domingo, 13 de octubre de 2013

Un problema de fondo.


Las mismas caras, los mismos jugadores, el mismo equipo.
Sistemas de juego diferentes.
4 técnicos en 11 partidos.
2 puntos, 3 goles a favor, 19 en contra.
Cifras más apropiadas para un equipo amateur de un torneo de barrio, pero que hoy distinguen a este Racing.
Un plantel que está haciendo méritos todos los partidos, para alcanzar el descenso lo antes posible.
Un equipo que ya no nos despierta ningún interés por verlo, ilusionándonos cada vez que cambia el técnico, sin darnos cuenta que quizás el dilema  es otro, porque estos jugadores no respondieron en cancha a ninguno de ellos.
Racing no ha mostrado mejoría en su juego y en sus movimientos, desarticulándose fecha tras fecha, con jugadores que deambulan por la cancha cometiendo errores infantiles, lo que evidentemente no permite avizorar ningún progreso, pero sí vislumbrar un futuro para nada auspicioso.
Llama la atención que todos los jugadores tengan tan bajo rendimiento, lo que permite suponer que Racing tiene un problema de fondo que solucionar -que no es el del fondo de la tabla- y está insertado en la raíz del plantel, en el grupo y que posiblemente tenga que ver más, con una cuestión interna, que con el juego propiamente dicho.
Ningún técnico podrá resolver lo futbolístico, si primero ellos no solucionan ese aparente conflicto que los turba y los tiene desconcentrados, porque los números demuestran que por lo menos, desde el escenario donde actúan los fines de semana no hay respuestas convincentes.

Hasta pronto.