lunes, 14 de febrero de 2022

El hincha cumplió…el equipo sigue en deuda.

Después de un mercado de pases donde, como dice un viejo refrán hubo “mucho ruido y pocas nueces” no se podía esperar demasiado.

Y ayer frente a Gimnasia y Esgrima el equipo siguió presentando las mismas  deficiencias que arrastra desde hace un año, un medio campo que no recupera y tiene poca claridad en la generación de juego y una delantera a la que le falta resolución y efectividad.

Racing necesitaba más que nunca jugadores determinantes en el medio campo y en la ofensiva, pero salvo Cardona el resto que se sumó no ofrece muchas esperanzas para que mejore el bajo nivel de juego que viene desarrollando.

Salvo la jugada en la que llegó el penal, buena asistencia de Cardona a Mena, después atajado por Rey (mi presunción es que Gago quiso que su respaldado nueve se agrande, pero le salió mal) y una posibilidad más que también lo tuvo a Correa como protagonista, a Racing se lo vio muy estático, sin claridad y con volantes que dieron ventajas en la marca (Alemán jugó libre ) y erraron mucho en los pases.

La segunda parte es como que el equipo quiso ser más agresivo y soltó más a Mura, mientras Piovi ( que había reemplazado a Mena lesionado), hacía lo mismo por la izquierda, pero si bien se brindó más que en otros partidos, también comenzó a ser más luchado que jugado.

Entonces a la cancha Alcaraz (no se entiende como no es titular) y Fabricio Domínguez por Miranda y Rojas (que sigue muy falto de confianza) para ver si se modificaba algo por adentro y por afuera, pero no pudo ser por más que hubo un dominio del partido, porque Racing chocaba contra la defensa de un Gimnasia que se había replegado y apostaba a los contragolpes, que los encontró en un par de situaciones y que si no fuera por “Chila” Gómez, estaríamos hablando de otra derrota.

Finalmente Copetti y Chancalay solo cumplieron con completar los cinco cambios.

A mi gusto lo mejor se vio en Mena, “Chila” Gómez, Sigali, Mura y Piovi (me gusta más de central) , es decir la defensa.

Desde hace tiempo Racing se ha convertido en equipo sin intensidad y cadencioso en sus movimientos, quizás buscando tener más precisión en los pases, pero así y todo sigue equivocándose mucho a la hora de pasarse la pelota y sin cambio de ritmo y apariciones en espacios vacíos que sorprenda a sus rivales, lo convierte en un equipo previsible.

Ayer el Cilindro se colmó de hinchas que apoyaron al equipo hasta el final del encuentro, pero después expresaron su desencanto por el rendimiento del mismo, porque ve que es muy difícil ilusionarse y tener esperanzas cuando no se encuentran respuestas en el campo de juego.

Es evidente que hay miradas distintas entre la conducción técnica y los hinchas, porque mientras Gago sigue diciendo que le gustó el equipo, los hinchas lo despidieron con una fuerte silbatina.

Gago y el plantel ya lo saben: el hincha cumplió… el equipo sigue en deuda.

Hasta pronto.