jueves, 9 de junio de 2022

La grandeza de Racing exige respuestas superadoras.

Es cierto que Racing tiene como un “karma” con esta copa, pero me cuesta ser racional después de una nueva decepción, que lo llevó en menos de un mes a abandonar la lucha en tres de los cuatro objetivos previstos.

Y ya sabemos que el motivo principal por lo cual no pudo acceder a la final de la copa de la Liga, a octavos en la Sudamericana y a cuartos en la Copa Argentina es la falta de gol, no porque no genera situaciones, sino porque sus jugadores muchas de ellas no las concretan por deficiencias técnicas.

Pero a eso le sumaría cierto relajo, que podríamos llamar “subestimación” frente a River de Uruguay (con dos resultados a favor) y en forma más acentuada frente Agropecuario (con ventaja en el marcador), postura que los distrae y los desconcentra, lo que los llevó a perder dichos partidos.

El de anoche frente a Agropecuario desnudó aún más a este equipo que se lo veía jugando un partido clave con una liviandad que parecía más de compromiso y sin un líder que los sacara de ese letargo terminar sufriendo las consecuencias del mismo, las que mostraron en el final (creo que por primera vez), a un Gago nervioso y hasta desencajado, quizás porque su Racing, sigue dando ventajas en defensa con errores y/o distracciones gravísimas, como las que tuvieron en los cinco minutos finales de esa primera etapa, donde dos pelotazos le dieron la posibilidad al delantero Blando de enfrentar mano a mano a Gómez y derrotarlo.

Un primer tiempo, que no solo debió jugarse con Copetti adentro, sino también con la concentración, las ganas y la intensidad que pusieron en el segundo, dado que este era el partido para no guardarse nada, para poner todo, para ganar, porque la Copa no da revancha ni tiempo para reponerse, como si lo hace el torneo local.

Es cierto que Gago logró darle a este plantel a través de su idea y su convicción, un juego que ilusionó, pero al no poder triunfar en enfrentamientos que eran decididamente favorables, como lo fueron estos dos partidos (Sudamericana y Copa Argentina), esa ilusión se fue diluyendo después de los pasos en falso que dio el equipo, lo que seguramente llevará al técnico a replantearse algunas cuestiones tácticas y técnicas.  

Pero ya no convencen las palabras y la grandeza de Racing exige respuestas superadoras, de Gago con el equipo en el campo de juego y de la Comisión Directiva en su gestión de incorporar jugadores con la suficiente jerarquía para aportarle al plantel, la solidez y la fortaleza necesaria para lograr el último objetivo en juego de este año.

Hasta pronto.