miércoles, 14 de julio de 2021

Un resultado importante con un planteo para ilusionarse.

Hasta antes del encuentro, todo parecía estar como era entonces, dado que los amistosos no fueron auspiciosos y la única alegría era la vuelta de “Licha” Lopez, el gran capitán, a su “casa” y como incorporación la llegada de Correa, que es toda una incógnita.

Prácticamente nada había cambiado, por lo que no tenía  muchas esperanzas para lo que se avecinaba, sabiendo que Racing,  con un plantel que salía de la pretemporada debía enfrentarse a un San Pablo que no estaba bien el su campeonato, pero venía súper activado.

Sin embargo hubo algunas cuestiones en el encuentro de anoche que me sorprendieron para bien y si las comparamos con lo que nos venía ofreciendo el Racing de Pizzi en el torneo anterior, son para destacar.

No se refugió nunca y la famosa línea de cinco, en realidad fue casi todo el partido de tres (Sigali, Martínez y Domínguez) ya que Cáceres y Mena (el mejor de los dos) siempre estuvieron más posicionados como volantes/extremos.

Dominó el mayor tiempo del encuentro y supo manejar acertadamente la pelota ante un San Pablo que se veía desorientado y hasta casi podría decir sorprendido, aun aceptando que Miranda, Piatti y Moreno, que cometió un grave error, (que fue el que salvo Arias finalmente), no estuvieron acertados en la generación de juego.

Chancalay (desdoblándose en su función) buscó siempre asociarse con los volantes y los laterales que permanentemente se mostraban como opción en la ofensiva, mientras Copetti que por fin jugó donde debe hacerlo un nueve de área, supo aguantar a sus marcadores, mejoró en las devoluciones y concretó en el descuento del primer tiempo un gran gol, que esperemos le devuelva la confianza para seguir convirtiendo.

El error de Arias, que se tradujo en el gol local, golpeó emocionalmente y anímicamente al equipo y lo desconcentró durante unos 10 minutos, pero en realidad creo que Racing pudo haber ganado el encuentro y hubiera sido merecido.

Lo de Gabriel Arias fue algo raro en él, aunque antes del gol, hubo un par de situaciones con la pelota que parecían advertir de su noche errática, pero por suerte nuestro excelente arquero posee una gran personalidad y rápidamente supo sobreponerse a la adversidad, salvando en gran forma a los dos minutos de su error, el de Moreno, que podía haber sido la concreción del segundo gol brasileño y posiblemente un final con derrota.

Hubo un muy buen desempeño de los tres del fondo, bien Domínguez, gran trabajo de Sigali y de Martínez, quien en una posición de libre le permitía defender como último hombre y/o romper líneas pasando al ataque, también el del incansable Mena porque no declina su esfuerzo, es efectivo con sus centros y trata de llegar al gol, (que se lo pierde sobre el final) y el de Copetti por su entrega, por no darse nunca por vencido y por haber logrado el gol del empate con un gran remate desde fuera del área.

Los cambios, Novillo (obligado por la lesión de Martinez), Lovera, Rojas, Correa y Fabricio Domínguez,  fueron una muestra de que Pizzi buscaba sostener el partido en campo rival, tanto es así que sobre el final del encuentro un buen desborde y centro de este último, dejó a Mena en una inmejorable posición para concretar de cabeza y convertir el gol que hubiera sido el del triunfo, pero el “chueco” la envía por sobre el travesaño.

Es cierto que ofensivamente necesita más creatividad, más contundencia y para ello hay que encontrar el medio campo que además de saber manejar la pelota, pueda darle un cambio de ritmo y mayor intensidad a la hora de atacar y pensaba que jugando con línea de cuatro Lovera podría sumarse a ese medio campo para poder tener otra variante ofensiva.

Finalmente considero que  Racing logró un resultado importante con un planteo para ilusionarse, resultado importante por el gol de visitante, que si bien no es para aferrarse al mismo, siempre da una chance más y un planteo para ilusionarse, porque demostró que puede ser protagonista y jugar más en campo rival que en el propio.

La defensa vuelve a estar sólida y solo falta una forma más clara de llevarle juego a Copetti o al delantero de área y ahí es donde además de los laterales, hay que encontrar él o los volantes que puedan generarlo.

A mi gusto este fue uno de los mejores partidos del Racing de Pizzi, no por el resultado en sí, sino por haber visto una propuesta del equipo más ambiciosa.

Hasta pronto.