jueves, 18 de diciembre de 2014

Logró lo que los demás no pudieron.


Hola campeones!

Saludo a todos los hinchas de Racing, porque todos somos campeones y disfrutamos hasta más no poder de este nuevo campeonato.

Un torneo donde Racing comenzó como candidato, pero rápidamente las derrotas lo envolvieron en un mar de dudas,  especialmente después de la sufrida ante Argentinos Juniors que lo deja afuera de la Copa Argentina, un resultado que golpeó fuerte en todos los sectores y nos hizo pensar que volvíamos a los tradicionales vaivenes de los últimos años.

Una situación difícil para un técnico joven que intentaba darle a un plantel nuevo un juego ofensivo, pero que se tornaba irregular porque el equipo estaba descompensado.

Los equipos al igual que las cargas, se acomodan al andar, sobre todo si sus integrantes son nuevos en su mayoría y eso quiere decir que un cuerpo técnico necesita tiempo, algo que los hinchas no sabemos aceptar si los resultados no los acompañan.

Quizás porque nos cuesta entender que vestir la camiseta de Racing ejerce una gran presión anímica en quienes tienen esa responsabilidad, porque sabemos que el carácter es algo inmodificable en cada persona y no todos están preparados para afrontar esos difíciles momentos en un club grande como Racing, que además cuenta con una exigente gran hinchada.

La virtud de Cocca fue darse cuenta y cambiar a tiempo, comenzando por enviarle un mensaje al plantel - creo que interpretando lo que sentíamos todos los hinchas y que por suerte provocaron un cambio positivo en la mentalidad del mismo- moviendo algunas piezas y modificando el sistema de juego.
Todo esto se vio reflejado en el encuentro ante Newell’s donde realizó una buena tarea a pesar del empate, lo que le dio un envión anímico para ir con más confianza a la Bombonera y lograr dar vuelta un partido que entrada parecía imposible lograrlo.

Ese triunfo, la vuelta de un gran jugador como Milito y la sorpresiva, pero brillante, aparición de Bou, autor de los dos goles, revitalizaron al equipo y aunque todavía faltaba algún retoque, a partir de allí comenzó a mejorar.

Ganarle a Belgrano en Córdoba con otro gran partido de Bou,  lo encaminó por la buena senda, y a pesar de la inmerecida derrota frente a Rafaela, donde jugó de gran manera, Racing golea a Estudiantes de visitante en gran partido y le gana a Vélez en el Cilindro.                                 
Nuevamente la ilusión del campeonato se volvió a instalar en la cabeza de todos, porque el torneo  le brindaba una nueva oportunidad, pero el empate frente a Olimpo pareció tirar todo por la borda.                                                                                                                     
Y mientras los hinchas pensábamos que todo se había terminado, esa noche en Bahía Blanca, cuerpo técnico y plantel se juramentaron ganar los 6 partidos restantes para por lo menos finalizar en la mejor posición posible, entendiendo que el campeonato estaba lejos.
                                                                                               
Pero cuando Racing le gana a Gimnasia y a Banfield, se encuentra con que el partido con Quilmes lo podía acercar al puntero, dado que ganándole a los cerveceros, lo ubicaba a solo un punto de River   (su próximo rival en el Cilindro) y otra nueva chance de pelear el campeonato comienza a concretarse cuando Bou, de tiro libre logra el gol del triunfo sobre el final  del  encuentro.                                                                                                                           
Esta vez como nunca Racing podía pegar el gran salto, pero enfrente estaba River con toda su estadística a favor, aunque este partido no se le podía escapar, porque el triunfo lo posicionaba primero solo.                                                                                               
Era a todo o nada y la Academia pudo ganarlo en un estadio repleto y con una hinchada que alentó más que nunca, rompiendo con la pesada mochila de la historia.                    
Ahora sí el campeonato estaba ahí, al alcance de la mano, a solo 2 partidos y lo más importante era que Racing, dependía solo de Racing.                                                                             
El contundente triunfo en Rosario ratificó el gran momento del equipo, al que le restaba un solo partido y de local ante Godoy Cruz, para poder lograr el campeonato tan ansiado.
Pero la postergación parecía jugarle una mala pasada. 
Le cortaba el envión ganador.                        
La angustia y los nervios hicieron que esos 14 días de espera fueran interminables, aunque también sirvieron para que los hinchas cargaran las baterías y así poder darle a los muchachos el aliento interminable en un día que debía de ser inolvidable.                                       
Y lo fue, ganando un partido que, como dije, no tenía sentido analizarlo, porque lo único que importaba era el triunfo, en un Cilindro que explotaba de hinchas que alentaron toda la noche y que vivieron intensamente esa final para finalmente descargar esa alegría guardada durante 13 años viendo nuevamente a Racing campeón y festejando hasta altas horas de la madrugada de una manera única, que unió y emocionó a distintas  generaciones.
No tengo dudas que Racing fue el mejor, porque logró lo que los demás no pudieron.
Por eso, para felicidad de todos los racinguistas y le duela a quien le duela
RACING ES EL CAMPEÓN!
Y como dicen que el sufrimiento forja el carácter, pienso que tanto Víctor Blanco (Presidente electo), el cuerpo técnico y los jugadores, que terminan de aprobar un examen muy exigente y angustiante, deben entender que este momento es una buena oportunidad para que Racing comience a transitar por caminos victoriosos, esperando que cada uno y desde su lugar, aporte su inteligencia y su esfuerzo, para seguir nutriendo a esa mentalidad ganadora que hoy manifiestan con orgullo, buscando posicionar bien arriba a la Academia en todos los campeonatos y las copas, de aquí en adelante.
El aliento incondicional de la hinchada está asegurado.


Hasta pronto.


lunes, 15 de diciembre de 2014

¡RACING CAMPEÓN CARAJO!


Hoy no hay análisis que valga, porque la emoción no me permite pensar.
Solo quiero festejar y brindar con todos los hinchas de Racing por este sueño postergado durante 13 años y que hoy se hizo realidad.
Por todo lo que sufrimos durante todos esos años y por la angustia, los nervios y las horas no dormidas durante los últimos 14 días.
Por eso solo voy a decir


¡RACING CAMPEÓN CARAJO!

¡Y A TODOS LOS HINCHAS, FUERTE ABRAZO RACINGUISTA!

¡ESTOY REALMENTE MUY FELIZ!


Hasta pronto.



lunes, 1 de diciembre de 2014

Un Príncipe que volvió para ser Rey.


Falta poco y nos colmamos de ansiedad.
De nervios…y por supuesto de angustia, como la primera media hora de hoy en Arroyito.
El equipo parecía lento y sin reacción.
Se marcaba mal, se corría mal y se jugaba mal.
Y aquel arquero que cuestionamos en algún momento, pero que venía en alza desde hace varios partidos y con el arco en cero, parecía el único “despierto” y concentrado, por lo que fue convirtiéndose en figura.
Muy bien Saja.
Ahora sí un arquero ganador, para un equipo ganador.
Central había quedado muy en deuda con su gente, lo que le costó la cabeza al técnico Russo y era lógico que muchos chicos, a los que siempre bancan los hinchas, aparecieran en el equipo titular, lo que trajo aparejado que desde el vamos presionaran y con toque y velocidad pusieran a Racing en apuros.
Pero a partir de los 30 minutos esos juveniles bajaron el ritmo y permitieron que los jugadores de Racing pudieran pensar un poco más al recuperar la pelota y de alguna manera comenzar a emparejar las acciones, aunque sin llegar a molestar demasiado a Caranta.
Pero cerca de los 40 hay un muy buen pase de Voboril a Milito sobre la izquierda en el área grande, quien cuida muy bien la pelota y se toma su tiempo para la llegada de Bou, Centurión, Díaz y Videla, siendo este último quien la recibe sobre la derecha y remata de primera. La pelota pega en el poste y del rebote Gastón Díaz convierte ( creo que adelantado, pero valga por las que nos robaron contra los vecinos y contra Lanús ).
Gol gracias a que al Príncipe Milito que nunca va al choque y que siempre registra la jugada antes de que suceda, sin sufrir además ese nerviosismo por el que atraviesan sus compañeros lo que le permite a su cabeza y a su cuerpo, responder a esa armonía y decidir casi siempre bien.
Por supuesto el triunfo calma de cierta forma ese estado nervioso y baja la ansiedad, permitiendo tomar aire y comenzar a razonar mejor.
Esto es lo que se vió sobre todo en la segunda etapa, cuando Central ya no mostraba ese ímpetu inicial del primer tiempo, mientras Racing se iba asentando atrás y en el medio, disponiendo por una situación lógica de más espacios, dado que el local se iba desarmando lentamente.
A mi gusto buena tarea de Voboril , de Lollo quien no comete infracciones tontas y después de aquella primera jugada al comienzo del partido donde parecía no poder despegar del suelo junto a Cabral conformaron una sólida dupla, con una mejoría de Pillud en ese segundo tiempo.
Videla pasó de correr sin ton ni son y entregar mal lo poco que recuperaba en el primer tiempo a pararla más y a comenzar a entregar mejor la pelota y junto con Aued le dieron al equipo una circulación más segura.
Y así a los 20 minutos llega el segundo gol que inicia Pillud, con un toque a Videla, que alarga de primera para Aued, quien toca para Bou y este, que recibe de espaldas gira para poner un pase de zurda al pique Milito entre los centrales, quien elude a Caranta y convierte.
Golazo y casi cierre del partido, aunque faltaba bastante.
Después del gol, el bajo encuentro de Centurión le permitió a Acuña entrar en su lugar y aunque luchó mucho, no tuvo una actuación destacada
Confieso que yo pedía el cambio de Milito después del segundo gol, porque pensaba que podía ganarse una tarjeta amarilla y no participar del último partido y además con la posibilidad de esa lesiones que pueden aparecer inesperadamente, pero faltando 15 minutos llega el cambio de Hauche por Bou y nobleza obliga, le dio la razón al técnico, cuando el demonio roba una pelota cerca del área local y pone un muy buen pase que deja solo otra vez a Milito, quien define con clase abajo al palo izquierdo de Caranta.
Racing hizo un buen segundo tiempo y por momentos estuvo varios minutos haciendo circular la pelota ante un Central que no podía con su cruz.
Párrafo aparte para Diego Milito.
Un jugador que se preparó para volver a Racing. Porque volvió entero, porque es líder positivo, porque es respetado y porque es diferente dentro y fuera de la cancha. En síntesis, porque vino para triunfar, no solo para transitar por sus instalaciones.
Por eso digo que Milito es un Príncipe que volvió para ser Rey.
Reconocimiento para Hauche. Por su profesionalismo y por ser buen compañero, porque siempre apoya y se banca no ser titular aún teniendo un momento muy bueno.
Después Cerro entra por Gastón Díaz para asegurar el partido, aunque faltaban solo 10 minutos.
Este era el partido que había que ganar y se ganó, aún con los riesgos de que los varios amonestados pudiera sufrir una amarilla.
Alegría infernal, gritos y emoción ante este resultado que deja a Racing posicionado para definirlo por su cuenta.
Porque ahora todo depende de Racing y seguramente dentro de 14 días -porque River ya ganó y pedirá postergación de su último partido- el Cilindro explotará con una hinchada  que alentará más que nunca, para que cada jugador sepa que en su corazón habrá millones de otros corazones, bombeando a la par del suyo para que con fuerza y coraje puedan regar la cancha de sudor, en la búsqueda del triunfo que nos permita a los hinchas gritar RACING CAMPEÓN CARAJO!

Hasta pronto.