sábado, 14 de febrero de 2015

El minuto fatal.


Era una noche que preveía emociones.
La del reencuentro del campeón con su gente.
La del “Chino” Saja con la posibilidad de batir el record de Agustín Cejas.
Y comenzó con cierta ilusión en el juego y con una rápida alegría pero que duró apenas segundos, cuando Saja, prácticamente al mismo tiempo que lograba su récord de arco en cero en Racing, comete un grave error, quizás desbordado por la emoción de haber logrado algo histórico, similar al de la primera fecha en la cancha de Defensa y Justicia, lo que le permite a Rosario convertir el gol que sería el del triunfo.
Por lo menos a mi forma de verlo, ese momento generó en el equipo una desazón tal
– quizás por la ascendencia del “ Chino” en el grupo - que fue invadido por los nervios y a partir de allí nunca pudo encontrar la seguridad y el juego que había mostrado hasta los partidos de verano.
En un partido impreciso recién pudo darle trabajo a Caranta en los tramos finales del segundo tiempo , aceptando que Rosario Central le planteó muy bien el encuentro a partir de la ventaja.
Racing no pudo imponer su juego en ningún momento de la primera etapa y en la segunda parte lo mejor que hizo fue poner actitud y vergüenza, pero nunca se pudo ver ninguna jugada clara.
Muy bajo todos los jugadores, incluso los más destacados como Milito y Bou, a quienes se los vio muy separados durante casi todo el partido.
Quizás se podía haber intentado hacer los cambios antes, pero es entendible también que el técnico respalde un poco a los que nos dieron un campeonato.
También podemos achacarle a Pitana que Marcos Ruben  debía de haber sido expulsado y posiblemente haber cobrado el agarrón de la camiseta a Bou  dentro del área rosarina.
Fue el minuto fatal, donde los hinchas pasamos en segundos, de la emoción a la desilusión, por un error que nos hizo tener esas sensaciones encontradas.
De cualquier manera hay algo que quiero rescatar y es que aún con las imprecisiones del caso, Racing siempre trató de jugar, de tocar y buscar asociarse.
Tengamos fe porque buenos jugadores hay.


Hasta pronto.

Pascual Lococo
@lito_lococo