Con un alto rendimiento de los cambios introducidos por Gustavo Costas, Racing jugó un muy buen partido ante Tigre y logró un categórico triunfo que nos permite pensar en un futuro esperanzador.
Quizás por su forma de ser y de expresarse a Costas
se lo subestime, pero cuando declara en la conferencia de prensa deja bien en
claro lo que desea de sus dirigidos y expone sin respuestas evasivas lo que es
su Racing, destacando lo bueno, pero sin ocultar lo malo, algo que no es común en
las declaraciones de los técnicos y eso hay que valorarlo.
Racing fue un equipo con otro espíritu de lucha, con
otra ambición y durante los primeros veinte minutos sometió a Tigre y le
convirtió dos goles, después tal como dijo Costas, el equipo bajo su ritmo,
porque varios de sus jugadores todavía no están físicamente al 100% y la pesada
y húmeda noche no ayudaba, pero su rival solo llegó con peligro un par de veces
y pudo cerrar ese primer tiempo sin goles en contra.
En esa primera parte a Rubio se lo vio un tanto
inseguro, pero fueron muy buenos y positivos los rendimientos de Sosa y García Basso,
quienes con personalidad y solidez prácticamente nunca fueron superados, sumando
un muy buen trato de pelota para darle salida desde el fondo y también buenos
lanzamientos y pases entre líneas, sobre todo desde los pies del zaguero que
llegó de Independiente del Valle.
Con un buen trabajo de Almendra, por su claridad en
los pases y su siempre interesante llegadas al área rival (de ahí su gol) y el
aporte de Zuculini más contenido por no estar en condiciones físicas normales,
pudieron junto a manejar el juego y darle intensidad a los ataques, mientras Tigre
solo atinaba a encontrar espacios con Aleman en alguna replica, que por lógica dejaba como todo equipo que ataca y
porque iban sintiendo el esfuerzo, lo que necesitó la colaboración de un Solari
muy activo en esa función de ida y vuelta y un Rojas más contenido.
A todo esto Roger se encontró más cómodo con su homónimo
“Maravilla” en el área, quien además de ir
a presionar a los defensores rivales, con interesantes movimientos el ex Instituto
atraía a los defensores rivales como pasó en el inicio de la jugada del primer
gol y eso le permitió al colombiano tener más libertad para moverse y convirtió
un gran gol al anticiparse a su marca en un tiro de esquina ejecutado con
maestría por Juanfer Quintero.
Ese primer tiempo mostro a Arias y Roger lesionados y
ambos tuvieron que ser reemplazados al comienzo del segundo por Cambeses, a quien
se lo vio tranquilo y seguro y por Salas, el incansable buscador de
oportunidades que sigue mostrando aptitudes interesantes, por lo que debería
tener la oportunidad de jugar dentro del área y no por los costados.
En ese segundo tiempo Racing retomó el mando del
encuentro y la figura de un Juanfer muy comprometido que parece estar convirtiéndose
en el líder dentro de la cancha iba en aumento, no solo por su inteligencia,
sino porque además dispone de una zurda envidiable con la cual sabe ubicar
pases milimétricos y concretar goles como el tercero, por lo que sus compañeros
saben que no deben arriesgar si está cerca de ellos, solo deben entregarle la
pelota que esta les volverá siempre redonda.
Después buscando darle minutos y más oxígeno a la
zona media Costas reemplazó a Almendra por Miranda, a Solari por Martirena (habilitó a Juanfer
para el tercer gol) y a Zuculini por Gómez.
Finalmente en un Cilindro colmado que desbordaba
alegría, el Racing de Costas finalizó el encuentro con una buena cantidad de
goles a favor (podía haber sumado otro más pero el VAR volvió a ignorar un
penal claro a Rojas) y ninguno en contra, obteniendo su primera victoria y dejando la buena
señal: de que hay con que ilusionarse.
Hasta pronto.
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