martes, 23 de agosto de 2022

Racing parece haber declinado en su ambición.

Este Racing de Gago viene mostrando un estado de confusión de donde le cuesta salir y como agotado mentalmente, parece haber tenido una importante caída en su confianza y en su fuerza anímica.

Y frente a San Lorenzo, volvió a tener otro partido sin mostrar nada que nos permita ilusionarnos, porque nuevamente tenía una gran oportunidad para seguir prendido en la parte alta de la tabla, pero nunca pudo imponer su juego y el por lo menos el primer tiempo fue de adormecimiento.

Un San Lorenzo ordenado le cerró todos los caminos a un Racing que se repetía y sin profundidad  por el medio, buscó por los costados, su juego intrascendente fue fácilmente contrarrestado por la defensa azulgrana.

Con muy flojos rendimientos en Sigali, seguramente por el largo periodo de inactividad, Hauche, Rojas, Miranda y Oroz incómodos e imprecisos se convirtió rápidamente en un equipo sin respuestas y todo se volvió más previsible para el rival, por lo que en ese primer tiempo los arqueros fueron simples espectadores.

El segundo tiempo necesitaba que Racing exhibiera otra cara y Gago envía a Chancalay y Alcaraz por Miranda y Rojas, pero en menos de diez minutos todo iba a cambiar.

A los cinco minutos por el inesperado gol de San Lorenzo, pero lo peor llegó cuatro minutos después cuando Chancalay es expulsado por una irresponsable acción (pisotón a Giay), que lo terminó de golpear anímicamente al equipo, porque perdiendo el encuentro quedó con un hombre menos.

Lamentablemente no es la primera vez que le sucede porque Chancalay, que en muchos de los partidos parece estar como desconectado del mismo, tiene intempestivamente este tipo de reacciones, que lo llevan a la ganarse la tarjeta roja.

En ese panorama Gago envía a la cancha a Romero por  Hauche y Jonathan Gómez por Oroz buscando el empate que consigue diez minutos más tarde, cuando Mena desde la izquierda envía un muy buen centro para la cabeza de Copetti, -la única carta de gol del equipo- y para que Racing consiga el resultado que le daba la posibilidad de poder plantear con diez jugadores un partido distinto.

Pero no fue así, porque Gago creyó que se podía ganar el partido con un hombre menos, (pensamiento que defendió en la conferencia de prensa) y si bien puede decirse que fue una decisión “valiente”, desde mi punto de vista y con todo respeto, me pareció errónea, por el cansancio (San Lorenzo venía con dos días más de descanso) y por el bajo rendimiento que mostraba el equipo, por lo que podría haber intentado otra cosa ante un rival, que casi seguramente iba a ir a buscar el triunfo ante un equipo diezmado.

Pero su creencia lo llevó a realizar lo contrario y terminó dándole al Ciclón los espacios y la oportunidad que esperaba para volver a convertir y a los pocos minutos no lo logró Bareiro porque que milagrosamente lo evita Mura con el pecho, pero si lo pudo conseguir cuando un lanzamiento largo y cruzado desde la izquierda del campo rival encuentra a Racing adelantado y a un Vombergar que le gana la disputa de la pelota a un lento y confiado Mena, para después enfrentar a Arias y concretar el gol.

Al desorden se sumó la desesperación y todo como consecuencia de ir a buscar lo que podía ser un deseo de todos, no solo de Gago, pero no de la forma en que lo hizo teniendo el partido empatado y en una jugada donde Sigali va con todo a ganar la pelota, luego de consultar al VAR es expulsado por juego brusco, faltando cuatro minutos para la finalización del segundo tiempo.

Estar con nueve jugadores era un problema más para el equipo, pero con descuento faltaban unos diez minutos de juego y Gago saca a Copetti para que entre Galván, un cambio difícil de aceptar como hincha, porque era el único que podía cabecear una pelota en el área de San Lorenzo, dejando arriba solo a Romero.

Moreno, desesperado por querer estar cubriendo todos los sectores, se había entregado al lógico desorden mientras Gómez con su gambeta, buscaba conseguir una falta para ganar un tiro libre, lo que lograron ni Alcaraz (otra vez muy mal) ni Romero.

Los espacios que dejaba Racing cuando conseguía hacerse de la pelota y buscaba cada atacar eran cada vez más propicios para San Lorenzo, que pudo haber marcado un par de tantos más sobre la terminación del partido, pero Gabriel Arias respondió muy bien a esos mano a mano.

Sobre el final, una reflexión sobre lo que dijo Gago en su conferencia ante la pregunta sobre porque puso a Galván por Copetti perdiendo el partido: dijo entre otras palabras “porque trató de que no le hagan más goles y porque Romero había jugado menos minutos y físicamente le podía dar más”, pero hasta ahora el ex Vélez sigue sin mostrar algo positivo…y a Racing no le hicieron más goles gracias a Arias.

Quiero seguir creyendo en esta propuesta, pero cada partido se me hace más difícil, ya que observo más dudas, más jugadores con bajos rendimientos y hasta una falta de respuesta física y anímica, dando la sensación de que Racing parece haber declinado en su ambición de pelear por el torneo, lo que lleva al equipo a transitar una inestable pendiente que  pone en peligro el clasificar a la Copa Libertadores por la tabla general.

Hasta pronto.

 

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