domingo, 12 de noviembre de 2023

El resultado es positivo, pero Racing no mejora

Desde el punto de vista del triunfo y frente a un rival que venía en levantada, este Racing desacostumbrado a ganar pudo lograr una victoria y mantener el arco en cero, pero sigue siendo un equipo inofensivo y sin una idea clara de juego.

Sorprendió con el esquema de tres en el fondo, cinco en el medio y dos delanteros, pero creo que lo que más llamó la atención fue la presencia de Pillud de titular y en una posición de central, junto a Colombo y Piovi, contingencia que llevó a Jonathan Gómez. a desdoblarse para jugar en ese lateral,  teniendo a Martirena, Rubio y Mura.

Pero bueno, en este Racing donde todo es posible por ahora nada cambia, porque sigue siendo un equipo tedioso y repetitivo en su juego sin idea, sin intensidad y sin movilidad por lo que todo se limita a esa inaudita de toques intrascendentes entre los mediocampistas y la línea de fondo que los lleva a la nada misma, esperando alguna acción individual como realizó Baltazar Rodríguez, un chico con otro ritmo que cuando en su campo recibió de Moreno decidió hacer algo distinto y fue ir al frente, siempre mirando el arco de Lanús, buscando entre amagues el espacio que le permitió sacar un gran remate antes de pisar la medialuna y convertir el golazo que puso en ventaja al equipo y lo ayudó a salir de ese soporífero juego en el que se encontraba.

Lanús no incomodaba demasiado, pero las pelotas paradas que siguen siendo un drama para Racing, son para los equipos de Zielinski una de sus mejores armas y Lema estuvo a punto de empatar pero por suerte su cabezazo dio en el travesaño.

El partido se fue enrareciendo y los roces fueron aumentando, hasta que en los minutos finales se dan dos situaciones que iban a cambiar definitivamente el partido, la primera es cuando Roger Martínez  y Canale van a buscar una pelota larga adentro del área y en la disputa el delantero racinguista recibe un codazo del central granate, que el VAR comprueba y Rapallini debe aceptar que es penal para Racing y expulsión del jugador de Lanús, pero esto no iba a finalizar así porque Roger seguía siendo el blanco de todos los jugadores rivales y antes de ejecutarse la pena máxima, Lema con una reacción infantil golpea con el codo al colombiano, contribuyendo a que el local se quedara con dos jugadores menos.

El penal ejecutado por Piovi, esta vez con éxito, le daba a Racing un segundo gol, resultado que vistas las cosas, podía ampliarse a una cifra mayor en el segundo tiempo, donde muchos pensamos que Roger Martínez  podía haber sido reemplazado para no ser víctima de alguna búsqueda que lo llevara a una expulsión, pero se me ocurre pensar que quizás no quiso salir para no dar imagen de tener miedo y la lesión posterior (el tiempo dirá si fue verdad) pudo haber sido una salida más consensuada, pero que dejaba al equipo sin un hombre de área (aunque siempre lo critique considero que debía haberlo hecho Romero) pero sin embargo en su lugar entra Vecchio.

Y entonces sucede algo que a mí me llama la atención y es que Racing como si algo lo contuviera (por temor a que le hagan un  gol o como si hubiera sido el responsable de que le hayan expulsado a dos de sus jugadores), ante un impotente Lanús que solo alentaba al Pepe Sand, comienza a realizar una tarea de tenencia haciendo circular la pelota como en un entrenamiento, cuando en realidad debió ir por muchos más goles porque que como nunca, estaba todo dado para mejorar la diferencia de gol con Godoy Cruz y el resto de los equipos.

Rubio reemplaza a Pillud y Juanfer Quintero a Baltazar Rodríguez , pero nada cambió porque si bien Hauche tuvo una gran chance pero define mal, Racing continuaba siendo ese equipo que buscaba en la tenencia su seguridad, pero a veces por no encontrar en el área a quien dársela la perdía y entonces Lanús con nada, se acercaba a un Arias que sabía que en cualquier pelota parada podía sufrir problemas como le venía pasando en partidos anteriores, quien en un momento de detención del juego se acercó muy alterado a comunicarles alguna apreciación a la dupla técnica, porque esa inacción exasperaba, lo que indica que algo no está bien.

Entonces Grazzini y Videla envían a la cancha a Romero y a Ojeda por Gómez y Hauche, buscando más profundidad la que solo consiguió al final cuando Juanfer después de recibir de Vecchio  empala para Nardoni que picando entre los centrales al área le pega de aire, la tapa el arquero pero le queda para su cabezazo que es salvado sobre la línea y que va a los pies de Rojas que ensaya un fuerte remate que nuevamente desvía Acosta.

El resultado es positivo, pero Racing no mejora, porque sigue siendo un equipo timorato, desconfiado de su propio juego, que ganó por el gran gol de Baltazar y las corajeadas de Roger que lo llevaron a jugar un segundo tiempo con una gran ventaja, por lo que no se puede tomar en cuenta para catalogarlo de bueno, ya que teniendo todo a favor solo dejó pasar el tiempo y no arriesgó a buscar más goles, sin entender que un resultado más amplio nos podía asegurar estar en los play-off de la Liga y en la Sudamericana.

Hasta pronto.