lunes, 13 de febrero de 2023

Un VAR que validó un gol que no vio.

 Racing no pudo lograr el triunfo por la infundada determinación de un VAR, que terminó validando lo que no pudo ver.

Considero que Racing ha jugado el mejor partido de los tres del torneo, pero todavía no ha podido encontrar ese juego de tenencia, de circulación segura de pelota, de asociaciones e intensidad que sabía brindarnos el equipo de Gago.

Los cambios de jugadores han influido para que eso suceda, porque en mi modesta opinión ese juego que lo llevaban a dominar casi totalmente a su rival, se ha vuelto más directo, donde la pelota se divide más rápidamente y las réplicas de un rival como Tigre que tiene delanteros muy agresivos lo llevaron a sufrir más de lo normal.

Pero si bien debe seguir ajustando el funcionamiento en el medio campo y en la defensa, para volver a reencontrarse con la paciencia y el buen juego, no ganó el encuentro por la injusta decisión de un VAR que validó un gol que no vio, como pasó en el primer tanto de Tigre, donde Arias en gran reacción impide que la pelota entre en el arco, (agregando que el línea se quedó parado y Merlos no lo había dado).

El equipo tuvo altibajos en su rendimiento pero mostró a un seguro Arias, a un correcto Mura, a Sigali y a Piovi en la difícil tarea de controlar a Colidio y a Retegui (sin ánimo de comparar este último es como Copetti, por lo molesto y porque va a todas) y a un Rojas con un buen nivel tanto en defensa como en ataque.

En el medio campo, un Nardoni de buen trabajo, con gran entrega, actitud y orden, acompañado por un Oroz intermitente y un Moralez inteligente, pero de tranco lento en el retorno.

Adelante Rojas, el mejor, porque encaró y tuvo agresividad en el juego, por sus buenas asistencias y por remates que convirtieron en figura a Marinelli, Romero con buenos desplazamientos para ser opción y posicionarse frente al arquero, como el que realizó en el primer gol llegando de atrás y metiendo un gran cabezazo al centro de Hauche, un “demonio” que con su pasión a cuestas pudo convertir el segundo gol que nos ilusionó a todos.

Pero a cada gol de Racing y por diversas circunstancias en pocos minutos hubo respuestas de Tigre y esos empates rápidos descontrolaron al equipo y no le permitieron manejar el encuentro, pero a pesar del injustoVAR en el primero, creo que el segundo gol del rival fue el que más afectó al equipo y después del mismo fue perdiendo presencia y dominio del juego entrando en una desesperación que convirtieron al partido en encuentro de golpe por golpe.

Lo anímico influyó en lo físico y entonces los cambios para ver si el equipo podía responder mejor, por lo que a los 20 minutos Oroz le deja su lugar a Jonathan Gómez pero esta vez su gambeta se convirtió en “barullo”, minutos después Hauche y Moralez fueron reemplazados por Carbonero, que pareció más preocupado por su lesión que por encarar a su marcador y por Cardona, que más tirado al medio se esforzó pero no aportó demasiado hasta que faltando pocos minutos, Romero y Matías Rojas salen para que entren Reiniero prácticamente no la tocó y Guerrero (que aunque la tocó con la mano mostró rapidez en el remate al gol que fue anulado), en síntesis cambios que no cambiaron nada, aunque los dos últimos pudieron haberse realizado antes.

Con las vueltas de Moreno y de Carbonero creo que el equipo puede tener un mejor funcionamiento desde el medio campo hacia arriba, previendo que la zona izquierda donde se mueven Gabriel Rojas, Moralez y el ex Gimnasia va a ser seguramente aprovechada por los rivales sabiendo que el retroceso será complicado.

Con todo respeto pienso que Moreno y Nardoni podrían repartirse la zona como volantes, ya que el juego intenso de ambos les permitiría tener una mejor ida y vuelta y pasando Moralez a jugar delante de ellos, ya sea para estar más cerca del nueve y para tapar al volante central rival, cuando haya que recuperar, es decir que no baje tanto.

Arriba seguramente seguirá Romero (quizás comenzando a compartir el puesto con Guerrero) con Rojas y Carbonero.

Hasta pronto.