martes, 16 de agosto de 2016

Aquí cerca y no hace tanto tiempo.


A fines de mayo de este año, exactamente el 31 de ese mes, escribí una nota que titulaba y comenzaba así:
“Cuando no te quieren, es difícil que la relación tenga futuro.                             Aunque hayan confirmado a Sava en el cargo, pienso que todo se ha dado con un final triste para ambas partes, porque no creo se hayan ido seguros y felices con el acuerdo…”

Pensar que fue aquí cerca y no hace tanto tiempo que se vivió esa situación, pero terminaron acordando y Sava siguió siendo el técnico, para que después de dos meses y medio, hoy le comuniquen lo que aquella vez no se animaron.

Y sucedió lo que presumía, lamentablemente de mala manera para las dos partes, pero fundamentalmente para el hincha de Racing, que como meros espectadores seguimos viendo día a día un nuevo capítulo de esta novela que comenzó con la salida de Diego Cocca.

Porque hubo tiempo de sobra para tomar decisiones importantes, pero da la sensación de que los movimientos de la dirigencia son como ataques espasmódicos que aparecen según el estado de ánimo de cada día y de cada integrante y entonces nada es seguro, nada tiene base sólida, sin quizás darse cuenta que todo esto resquebraja la institución, el plantel, la imagen de ellos mismos y eleva a la máxima potencia el malhumor de los hinchas.

Nada asegura que todo vaya a marchar sobre ruedas a partir de ahora con un nuevo cuerpo técnico, y debemos prepararnos a escuchar de boca del nuevo DT las frases de siempre, las archiconocidas “prometo trabajo, hay poco tiempo, etc.” porque la parada va a ser difícil y ni que hablar si nos quedamos afuera de  la Copa Argentina.

Desde la salida de Milito y Saja es como que el equipo no encontró todavía los nuevos líderes dentro del plantel que puedan sostener el nivel anímico para que el grupo no decaiga, no pierda el rumbo ni los objetivos y perdió personalidad, disminuyó la confianza, pero cuando eso sucede, la cabeza, el jefe, el guía, que los debe contener y llevar por el camino indicado, debe ser quien los conduce, el que está junto a ellos en la semana y en el banco durante el partido, algo que parece con Sava no se logró.

No va a ser fácil salir rápidamente de este inconveniente, como sucede con cada cambio de técnico, pero espero que esta elección Dios ilumine a los dirigentes, porque lo de Cocca salió bien sin esperarlo, pero no todos los días son domingo.

Hasta pronto.