quería imaginarse que ante Rentistas, Racing iba a sufrir tanto y a decepcionar de tal forma frente a un rival menor, que con poco le generó algunas situaciones que de concretarse podían haber sido humillantes, pero no nos resultaba extraño.

Era más de lo mismo y quiero pensar que la vergüenza que debían sentir faltando pocos minutos los llevó a reaccionar y sacar un poco de amor propio ante un equipo uruguayo que aun con un hombre de más, dejó reaccionar a la Academia y con la gambeta -esta vez productiva- de Lovera, la fuerza de Cáceres, algo de Miranda y el aporte de Fértoli, pudo empatarlo y hasta casi ganarlo.    

Pero es indudable que la mediocridad ha invadido a este Racing ya que en cada confrontación depende más del azar que de fundamentos reales para alcanzar un buen resultado, los que por ahora en parte se le viene dando, pero sabiendo que esa cuota de suerte necesita de un sustento real que la respalde.

El técnico busca convencernos de que “tienen cosas para crecer y para encontrar más precisión y que con el tiempo lo conseguirá…”, pero Pizzi sabe que su tiempo depende de los resultados positivos.

Con el agravante de que no le será fácil lograrlos porque el equipo sigue sin mostrar superación alguna en el juego, con una falta total de convicción y de confianza que lo lleva a no responder en lo anímico y en lo físico en los momentos más álgidos del partido.

Como no se ven posibilidades de que haya cambios de conducción, sigo pensando, al igual que lo hice en el comentario anterior, que  si no existe algún inconveniente en la relación plantel-cuerpo técnico debería darse una conversación a fondo buscando coincidencias que los entusiasme a ambas partes y a partir de ahí tener más certidumbre sobre el trabajo a realizar en la seguidilla de partidos de las tres copas que están jugando, para llevar un poco de tranquilidad y esperanza a los corazones de lo más importante que tiene el club, sus hinchas.

Hasta pronto.

 

 

 

 

domingo, 18 de abril de 2021

Pizzi y el plantel deben coincidir en la solución.

Era un partido para prenderse, pero Racing con su forma de jugar desilusiona demasiado para pensar que el triunfo puede ser posible.

Si bien tuvo el dominio del partido por muchos más tiempo no sirvió de nada, porque cuando tenía la pelota, solo Miranda, hoy un poco más comprometido, podía ofrecer algún toque preciso, pero no encontraba respuestas en sus compañeros, por lo que todo finalizaba con esfuerzos individuales, que normalmente eran bien controlados por los defensores rivales 

Arsenal en cambio era más claro en su juego, porque tenía más espacio y además contaba con una defensa académica desordenada que con sus permanentes errores individuales (salvo Cáceres, que se ha ganado el puesto con creces), animaba a los delanteros a encararlos, sabiendo que podían sacar alguna ventaja.

Resbalones, enredos y distracciones, le dieron al local la posibilidad de ponerse en ventaja y sumar el segundo tanto en solo 4 minutos, lo que parece fatídico, ya que no es la primera vez que se da esta situación de que a Racing, le conviertan más de un gol en poquísimo tiempo

A pesar de todo Racing encuentra el descuento en una jugada donde el rebote en Maggi habilita a Chancalay quien convierte con un remate sobre el palo derecho del arquero.

Había una nueva oportunidad para que en el segundo tiempo Racing hiciera todo lo posible para por lo menos empatarlo, pero todo fue inútil porque si bien tuvo más tiempo la pelota, género muy poco y además solo buscó hacerlo a través de centros para Copetti, al que se le sumó Melgarejo y por ultimo Reniero.

Otra posibilidad perdida pero no sorprende, lo que realmente asombra y preocupa es el nivel de algunos jugadores, como el Mauricio Martínez cuando juega de central, por lo que espero que la próxima vez que tenga su oportunidad lo haga en el medio campo, el de Orban por sus dudas cuando busca salir jugando,  sobre todo de marcador de punta, el de Rojas que sigue dependiendo de las pelotas paradas y el del desconcertante Chancalay, que insinúa buenas jugadas y pierde pelotas increíbles.

Me preguntaba porque después de un tiempo prudencial, Lovera y Moreno todavía no pueden alcanzar el buen nivel que los llevo a contratarlos y como Julián López no tiene más oportunidades en un puesto que no está bien cubierto del todo con Kevin Gutiérrez.

Las cara de Pizzi mostraba su desencanto, pero debe entender y aceptar que tiene una cuota parte de responsabilidad de lo que se esta viendo en el campo de juego, ya que es de su exclusiva elección la forma de jugar y de quienes la interpretan.  

Un equipo que defiende mal y depende casi todos los partidos de su gran arquero Arias y abusa de las pelotas largas y/o centros para el hoy impreciso Copetti y al inexpresivo Maggi, exhibe pocos argumentos como para tener esperanzas de ganar los partidos. 

Racing desde hace tiempo muestra una permanente involución y la desazón ha invadido a la mayoría de los hinchas, pero debemos entender que ahora hay que aceptar esta realidad, con este plantel y con este cuerpo técnico, por eso pienso que para tratar de redimirse de esta desagradable actualidad, Pizzi y el plantel deben coincidir en la solución, el técnico instalando una forma segura y concreta de jugar y los jugadores desde la actitud individual, aceptando y comprometiéndose a llevarla a cabo en el campo de juego, con convicción y personalidad.

Ahora comienza la etapa más difícil y es el momento de demostrar que pueden representar y vestir con orgullo la camiseta de Racing.  

Hasta pronto.

 

 

 

 

jueves, 15 de abril de 2021

Gabriel Arias, el “quitapenas”

Para el Racing de Pizzi cada partido es un tormento y con finales inciertos como el de anoche, que los hinchas vemos siempre con una permanente intranquilidad.

Me parece que a esta altura del partido, ya debería entenderse a que quiere jugar el equipo, pero preocupa la falta de construcción de juego y de coordinación en los movimientos, que hace que todo sea  impredecible y por esas dudas,  siempre se termina retrocediendo con la pelota hacia la última línea para que  desde allí salga un pelotazo para un Copetti en soledad.

En el primer tiempo Racing tuvo a los 9 minutos y a través de Melgarejo con su cabezazo en el palo la única jugada de peligro, mientras San Martin con garra y empuje le fue creando problemas a una defensa racinguista que no se  mostraba segura, pero que por suerte tenía en Arias un arquero que respondía a las exigencias.

El equipo no mostraba superioridad sobre los sanjuaninos, sin embargo a los 32 minutos un tiro de esquina ejecutado por Rojas en conectado por Martínez en el segundo palo, poniendo a Racing en ventaja, diferencia que pudo sostener hasta el final de ese período.

En el segundo San Martín salió a buscar el empate ante un Racing que no reaccionaba y Pizzi comienza con los cambios que parecieron darle la razón, cuando después de  tres o cuatro minutos de tenencia y buena circulación, hubo un buen desborde y asistencia de Chancalay para Copetti quien convirtió el segundo gol.  

Parecia que ese gol le daba a al equipo la tranquilidad para manejar el partido,  pero como suele suceder, todo fue breve, fugaz y en pocos minutos se fue desmoronando de a poco ante un San Martin de San Juan que, jugado por jugado , en base a centros fue arrinconando a la Academia.

Pizzi seguía haciendo cambios y en dos minutos los sanjuaninos le empataron el encuentro y desnudaron las fragilidades de una defensa racinguista que tuvo distracciones y errores puntuales como el de Martínez.

Después quiso responder y a los empujones casi lo logra cuando Reniero lo deja con un toque en buena posición a Cáceres que hizo todo bien para aparecer en el área, pero su remate salió muy desviado, pero todo es hecho con muy poca convicción.

Y de padecer el empate fuimos a penar por los penales, que como siempre digo es otro partido.

Pero por suerte Racing tiene a Gabriel Arias, el “quitapenas”, quien con esa paz interior que transmite en cada intervención, como en la de los dos primeros penales atajados, el segundo de forma extraordinaria, a los hinchas nos quitó la mueca de desilusión que nos había dejado el partido y nos devolvió la sonrisa, pero además les dio tranquilidad a  los ejecutantes académicos, que lo hicieron muy bien, logrando el equipo el triunfo que le permitió pasar a octavos.

Arias es un jugador que reúne condiciones notables, no solo la de ser un excelente arquero, de esos que gana partidos, sino también una persona transparente que emana paz y seguridad en todos los aspectos y expresiones.

Los resultados siguen respaldando a este Racing de Pizzi, pero inquieta su muy flojo funcionamiento y la falta de respuestas individuales, lo que me lleva a pensar que será muy difícil que surja de golpe, el equipo que no apareció hasta ahora, por lo que no le será nada fácil afrontar la complicada seguidilla de  partidos del torneo local y de la Copa Libertadores.

Hasta pronto.

 

 


domingo, 11 de abril de 2021

De penal y sobre la hora…

Hubiera querido comenzar este comentario de otra forma, pero lo que se está magnificando en los medios el desempeño de Vigliano, me hace reflexionar y decir que da toda la sensación de que a Independiente nunca lo favorecieron los arbitrajes.

Hoy por suerte en las redes y a traves de los sitios partidarios de Racing, podemos ver muchos videos donde se ven sanciones que perjudicaron al equipo y favorecieron a nuestros vecinos y si buscamos más atrás en la historia ni que hablar, como por ejemplo recuerdo aquel partido de 1970 en el Cilindro donde había que consagrar campeón a Independiente y para que eso sucediera el árbitro Humberto Dellacasa (Padre) le hizo patear tres veces el penal a Tarabini, porque los dos primeras los había atajado Agustín Mario Cejas.

cuando el ex presidente del rojo, Ducatenzeiler, declaró que compró el campeonato en el 2002…

Pero por lo visto parece que todo el problema arbitral hubiera comenzado anoche con el fallo erróneo de Vigliano, cuando lo que hay que hacer es recordar cómo muchos de los triunfos de Independiente estuvieron ligados a decisiones arbitrales a su favor.

Ahora espero que entiendan lo que sufríamos los hinchas de Racing cuando nos “bombeaban”, mientras seguramente ellos festejaban.

Así que con todo respeto vecinos, a revisar la historia... y a llorar a la iglesia.

Hoy festejamos nosotros.

Respeto del partido en sí, sabemos que el clásico genera emociones totalmente distintas a los demás encuentros y aun entendiendo que Racing no viene jugando aceptablemente, los hinchas como siempre, esperábamos que finalizara nuevamente con un triunfo.

El estadio vacío, la noche y la lluvia le daban un marco sombrío a dos equipos que parecían haberse puesto de acuerdo en no atacar, atinando solo a ver qué pasaba con la esperanza de encontrar un algún error que les diera una oportunidad, por lo que ese primer tiempo más que mantenernos despiertos nos adormecía.

Pero en la segunda etapa Racing salió a jugar más adelantado y con más actitud y ambición se hizo dueño del partido, ante un rival que siguió esperando, tratando de que el tiempo pase.

El equipo tuvo posibilidades de abrir el marcador a través de un tiro de esquina que cruzó toda el área y Copetti no pudo tocarla, en un tiro libre de Chancalay, en una gran jugada de Cáceres, de lo mejor del equipo y en otro cabezazo de Copetti apenas desviado. 

Los cambios de Pizzi, como el Melgarejo por Orbàn, de Maggi por Lovera y de Fabricio Domínguez y Moreno por Gutiérrez y Chancalay, dejaban en claro que no le interesaba el empate y mal o bien todos fueron para tener más ofensiva en la búsqueda de quebrar la defensa roja, pero el empate parecía sellado, hasta que en tiempo de descuento Vigliano, en un discutido fallo, cobra penal de Barreto a Maggi y Copetti, con seguridad convierte el gol del triunfo para alegría de los jugadores, cuerpo técnico y de nosotros los hinchas.

 Racing  ganó el clásico merecidamente y de la forma que más le duele al rival, de penal y sobre la hora… porque ya  no hay tiempo para empatar.

Este triunfo debe ser  la inyección anímica que el técnico y el plantel necesitaban para afianzar más su relación, confiar en ellos mismos y lograr la convicción necesaria todo lo que se juega, tanto en el torneo local, la Copa Argentina y la Libertadores.

Hasta pronto.

lunes, 5 de abril de 2021

El Racing de Pizzi que hasta ahora no pudimos ver.

Racing sigue sin encontrar la idea y el juego que lo distinga y cuando los resultados no acompañan, como venía pasando hasta ahora, Pizzi y sus dirigidos quedan indefensos.

Personalmente creo que hoy fue el encuentro que mejor jugó ofensivamente (sobre todo en el segundo tiempo) y más opciones de gol tuvo, pero también fue uno de los partidos que peor defendió, donde hasta Arias, que era de lo mejor del torneo, estuvo debajo de su nivel.

Pizzi señaló que hubo errores individuales, pero como no va a haberlos si el fútbol es un juego de aciertos y errores, pero no solo de los jugadores, también del técnico, porque así como a veces tiene éxito, también falla en sus decisiones cuando indica la táctica y/o estrategia a utilizar y los jugadores que cree mejor las van a interpretar, por eso un equipo es un todo.

Entonces y yendo al partido de anoche, me parece que en el afán de ser más ofensivos Racing termino siendo un equipo muy frágil en lo defensivo, no solo por los errores individuales, que si los hubo, sino porque también hay fallas en la forma de parar el equipo, con una defensa que marca en línea y le da espacios a su rival para que con pelotazos largos para Colman, sorprenda a los centrales.

En el medio campo también hubo irregularidades, porque Kevin Gutiérrez, no estuvo tan acertado como en otros partidos y además quedo muy solo para la recuperación dado que  Chancalay, Miranda y Piatti estaban abocados más en asistir a un Maggi alicaído y a un Copetti desacertado.

Al buscar denodadamente  la ofensiva, Racing caía en la desesperación que lo llevaba a una transición desordenada, que, como bien decía Roberto Perfumo,  el equipo que ataca se desarma y se abre por querer participar de esa acción de juego y en caso de no tener éxito le cuesta demasiado retroceder ordenadamente, situación que le pasa seguido.

Es que más que del juego asociado, ordenado y con tenencia de pelota, Racing depende de la capacidad individual de cada uno de sus volantes, como sucedió anoche, donde Piatti ya mejor físicamente y con ritmo, fue el que más trató de darle claridad a los avances.

El técnico habló de su búsqueda, de tener un equipo ofensivo, agresivo, contundente y protagonista, es decir el Racing de Pizzi que hasta ahora no pudimos ver.

Para lograrlo debe tratar de que el plantel se sienta convencido y seguro en lo que hace sobre todo en el clásico del sábado, que además de ser muy especial para nosotros los hinchas de Racing, se torna casi decisivo para él y su cuerpo técnico. Ojala festejemos, para bien de todos.

Hasta pronto.