lunes, 24 de noviembre de 2014

Con el espíritu ganador del 2001


Parece que este equipo se hubiera mimetizado con aquellos guerreros del último campeón, logrando la firmeza y seguridad que desde aquel entonces ningún equipo de Racing mostraba.
Es evidente que ha sufrido una transformación, en la representación del juego,  entendiendo que, cuando por las razones que sean no puede llevar a cabo su idea, saca a relucir el carácter necesario para defender la ventaja que logra exhibiendo una solidez y una entrega semejante a aquella del equipo de “Mostaza”.
Ayer y por más suplentes que River puso en el equipo, el peso de la historia estaba presente, pero siempre me pregunto si es la historia o son los jugadores los que no pueden romper con esta pesada carga donde como se dice habitualmente, “te ganan con la camiseta”.
Ni aquel equipo de José que arrasaba con todos pudo ganarle y tampoco lo hizo el de Mostaza, aunque ambos lograron el campeonato.
Pero hoy debemos estar felices por haberle ganado al fantasma de la historia y por esta actualidad que nos ubica primeros solos en la tabla, a solo dos fechas del final, algo que desde hace muchos años no podíamos disfrutar.
Por eso el partido de ayer no es un encuentro para analizar demasiado, ya que se logró lo que se buscaba, con la actitud, la solidaridad y la concentración que se debía poner en una circunstancia como esta, que no había que dejar pasar.
Por supuesto que no debe renunciar a jugar mejor, este equipo puede hacerlo, pero es entendible que la ansiedad, los nervios y la posibilidad de ser campeón, lo llevan a mostrar una cara diferente y en estas circunstancias es cuando, por lo menos a mí, me parece ver a estos jugadores con el espíritu ganador del 2001.
Racing fundamentó el triunfo desde la seguridad de Saja quien de entrada tapa una jugada de gol, la solidez de su línea de fondo, el gran trabajo de Videla y la calidad de Milito, aunque nadie renunció a la entrega total desde el minuto uno hasta el final del partido.
Así se construye un triunfo.
Por eso le pedimos al plantel y al cuerpo técnico que no afloje, que no se relajen, porque a ellos y a nosotros los hinchas, la historia nos vuelve a poner a una situación dramática, pero con la gran diferencia de que hoy, cuando miramos hacia adelante, solo vemos que dos partidos nos separan de la gloria.


Hasta pronto.

viernes, 21 de noviembre de 2014

¡A todo o nada!


Este plantel junto a quienes lo conducen, enfrentan el gran desafío de poder quedar en la historia grande de Racing, ya que el destino los ubicó en una posición inmejorable, si aceptamos que hace unas fechas atrás, era casi impensado llegar a enfrentar a River con solo un punto de diferencia y con la colosal ocasión de depender de si mismo para ir por la conquista de un nuevo título.
Por eso no deben dejar pasar esta chance y apoyados por la gran hinchada racinguista que se hará presente en el Cilindro, deben plantear un encuentro sin especulación de ningún tipo, es decir a todo o nada, donde la victoria debe ser el único objetivo, dado que difícilmente haya otra posibilidad similar.
Porque admitiendo que un punto sigue dando esperanzas, un triunfo ante River lo posicionaría como único puntero en la tabla, a solo dos fechas de la finalización del torneo.
En síntesis, un buen momento para que estos jugadores y este cuerpo técnico puedan ganar demostrando que van por la gloria, para felicidad de todos los hinchas que hemos vuelto a soñar después de tantos años.

Hasta pronto.

domingo, 16 de noviembre de 2014

El triunfo para el campeonato.


En un primer tiempo donde la imprecisión se adueñó del encuentro, Racing solo mostraba una defensa firme y un medio campo combativo, pero muy poco en cuanto a la ofensiva.
Milito tenía que bajar demasiado a conectarse con la pelota para poder entrar en juego ya que nunca llegaba clara a la zona de los delanteros.
Y entre medio de ese pobre primer tiempo donde el local daba la sensación de ser el que más quería, Bou tuvo una que pasó cerca y Quilmes tuvo su gran oportunidad gracias a un penal que solo vió Laverni, pero Saja que venía en alza en los últimos partidos ratificó esa confianza atajándolo y de esa manera finalizó esa primera parte.
Pero el segundo tiempo mostró a otro Racing.
Más adelantado. Con Pillud por Acuña( pasó Díaz de volante ) y con la búsqueda de Centurión que abandonó la izquierda para entrar por el centro del ataque.
Con una gran tarea de los centrales y un buen funcionamiento de  los laterales,
Racing comenzó a adelantarse en el campo y Videla y Aued, ahora con Gastón Díaz por la derecha, fueron ganando el medio y de esa manera el equipo estaba más cerca del arco de Benitez que se fue convirtiendo en figura.
Creció mucho Centurión y tuvo dos oportunidades increíbles ( en la primera fusilo al arquero en lugar de elegir los palos ) lo tuvo también Bou y después Cabral, pero el arqueo parecía imbatible.
En nuestro arco Saja daba seguridad y el partido parecía que se iba a cerrar en cero.
Pero después del cambio por Milito, creo que fue para que no lo amonesten y pueda jugar contra River, fue expulsado Cabral por la segunda amarilla y aquí cabía una respuesta de Cocca que iba a dejar al descubierto lo que buscaba Racing.
Y la contestación a la pregunta que seguramente nos hicimos todos fue muy clara de parte del entrenador.
Ganar el partido, dejando el equipo tal cual estaba, sin sacar un delantero o volante para que entrara Sanchez a cubrir el puesto de Cabral.
Una buena demostración de lo que buscaba la Academia a través de su postura.
Más aún cuando entró Castillón por Díaz.
Pero así y todo se veía difícil romper el cero, aunque Racing lo merecía sin dudas, porque había tenido muchas oportunidades claras.
Hasta que llega una infracción cerca del área quilmeña que le permite a Racing tener una buena oportunidad.
Pero la verdad, creo que nadie esperaba que lo ejecute Bou.
Sin embargo este muchacho, que parece estar lleno de magia y que ya merece un capítulo exclusivo en la historia de nuestra querida Academia, se hizo cargo y le rompió las manos al arquero cervecero.
Un gol para gritar con toda el alma, por como se había dado el partido y porque a mi parecer, le dio a Racing el triunfo para el campeonato.
Una victoria que hay que reconocer, tiene como acierto principal la decisión de Cocca, al no modificar la estructura del equipo cuando queda con un jugador menos y al confiar una vez más en Bou, dejándolo en cancha cuando podría haber sido el cambio por Hauche.
Una buena señal para el futuro, que cualquiera sea lo que nos depare el destino, esta campaña está llena de dignidad, una devolución que los hinchas veníamos esperando hace mucho tiempo.

Hasta pronto.



lunes, 10 de noviembre de 2014

Ante todo mucha calma.


Banfield venía demostrando que jugara donde lo hiciera, siempre iba con tres de punta bien definidos y sin cambiar su estilo de juego: siempre al ataque.

Mientras Racing que venía de ganarle a Gimnasia pero no de jugar un buen partido, apostó a ubicar a Hauche,  quizás influido por el momento importante que estaba pasando el “demonio”,  como tercer delantero junto a Milito y Bou.

Se preveía un partido con libre tránsito en el medio, es decir que prácticamente nadie se opusiera en el camino para llegar a las áreas y así se dio, aunque con estilos diferentes.

Banfield  desde el comienzo buscó tener la posesión del balón para llegar al área Académica, mientras Racing apostaba a través de salidas rápidas desde atrás, buscando al “tridente” al que se le sumaba Centurión.

Y justamente a los 7 minutos una muy buena jugada que comienza “Ricky” y que prosigue con Milito quien habilita de primera a Bou sobre la izquierda del área, finaliza con un remate de éste, que engaña al arquero quien esperaba un centro.
Muy buen gol de Racing y la esperanza de comenzar a adueñarse del encuentro.

Pero no fue así. Sin ningún prejuicio Banfield siguió sin renunciar a su arriesgado juego  manejando más la pelota y de ese modo superaba al medio de Racing, porque Videla y Cerro no daban abasto para cortar la circulación aunque Hauche y Centurión colaboraran con ellos.

No había manejo de pelota cuando se recuperaba, pero eso duraba poco tiempo en los pies de los jugadores de Racing por lo que la misma volvía rápidamente a los hombres de Almeyda, lo que provocaba un mayor desgaste en los hombres de la Academia porque Racing apostaba al pelotazo y Banfield a la tenencia y circulación.

Es evidente que este esquema expuso al equipo, porque nunca pudo lograr la posesión del balón para tranquilizar el encuentro, algo que lo hacía bastante bien con Aued entre los volantes y con sólo dos delanteros.

Racing perdía en el medio pero a veces ganaba en el área rival y Bou lo tuvo otra vez pero esta vez no pudo hacerlo tan libre y Serbia respondió bien.

A todo esto Saja comenzó a trabajar más de lo común, aun contando con un buen trabajo de los dos centrales. No tanto de Gastón Díaz a quien le costaba contener a Bertolo, mientras que por la derecha se lo veía más seguro a Grimi.

En el segundo tiempo se acentuó el dominio de Banfield, sobre todo por  el lado de Díaz y ya jugaba prácticamente en el área de la Academia lo que fue convirtiendo a Saja, hoy muy concentrado y seguro, en gran figura.

Racing estaba cortado y sus ataques sin precisión ya eran esporádicos.

Evidentemente debía de apostar a un cambio para frenar la supremacía del Taladro en el medio lo que iba arrinconando al equipo, a quien cada vez le costaba más llegar al arco rival y entonces entra Aued…pero por Cerro, cuando a mi parecer debió de salir un hombre de punta, porque realmente peligraba el triunfo.

Después la lesión de Lollo obliga la entrada de Sánchez –que debemos decir que cumplió bien- y Acuña que ahora sí, suplantó a Milito, le dio más aire y agresividad a un equipo que solo aguantaba por su amor propio y por el alientode una hinchada increíble que lo respaldaba.

Los jugadores banfileños llegaban sin problemas hasta el área porque Racing se refugiaba cada vez más atrás, dando una sensación de cansancio, algo que posiblemente tenga que ver con el estado de ansiedad que invade a los jugadores en este especial momento, donde se están obteniendo resultados positivos y la posibilidad de pelear el torneo.

Para finalizar digo que, ante todo mucha calma, para el análisis de un partido vivido con los nervios alterados, que nos entregó un nuevo triunfo, que alienta esperanzas y fortalece el espíritu, pero aceptando  que este esquema pedido a gritos por casi todos los racinguistas y que valía la pena intentarlo sobre todo jugando de local, no llegó a conformar, mostrando a un equipo inseguro y por momentos desordenado, en relación a los anteriores.

Hasta pronto.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Las caras del triunfo.


Hablar de cancha difícil ya es reiterado y sabemos que al igual que en Olimpo, se hace problemático tomarse un “tiempo más” para pensar en un campo chico, sobre todo contra un equipo que en el primer tiempo salió a presionar para ganar la pelota y a cortar el juego cuando la perdía, buscando no dejar pensar a Racing.

Cocca lo había dicho en la semana y así se dio, pero me llamó la atención que el equipo no se sacudió la modorra a la que lo llevó el “Lobo”, intentando digo yo, por ejemplo, pasar por arriba el medio campo adelantando a Acuña y Centurión.

Racing no podía tener la pelota y por consecuencia no generaba nada de juego para los delanteros, que salvo Milito que siempre muestra su jerarquía, prácticamente no tuvieron ninguna oportunidad para inquietar a Monetti.

Floja tarea de Centurión y Acuña que prácticamente nunca pudieron imponer sus virtudes, sumado a un lento e impreciso Aued y a un Videla que no podía solo contra todos, Díaz y Voboril eran superados por sus laterales, por lo que en esa primera etapa el equipo solo se sostuvo por la segura tarea de Saja y la buena labor de Lollo y de Cabral.

Pero en el segundo tiempo el partido se abrió, porque Racing se adelantó buscando ser más protagonista y porque Gimnasia aflojó su presión.

El equipo comenzó a manejar mejor la pelota y a encontrar situaciones de gol, reconociendo que Gimnasia también tuvo lo suyo, aunque Racing sabía que el local iba a dejar espacios que en la primera etapa no se encontraron.

Y esta vez la búsqueda del triunfo se vio reflejado en los acertados cambios de Cocca y es algo a destacar.

Ya no fue Acevedo, sino Cerro y por los costados aparecieron dos jugadores con alma y actitud de delanteros, que siempre trabajaron en la búsqueda del gol junto a Milito y Bou, aun reconociendo que Hauche y Castillón bajaban por su costado para colaborar con sus laterales.

Era golpe a golpe, pero Racing cuenta con Milito que, aunque anda errado para el gol, en cada pelota que toca dicta una clase de delantero.

También Bou comenzó a encontrarse más confiado que en la primera etapa y además de anularle un gol, tuvo dos asistencias muy buenas.
La del gol del triunfo al “demonio” y la que deja a Milito frente al arquero, que lo elude y al patear pega en el palo.

De Hauche que decir. Está encendido y en realidad debería ser titular, pero ese es todo un tema. En la jugada del gol tuvo dos intervenciones acertadísimas – el pase a Bou y el cierre de la misma con un remate perfecto y certero-

Castillón al igual que Cerro ayudaron a darle más ritmo al ida y vuelta en que se veía envuelto el encuentro.

Final del partido que mostró los rostros de la felicidad de los jugadores y cuerpo técnico por este importante resultado.

Las caras del triunfo que señalan haber entendido, que en todos los partidos que restan deben ir a buscar los tres puntos, aún a riesgo de quedarse sin nada.

Si es así, nosotros los hinchas sabremos entenderlo, como lo hicimos contra Rafaela.

Hasta pronto.