La
renovación de Zubeldía nos daba una señal de que no deberíamos preocuparnos por
el tema Director Técnico, por lo menos hasta Junio del 2014, pero imprevistamente
todo se derrumbó en treinta días y hoy a dos meses del inicio del torneo ya
son tres los técnicos que han conducido a este grupo de jugadores (incluyendo
al interino).
El lunes,
comenzó la tarea más importante para el Sr. Victor Blanco, que a mi entender, dio
el primer paso que el tiempo dirá, si fue un paso adelante o paso atrás en
su nueva etapa como presidente, al
consultar a Ayala, echado del club hace unos días y además invitar a los referentes
del plantel para hablar sobre el perfil de técnico que les gustaría, algo
realmente inentendible, con el agregado de que ante una pregunta efectuada a
los jugadores sobre el gusto del técnico, para sorpresa de todos, respondieron
Zubeldía. (nota de Clarín de ayer).
Digo con
todo respeto, como es posible que estos jugadores, que tanto lo respetaban, no
lo respaldaron con actuaciones que ratificaran esa preferencia durante el
período que los dirigía, logrando nada más que un punto y quedando afuera de la
Sudamericana, convirtiéndose de alguna manera en los responsables directos de
la salida de Zubeldía.
Se
comenta también que en esa charla expresaron que prefieren técnicos jóvenes
dejando en claro que, sin dar nombres, ya marcaron la cancha, porque de alguna
manera están diciéndoles a muchos de los técnicos que superan los 50 años, que
no los quieren.
Ya pasó
con Ischia, que según los dirigentes dicen que el plantel no lo entendía, y
señalan a Ayala como el responsable de haberlo traído cuando en realidad el
manager siempre quiso que Zubeldía se quedara.
Resultado
final, técnicos y manager afuera.
En síntesis,
una ensalada rusa total donde parece que nadie es culpable de nada, aunque por
lo que se está viendo, el plantel está más que comprometido en el tema, ya que en
este torneo, lo único que les entregaron a los técnicos que tuvieron, fue un plazo
fijo a 30 días.
Es tiempo
que el plantel haga una autocrítica severa y se decida a colaborar con el joven
y/o viejo técnico que les toque en suerte, respaldándolo con más actitud y más
coraje, para que ese plazo fijo que colocan mes a mes se pueda extender a un
año.
Digo
esto porque, cualquiera sea quien los conduzca, son ellos los que tienen las
herramientas para que eso suceda, debido a que serán siempre los jugadores los
que pueden cambiar esta estrepitosa caída que hoy, parece no tener piso.
Hasta
pronto.