domingo, 12 de agosto de 2012

Un triunfo propicio en una cancha siempre adversa.


Después de una semana negativa, difícil de asimilar, por el controvertido empate ante Rafaela y fundamentalmente por la forma en que jugó el equipo la final tan esperada por la Copa Argentina en San Juan, este partido se tornó más importante de lo habitual.


Es que se jugaba en una cancha que usualmente nos resulta desfavorable y en caso de no tener un resultado positivo el próximo partido hubiera pasado a ser casi definitivo para el cuerpo técnico.

Pero aún sin jugar bien –era lógico que así sucediera- porque Racing venía de entregarnos una imagen desteñida y muy “bajoneado” por el partido perdido con Boca- se logró lo deseado que era ganar.

Respecto del equipo podríamos decir que jugó un primer tiempo pleno de pelotazos y rechazos a cualquier lado, donde no tuvo prácticamente una jugada de gol y que fue digno de cerrar los ojos porque era imposible ver lo que mostraba.

Mejoró en el segundo tiempo y sobre todo a partir del gol de Ortiz quien volvió a ser un punto alto junto a Villar y al chico Centurión -quien es evidente que por ahora, es el único que puede marcar un desequilibrio en la defensa rival-.

También hay que admitir que Pillud tuvo un partido correcto y se lo notó mucho más concentrado en la marca, quizás producto de que ahora está más contenido por Ortiz y por Villar, quien no es mezquino en su esfuerzo tanto en defensa como en ataque.

Después Sand trabajó en otra faceta que fue salir del área para colaborar en ser la primera marca de la salida de del fondo de Argentinos y sin cumplir una tarea muy buena se puede decir que mejoró su perfomance y fue el gestor de la jugada del segundo gol concretado por Centurión.

Camoranessi quien también entró en ese desorden del primer tiempo y Pelletieri que sigue aportando todo su fervor, no puede ocultar que siente su lesión ya que se ve claramente que no traba con la intensidad que era habitual en él.

En la línea de fondo un Saja siempre seguro tuvo una tarde bastante tranquila, mientras Cahais cumplió en líneas generales y Corvalán alternó buenas y malas.

Por último Hauche, nuevamente con una actuación preocupante.

Los cambios fueron correctos en un momento que el equipo se refugió demasiado en su área, posiblemente especulando con encontrar alguna contra, y esto también nos señala que Centurión puede ser aprovechado más como media punta o delantero que como carrilero, ya que su atrevimiento para encarar –hoy fue golpeado muy duro en varias oportunidades- complica a sus marcadores, aunque a veces se lo ve confuso.

Hoy Racing logró un triunfo propicio en una cancha siempre adversa – esta es la segunda vez que gana -que lo alimenta en lo anímico y le permite concentrase con tranquilidad para el clásico, dejando atrás el golpe sufrido en la Copa Argentina.

Hay mucho por mejorar en el juego, pero por lo menos hoy se vio un equipo más lógico y si se quiere más tradicional en su planteo, donde no hubo desorden táctico.



Hasta pronto