martes, 28 de noviembre de 2017

La historia vuelve a repetirse


Solo era cuestión de tiempo y si no hubiera sido ayer, seguramente habría pasado después de los dos partidos restantes del año, porque eran tantas las cosas que leía en las redes sociales y que escuchaba en la radio y en la tele, que me llevó a pensar que todo no podía ser mentira.

A medida que pasaban los días, esas opiniones iban tomando color por las propias declaraciones de los jugadores y del técnico a quienes se los veía muy sueltos de cuerpo, expresarse abiertamente, sin darse cuenta, que las palabras nunca son interpretadas de una misma manera y corren el riesgo de herir susceptibilidades.

Algo que por cierto sucedió, de un lado y del otro, sin reparar que el fútbol encierra un código dentro de las obligaciones profesionales para exponer los problemas y eso es hacerlo dentro en un ámbito íntimo, cerrado, por el ejemplo el vestuario.

Pero parece que esas diferencias y las pérdidas de algunos objetivos, hizo que todo se desborde y si bien no vale la pena discernir sobre quien comenzó primero, era casi un hecho que  los malos resultados obtenidos, colaboraban para que todo llegara a un punto de donde no había retorno, sabiendo que uno de los lados, el más frágil, sería el que finalmente se iba a terminar quebrando primero.

Amén de los errores cometidos por Diego Cocca, cuando casi asegura que en el clásico Licha López podía quedar afuera del equipo titular -que como responsable técnico tiene todo su derecho- algunos compañeros del plantel, equivocadamente también, salieron a opinar distinto al técnico, algo que un profesional no debe hacer y que no dejaba de ser, nos guste o no, un desafío directo al conductor del grupo, al que indirectamente le restaba autoridad, lo que lo colocaba entre la espada y la pared y como responsable del plantel, podía haber aplicado otras sanciones, las cuales como se ha visto, no se concretaron. 

Entonces no era muy difícil pensar que el supuesto paraíso en realidad era un tenebroso infierno, donde los hinchas, observamos que justo Vittor, uno de los que salió en los medios a respaldar a su capitán, comete un error que lo señala como el culpable del gol del vecino y después el mismo “Licha” López desperdicia oportunidades.

Todo en un ambiente nervioso, lleno de dudas y tristeza, donde todo se mezcla y entonces presos de sensaciones y una pasión que nos confunde, nos lleva a pensar lo peor, a imaginamos escenarios que quizás no son reales.

Y finalmente Cocca termina renunciando, pero con un sorpresivo y raro “detalle” en su conferencia de despedida, al expresar "Lisandro López vino a mi casa a charlar conmigo para ver cómo estaba y qué necesitaba", lo que seguramente dejó perplejo a más de uno, porque amén de que sea cierto, se me ocurre pensar que fue, como queriendo decirle a los racinguistas "quédense tranquilos que todo está bien", cuando hubiera sido mejor que el mismo “Licha” como capitán, hubiera salido a apoyarlo públicamente antes del partido del sábado, lo que hubiera sido un buen mensaje para sus compañeros y para los hinchas.

Pero creo que las diferencias existieron, que no son producto de un combo loco, donde todos los periodistas se unen para llevar adelante una campaña de agotamiento y desprestigio, porque no es común que todos se pongan de acuerdo y coincidan de que había problemas con el técnico, el preparador físico y el plantel.

Desde la llegada de Cocca y hasta fines del 2015, se había logrado algo que debería ser normal y es que un técnico culminara su contrato, pero a partir de allí daría la sensación que hay un retroceso, porque en los últimos dos años volvimos a tener técnicos que por una u otra razón, nunca jamás aclaradas, no llegaron a cumplir su ciclo en forma completa.

Y la historia vuelve a repetirse, pero quizás este desenlace cause algún efecto en el lado que hasta ahora quedó en pie, porque el horizonte no se ve tan claro como debiera ser, en este Racing  ordenado económicamente, pero con turbulencias en lo deportivo.

Por último una idea que puede ser una utopía.

Dado que el presidente Blanco prometió que si gana habrá manager, sería bueno que los candidatos ya tengan elegido cada uno el suyo, para que estos le sugieran que técnico debería venir y si por esas casualidades, hubiera coincidencia sobre el mismo nombre, no estaría mal que los tres se pusieran de acuerdo para ir gestionando su llegada con tiempo, algo por supuesto concretaría el que resultare ganador.

Hasta pronto