domingo, 7 de octubre de 2012

Racing triunfa donde casi nunca ganaba…y eso ilusiona.


Un planteo no tan cerrado como el que Racing mostró contra River, pero parecido en la búsqueda del objetivo.


Un esquema que logró neutralizar el juego de Colón en el medio campo, mientras la línea de fondo tenía bien controlados a los puntas.

Partiendo de que fue uno de los partidos en el que Saja menos trabajo tuvo y que los costados anduvieron mucho mejor, más concentrados ( Pillud ha levantado muchísimo su nivel ) mientras los centrales estuvieron muy seguros sosteniendo ese nivel en alza que vienen mostrando, el equipo se ordenó bien también en el medio campo con Villar –quien fue del alguna manera “salvado” por el juez Delfino- como siempre con su personalidad y su capacidad y con Pelletieri y Zucculini – para mí el mejor del equipo – quienes cortaban juego permanentemente-, después Centurión que trató de ayudar en la recuperación pero fracasó cuando tuvo espacios y tenía la pelota en suponer, porque aún con su habitual atrevimiento estuvo totalmente enredado y a mi gusto jugó su peor partido en primera.

Adelante Cámpora y Vietto, quienes sin jugar un buen partido los dos, con sus movimientos tuvieron a la defensa sabalera preocupados, aunque nunca podían terminar una jugada en forma clara, pero de alguna manera son los culpables de que Colón no se soltara del todo.

Evidentemente Racing está mejorando en orden –sobre todo defensivo- pero todos los avances carecen casi siempre de claridad porque no cuenta con un jugador que reúna las condiciones que se necesitan para entregar la pelota “redonda” y en el momento preciso.

Por eso cuando moría el partido el muy buen pase de Camoranesi – que había reemplazado a Cámpora- le permitió a Vietto en una definición exquisita marcar el gol del triunfo.

Aplausos a Camoranesi quien le dio un toque de distinción a la asistencia y aplausos a Vietto que con una tranquilidad extrema y calidad de jugador fuera de serie, toca sobre el cuerpo de Pozzo.

Es claro que cualquier equipo con ambiciones y jugando de local se va desarmando con el correr de los minutos, y esto es algo que Racing esperaba con los brazos abiertos para tener algunas chances. Y las tuvo antes del gol pero no las supo resolver.

Nobleza obliga. También mérito y reconocimiento a Zubeldía quien le comienza a imprimir al equipo un estilo, un sello de personalidad que le permiten, con la suerte -que siempre es bienvenida- llegar aunque sea transitoriamente a lo más alto de la tabla.

Colón no tuvo oportunidades y ese es un mérito, aún aceptando que no jugó nada bien.

Pero estos triunfos fueron sumamente importantes porque como siempre se dijo, para salir campeón hay que ganar donde habitualmente no se logra y primero en River y ahora en Santa Fé muestran que Racing triunfa donde casi nunca ganaba…y eso ilusiona.

Lamentablemente desde mi punto de vista este descanso obligatorio por los partidos de Eliminatorias a Racing no lo favorece. Este parate le viene bien a los equipos que están muy mal y aunque la Academia no es un dechado de virtudes y quizás no es el mejor equipo como para ser puntero, en este momento viene en racha ganadora y siempre es mejor no detener la marcha triunfal, ya que se corre el riesgo de relajarse.

Pero es tiempo de festejar porque nos estamos alejando de los fantasmas del descenso y por fin podemos disfrutar mirando la tabla de “arriba”.


Hasta pronto.