jueves, 18 de agosto de 2011

Dios perdona, Teo no.







Racing esta vez tuvo más aciertos que errores en un partido donde enfrentaba a un Godoy Cruz ordenado, de buen trato de pelota y que siempre ha mostrado un buen nivel.




El comienzo fue parejo y justamente allí se vió que la defensa no se mostraba tan segura, sobre todo en los centros donde Ramírez casi concreta.




El equipo estaba como desacomodado y parecía que no encontraba los movimientos que este nuevo sistema exige.




Los dos habían llegado una vez cada uno con peligro. Godoy Cruz con el cabezazo de Ramirez y Racing con una pelota cruzada al área que Teo no logra conectar.




Pero en una jugada aislada Racing llega al primer gol. Hauche mete una pelota cruzada a Teo que entraba por la izquierda del área grande, quien domina y elude a su marcador para definir con categoría.




Allí se acomoda y Castro – quien se convertiría en una pieza fundamental de este equipo- comienza con sus diagonales y en una de sus llegadas al área grande es atropellado por Zigali – quien ya estaba amonestado por terrible patada a Teo- y es penal para Racing.




Pudo ser el segundo de Teo, pero el travesaño se lo negó.




Era el momento para aumentar y nuevamente Teo pierde un gol al demorarse y molestarse con Hauche.




Cuando se produce el cambio de Toranzo - reemplazado por Luguercio- pareció que no era lo indicado porque aunque no había cumplido una tarea muy buena era quizás el jugador que podía participar mejor del control de la pelota en una encuentro donde Racing no ligaba.




Pero no fue así ya que a los diez minutos de realizado el cambio llega el gol de Castro en una jugada donde es asistido por Hauche y define con clase sobre la salida del arquero.




A partir de allí Racing comenzó a hacer circular la pelota con mucho criterior ante un rival que lucía como entregado y en otro contraataque Viola asiste a Teo que la deja correr para Hauche quien lanza un centro rasante y el colombiano vuelve a convertir.




Después fue un monólogo de manejo y circulación de pelota hasta el final.




Noche feliz para Racing y sus hinchas con altos rendimientos. La seguridad de Saja, la jerarquía de Yacob, el trabajo silencioso de Pelletieri, la grata sorpresa de Castro, el mejoramiento de Hauche sobre todo en las tres asistencias de gol y por supuesto la categoría de Teofilo Gutierrez –a pesar del penal- quien felizmente se ha convertido en un juez implacable para los arqueros rivales sancionándolos con sus grandes goles.




Sí, Dios perdona, Teo no.




Hasta pronto