Soy de los que piensan que si bien los empates suman un punto, de acuerdo a como se dan los partidos, casi siempre terminan dejando ese sentimiento de triunfo o derrota y a mi gusto el conseguido anoche por Racing en la Plata, tiende a valorarse más porque desde el juego no respondió a las expectativas.
Racing jugó muy mal el primer tiempo, porque aunque
tuvo más la pelota, nunca pudo mostrar algo de lo que había hecho contra Tigre, frente a un Estudiantes que esperando y sin llegar a ser dominador, fue
punzante en sus intentos ofensivos.
Pero eso lo permitía el planteo de Costas que solo realizó
una modificación respecto al último partido, el inesperado Martirena (por Roger)
de volante pasando Solari arriba, cuando todos quizás esperábamos ver a Salas.
Es cierto que siempre fue una cancha difícil y que
Estudiantes con un equipo que tiene mucho rodaje está en un buen nivel, pero el
local encontró fácilmente las opciones como para desarmar a Racing y fue con Zapiola
sobre la izquierda, donde ni Martirena ni Rubio se ponían de acuerdo para
marcarlo y en los centrales que al querer dejar en offside a Correa, se fijaban
más en quien iba a tirar el pelotazo que en quien lo recibiría y el exRacing se
movía con libertad entre ellos, a quienes superaba fácilmente.
Y al minuto Correa estuvo cerca pero tapó Arias,
después pegó una en el travesaño, mas tarde Arias desviar un fuerte remate y
finalmente hizo un gol (por suerte el VAR esta vez acertó y lo anuló),
demasiado para no cambiar, porque esto ya lo vivimos y esa primera etapa podía
haber terminado mal.
Poco de Racing en ese primer tiempo donde por suerte
Arias volvió tener un muy buen desempeño, porque la defensa marcó muy mal y el
equipo nunca tuvo un juego asociado de media cancha hacia adelante, donde solo insinuó
un par de veces, una con Martínez a ante un centro de Martirena y la otra con un
remate de Solari se fue apenas desviado.
Con Martirena siempre estuvo a media agua, con un Rojas
que nunca sorprendió y con Zuculini muy bajo solo Almendra intentó asociarse
con Juanfer incómodo, mientras arriba un Solari errático y un “Maravilla” en
soledad no se encontraban nunca.
Había mucho que corregir para el segundo tiempo pero
Costas confirma el mismo equipo y un nuevo gol es nuevamente y acertadamente anulado
por el VAR, pero seguían llamando a la puerta de un Arias que se iba
agigantando en una nueva atajada, hasta que Costas reacciona con acertados
cambios y movimientos Salas por Solari, Galván por Rojas y Conti por Martirena,
para que Rubio pasa a ser lateral volante y minutos después Miranda reemplaza a
Zuculini.
Los cambios le dieron a Racing otra fisonomía que no
lo hacía deslumbrar pero le permitió jugar más seguro en defensa donde García
Basso volvía a ser el mejor, en la zona de volantes seguía destacándose Almendra
mientras Juanfer parecía sentir el esfuerzo de los tres partidos, pero por lo
menos ahora tenía dos delanteros que no dejaban tranquilos a los defensores
pinchas.
Ante un Estudiantes que comenzó a perder esa postura
inicial, Costas sorprende con Mura por
Almendra, que llevó a Rubio a cambiar nuevamente de posición, ahora de volante
central junto a Miranda y Racing a su manera lo inquietaba tanto que en una
jugada donde Martínez recibe sobre la derecha cerca del corner, un Romero nervioso
lo va a buscar fuera del área y se lanza en tijera con plancha que impacta en
la derecha de “Maravilla”, jugada que el VAR considera de expulsión.
Eso hizo que Estudiantes se desconcentre y con un hombre de más Racing fue a buscarlo y en tiempo de descuento tiene dos situaciones donde podía haber
encontrado el triunfo, las primera en una pelota larga de Rubio para Salas sobre
la izquierda del área quien es alcanza a envíar un centro de pique al punto
penal, donde Sosa remata al gol pero la pelota es desviada por Enzo Pérez y
pega en el travesaño y la otra cuando en un tiro libre, el remate de Quintero sobre
el palo izquierdo un Mansilla vencido, salió apenas desviada.
Mi reflexión final como hincha es que cuando el
equipo no se juega bien, con este tipo de empate se consigue un punto que se valora en la tabla y en lo anímico,
si además le agregamos que el equipo volvió a finalizar con el arco en cero dos
partidos seguidos, algo que creo hacía tiempo no sucedía.
Hasta pronto.
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