miércoles, 28 de julio de 2021

Lisandro marcó la diferencia.

Un triunfo que le devolvió la sonrisa al hincha, pero por sobre todas las cosas mostró lo que representa la presencia y la categoría de Lisandro López para este Racing de Pizzi, por lo que, con todo respeto, no se entiende como seguía mirando los partidos desde el banco.

Pero ya no importa, lo que vale es que se lo ve muy bien, con ritmo, con esa confianza de pedirla siempre para después jugarla con seguridad y claridad, conceptos que necesitaba este Racing deslucido, que debe mejorar muchísimo en lo  individual y en lo colectivo, porque si bien Lisandro marcó la diferencia, no alcanza para que se convierta en un equipo protagonista, necesita que sus compañeros mejoren su nivel, caso contrario solo logrará exponer la gran diferencia entre él y el resto.

También a mi modesto entender pienso que “Licha” se siente más cómodo bajando a unirse al circuito del medio campo, que le permite estar más en contacto con la pelota y hacerse eje del juego, en una zona que es la que decide cómo se juega el partido y hoy por hoy su inteligencia y su jerarquía se necesitan más allí, que esperando solitario una pelota en el área, la que quizás le tarde mucho en llegar, por lo que Pizzi podría sostenerlo en esa posición y ubicar a Copetti o a Cvitanich junto a Correa.

En un campo en mal estado y el viento que jugaba “su partido”, Aldosivi comenzó como queriendo imponer su juego y buscando acercarse al arco académico casi siempre por la derecha a espaldas de Mena que estaba más volcado a la ofensiva, espacio que no era cubierto rápidamente por sus compañeros, así tuvo alguna aproximación desde fuera del área a la que respondió muy bien Arias.

De a poco Racing fue equilibrando el partido a través del claro manejo de Lisandro López y contó con algunos acercamientos pero los remates de Cáceres, Copetti, Chancalay y el cabezazo de Correa salieron desviados.

En ese primer tiempo hubo una jugada donde Sigali en el suelo y dentro del área, ante un remate de Cauteruccio quiere sacar su brazo toca la pelota pero el árbitro por su gesto, interpretó que la misma le dio en la axila y no sanciona el penal que tranquilamente podría haber cobrado.

La segunda etapa comenzó y en tres minutos calentaron la fría noche: un gol de Cáceres, que es anulado pero dejó dudas; a posteriori el penal de Martínez (había entrado por Sigali) con la gran atajada del “salvador” Arias y la recuperación del mismo Martínez tapando el remate de Andrada para finalmente llegar a la buena jugada de contragolpe que inició Chancalay, continuó con Cáceres y finalizó con su muy buena asistencia para Correa que convierta el primer gol de Racing.

Fue la locura misma, que desordenó a  Aldosivi y le dio a Racing la posibilidad de aumentar y casi lo consigue con cabezazos de  Correa y de Domínguez que pasaron cerca del palo, aunque al equipo le costaba dar con la jugada clara y precisa que le permitiera llegar al segundo gol, además a Piatti (por “Licha”), Alcaraz (por Copetti) y Julián López (por Moreno), les costó entrar en ritmo, lo que le permitió a Aldosivi hacerse más fácil de la pelota, aunque por suerte no concretaba demasiado, ya que todos eran intentos desde fuera del área.

Ysobre los minutos finales Racing tuvo dos claras, una que inicia Chancalay sobre la izquierda con una buena jugada y que sigue con una gran asistencia de Piatti para Alcaraz, quien solo pierde el gol por levantar el disparo y la otra es la que comienza Miranda sobre la derecha, la continua Correa que habilita a Alcaraz que ingresa al área dejando a su marcador atrás y asiste a Piatti, para que este  concrete el segundo y definitivo gol.

Además de Lisandro López, a mi gusto hay que destacar que Arias volvió a ser una garantía, que Juan Cáceres parece haberse repuesto y retomado el nivel que hasta el mismo Pillud elogiaba, que Mena siguió siendo importante, sobre todo en la ofensiva, que mejoró Domínguez y estuvo correcto y que Correa la sigue embocando, mientras Copetti, Chancalay, Miranda y Moreno continúan con rendimientos bajos.

Un triunfo final que festejamos todos y que ojalá sirva para tranquilizar, corregir y ordenar, esperando que en algún momento podamos ver un Racing con una idea definida de juego, la que por ahora no ha podido mostrar.

Hasta pronto.

 

domingo, 25 de julio de 2021

Laberinto.

Racing se encuentra enredado en su propio juego, del cual no puede salir por su misma incapacidad, lo que lo lleva a ser un equipo errático y sin rumbo.

Reiterativos errores individuales y de conjunto son la consecuencia de la confusión mental que tiene, lo que no le permite mostrarse como un equipo convencido de lo que quiere y lo único que va ganando es la indiferencia del hincha académico, que con angustia observa como la decadencia se viene adueñando del club que tanto amamos.

El nivel del equipo, salvo excepciones, es paupérrimo y a esta altura del año es muy llamativo que Pizzi y su cuerpo técnico no hayan podido encontrarle una línea de juego,  un estilo que pueda hacer rendir mejor a sus jugadores, que hoy por hoy parecen no saber qué hacer al recibir la pelota y muestran una falta de entendimiento en sus movimientos que casi nunca pueden generar una jugada clara de gol.

Este Racing de Pizzi totalmente desorientado, sigue dando vueltas dentro del laberinto en el que se introdujo, sin señales claras de encontrar la salida.

Anoche ante un modesto Gimnasia, que le entregó pelota y el campo, volvió a mostrar la triste imagen de un equipo lento, confundido, sin claridad alguna y en el segundo tiempo cuando el rival pareció atreverse un poco más, aparecieron situaciones de enredos con la pelota, errores en los pases y rechazos a cualquier lado, (se salvó de perder porque el árbitro cobró la infracción de Sigali fuera del área, en lugar de adentro) una fiel demostración del desconcierto en que se encuentra este Racing, como preanunciando un final de la conducción a corto tiempo.

La entrada de “Licha” López, demostró que con poco era más que los que estaban en cancha y eso marcó sus diferencias con el técnico, las que fueron ratificadas en sus declaraciones al final del encuentro.

Entiendo que Pizzi como técnico tiene todo el derecho de decidir quien juega, siempre y cuando los que lo hagan respalden sus decisiones con un nivel superior a los que están en el banco.

Hasta pronto.

miércoles, 21 de julio de 2021

Participando se logra dinero, ganando se logra la gloria.

Por lógica se supone que por experiencia un técnico “sabe” más que un hincha, hasta que un periodista, pero cuando todos coincidimos en lo que vemos, tan equivocados no estamos.

Tratando de ser respetuoso y objetivo, creo que era casi cantado que Crespo, cargando sobre sus espaldas su deficiente campaña en Brasil, en este partido definitivo para pasar a cuartos, con su San Pablo iba a salir a jugársela porque está en la cuerda floja y no tenía mucho sentido no arriesgar y para tal fin presentó una alineación con mejores jugadores que los que tuvo en Brasil, más categoría y más rápidos, información que todos los periodistas tenían y estimo que el cuerpo técnico de Racing también.

Por lo que nuestro Racing de Pizzi podría haber intentado repetir lo que puso en práctica contra River en el Monumental y en varios partidos más que lo llevó jugar la final del torneo, es decir que la línea de cinco sea más férrea, más sólida, cerca del área con laterales que no pasen al ataque, buscando desgastar al conjunto brasileño física y anímicamente, esperando la oportunidad para sorprenderlo de contra.

Pero no fue así, repitió la misma estrategia que en Brasil, la que admito me sorprendió, me gustó  y me ilusionó, pero era un frente a un equipo de San Pablo sin varias figuras y además que no arriesgó tanto.

Pero este San Pablo fue diferente por lo ambicioso, disputando la mitad de cancha con agresividad para después tratar de encontrar los espacios para sus delanteros veloces y agresivos, quienes además trataron de obstaculizar la salida limpia de Martínez, que suele arriesgar la pelota en su campo, de Sigali y de Domínguez y de  los laterales, pero Cáceres, que mostró una lentitud y una falta de reacción alarmante y Mena a quien no se lo veía muy seguro, no llegaban a desbordar por afuera.

Racing también perdía el medio campo con un Miranda y un Piatti  muy bajos en su juego y un Moreno que sin rendir bien, era el único los tres que trataba de recuperar la pelota y darle un destino mas o menos seguro, pero nunca pudieron imponer su juego, ni siquiera con la ayuda de Chancalay, anoche inseguro y desacertado y Copetti, que si bien ganó algunas pelotas, perdió varias devoluciones.

Estaba claro a que jugaba San Pablo y ante un Racing desconcentrado que no tenía la pelota, no atacaba y no defendía bien, en pocos minutos tuvo un par de situaciones para convertir.

Racing recién a partir de los 20 minutos con esfuerzo aunque desordenado, pudo emparejar un poco  y en un tiro libre se lo pierde Copetti, pero sobre la hora “Lolo” Miranda, por demorar el pase vuelve a perder ante el Miranda brasileño, quien con un lanzamiento largo por sobre Sigali y Martinez que estaban en la mitad de cancha con 50 metros libres a sus espaldas, habilitan a Marquinhos y Rigoni quienes amagan bajar a buscar para después picar, superarlos en velocidad y convertir el primer tanto después de que Arias desvía el primer remate.

El segundo tiempo a remarla, porque había que lograr el tanto del empate que por lo menos le permitiera ir a los penales, entonces Fabricio entra por Cáceres para atacar mejor, pero Racing tiene esos momentos de distracción que le costaron caro varios partidos y esta vez se volvieron a repetir, cuando a los dos minutos Benítez habilita al veloz Marquinhos quien sin marca entre Sigali y Domínguez los deja parados con su rapidez para enfrentar a Arias y convertir con un remate cruzado y un rato después llegó el tercero, otra vez generado por el mismo atacante quien vuelve a encontrarse sin marca, deja atrás a Domínguez habilita a Rigoni para que marque el tercero.

Los defensores de Racing siempre mirándole el número de la espalda a a los delanteros brasileños, sobre todo Marquinhos, a quien ni siquiera pudieron cometerle una infracción porque nunca le hicieron marca personal para no dejarlo arrancar.

Después los cambios que no incidieron donde dentro de una noche negra, rescato a Correa que convierte el gol de descuento y casi el segundo de cabeza, y que además manejó bien la pelota cuando la tuvo en su poder.

Mi reflexión final es porque, si hubo partidos que con tal de lograr un resultado Pizzi supo “defender” con cinco cerca del área,  esta vez no corrigió durante la primera etapa (el primer gol fue sobre el final de la misma), lo que evidentemente fue un error, darle espacio para la contra a los veloces delanteros del San Pablo y defender en la mitad de cancha.

Así van quedando en el camino estas chances e ilusiones de llegar a una final de la Copa Libertadores, pero Racing es un grande y todos, dirigentes, técnicos y jugadores deben hacer un esfuerzo mayor y entender que participar no es lo mismo que ganar, porque participando se logra dinero, pero ganando se logra la gloria.

Hasta pronto.

 

domingo, 18 de julio de 2021

El cuerpo en La Liga y la mente en la Libertadores.

Fue un partido que por lo aburrido invitaba a cambiar de canal, pero como uno es un apasionado y sufrido hincha de Racing, no podía  menos que sentarme frente a la pantalla y tratar de buscarle una explicación a  lo que estaba sucediendo.

Lo complicado no es traducir en palabras lo que se vio, es encontrar algo que valga la pena destacar.

No es malo el punto logrado frente a un Vélez que siempre resulta un rival duro, pero debemos aceptar que tenía muchos suplentes.

Que este Racing de Pizzi fue la pobre expresión de un equipo que no tuvo iniciativa alguna para buscar el triunfo, que si bien contó con una defensa que cumplió una tarea correcta, tuvo un gran déficit a partir de la zona de volantes, donde  jugadores de creación en funciones de contención no solo fracasaban en su intento, sino que además no generaban alguna acción de juego que les diera chance a los dos delanteros para inquietar al arquero rival, los que solo recibían pelotazos desde la zona de los zagueros centrales.

Un partido donde los dos arqueros prácticamente no intervinieron en todo el encuentro, dado  que Vélez no inquietó a Arias y Racing, tampoco lo hizo con Hoyos, ya que en los pocos minutos que tuvo su momento de lucidez, con un par de jugadas en las que es cierto que pudo lograr el triunfo, los remates de Rojas y de Piatti, se fueron desviados.

En síntesis, una idea llamativamente distinta a la del martes en San Pablo, donde mostró una intención de juego más superadora, más ambiciosa, que ilusionaba, por lo que se me ocurre pensar que anoche el equipo jugó con el cuerpo en La Liga y la mente en la Libertadores, lo que pudo haberlos llevado a no concentrarse debidamente y a no arriesgar demasiado físicamente.

No debemos dejar de lado que la Copa Libertadores no solo otorga prestigio deportivo para el club y los jugadores, sino que además en cada pase de fase, mejora el premio económico con su consiguiente beneficio.

Esperemos que el martes pueda lograr el ansiado pase a cuartos de final y después también encontrar la forma de darle al medio campo una conformación que lo lleve a tener más tenencia y un mejor juego, por lo que con todo respeto pensaba que “Licha López  podría jugar como  “enganche” junto a Piatti, Miranda, Martínez y Chancalay, lo que redundaría en un mejor acompañamiento para el solitario Copetti.

Hasta pronto.

miércoles, 14 de julio de 2021

Un resultado importante con un planteo para ilusionarse.

Hasta antes del encuentro, todo parecía estar como era entonces, dado que los amistosos no fueron auspiciosos y la única alegría era la vuelta de “Licha” Lopez, el gran capitán, a su “casa” y como incorporación la llegada de Correa, que es toda una incógnita.

Prácticamente nada había cambiado, por lo que no tenía  muchas esperanzas para lo que se avecinaba, sabiendo que Racing,  con un plantel que salía de la pretemporada debía enfrentarse a un San Pablo que no estaba bien el su campeonato, pero venía súper activado.

Sin embargo hubo algunas cuestiones en el encuentro de anoche que me sorprendieron para bien y si las comparamos con lo que nos venía ofreciendo el Racing de Pizzi en el torneo anterior, son para destacar.

No se refugió nunca y la famosa línea de cinco, en realidad fue casi todo el partido de tres (Sigali, Martínez y Domínguez) ya que Cáceres y Mena (el mejor de los dos) siempre estuvieron más posicionados como volantes/extremos.

Dominó el mayor tiempo del encuentro y supo manejar acertadamente la pelota ante un San Pablo que se veía desorientado y hasta casi podría decir sorprendido, aun aceptando que Miranda, Piatti y Moreno, que cometió un grave error, (que fue el que salvo Arias finalmente), no estuvieron acertados en la generación de juego.

Chancalay (desdoblándose en su función) buscó siempre asociarse con los volantes y los laterales que permanentemente se mostraban como opción en la ofensiva, mientras Copetti que por fin jugó donde debe hacerlo un nueve de área, supo aguantar a sus marcadores, mejoró en las devoluciones y concretó en el descuento del primer tiempo un gran gol, que esperemos le devuelva la confianza para seguir convirtiendo.

El error de Arias, que se tradujo en el gol local, golpeó emocionalmente y anímicamente al equipo y lo desconcentró durante unos 10 minutos, pero en realidad creo que Racing pudo haber ganado el encuentro y hubiera sido merecido.

Lo de Gabriel Arias fue algo raro en él, aunque antes del gol, hubo un par de situaciones con la pelota que parecían advertir de su noche errática, pero por suerte nuestro excelente arquero posee una gran personalidad y rápidamente supo sobreponerse a la adversidad, salvando en gran forma a los dos minutos de su error, el de Moreno, que podía haber sido la concreción del segundo gol brasileño y posiblemente un final con derrota.

Hubo un muy buen desempeño de los tres del fondo, bien Domínguez, gran trabajo de Sigali y de Martínez, quien en una posición de libre le permitía defender como último hombre y/o romper líneas pasando al ataque, también el del incansable Mena porque no declina su esfuerzo, es efectivo con sus centros y trata de llegar al gol, (que se lo pierde sobre el final) y el de Copetti por su entrega, por no darse nunca por vencido y por haber logrado el gol del empate con un gran remate desde fuera del área.

Los cambios, Novillo (obligado por la lesión de Martinez), Lovera, Rojas, Correa y Fabricio Domínguez,  fueron una muestra de que Pizzi buscaba sostener el partido en campo rival, tanto es así que sobre el final del encuentro un buen desborde y centro de este último, dejó a Mena en una inmejorable posición para concretar de cabeza y convertir el gol que hubiera sido el del triunfo, pero el “chueco” la envía por sobre el travesaño.

Es cierto que ofensivamente necesita más creatividad, más contundencia y para ello hay que encontrar el medio campo que además de saber manejar la pelota, pueda darle un cambio de ritmo y mayor intensidad a la hora de atacar y pensaba que jugando con línea de cuatro Lovera podría sumarse a ese medio campo para poder tener otra variante ofensiva.

Finalmente considero que  Racing logró un resultado importante con un planteo para ilusionarse, resultado importante por el gol de visitante, que si bien no es para aferrarse al mismo, siempre da una chance más y un planteo para ilusionarse, porque demostró que puede ser protagonista y jugar más en campo rival que en el propio.

La defensa vuelve a estar sólida y solo falta una forma más clara de llevarle juego a Copetti o al delantero de área y ahí es donde además de los laterales, hay que encontrar él o los volantes que puedan generarlo.

A mi gusto este fue uno de los mejores partidos del Racing de Pizzi, no por el resultado en sí, sino por haber visto una propuesta del equipo más ambiciosa.

Hasta pronto.